¿Tienen que pagar las plataformas por las infraestructuras de internet y por el tráfico que generan en los diferentes países en los que operan? Es un viejo debate, pero parece que Netflix está en el punto de mira de las grandes teleoperadoras y proveedores de internet alrededor del globo. Tras el fin de las cuentas compartidas, Netflix ha comenzado a perder usuarios y buscar nuevas formas de atraer suscriptores en muchos países. Ahora, con el debate del aumento del tráfico en internet, Netflix se enfrenta a otro desafío.
¿Debe pagar Netflix por el uso de la infraestructura y el tráfico que genera en internet?
Netflix es uno de los servicios más usados de nuestros días. La plataforma ocupa gran parte del tráfico de la red, y eso hace que el del mantenimiento y el diseño, así como el uso de la infraestructura mundial de telecomunicaciones, sea cada vez mayor. Como explican en El confidencial, las grandes operadoras de internet han señalado a portales y compañías como Netflix, Amazon, Apple, Microsoft, Meta y Google por el tráfico generado, afirmando que estas marcas generan entre el 60 y el 70% del consumo global de la red de comunicaciones. En 2021, series como El juego del calamar, llevaron al colapso de la red en países como Corea del Sur.
De hecho, se demandó a Netflix por considerar que la serie había sido la causante de una caída generalizada del servicio que dejó incomunicados a servicios esenciales como hospitales y escuelas durante horas, impidiendo el correcto funcionamiento de las infraestructuras de un país.
Tanto es así, que durante la pandemia de coronavirus, se instó a estas empresas de streaming a reducir calidad y ancho de banda para, precisamente, no colapsar las redes de los países en los que operan. Ahora, en el Mobile World Congress de Barcelona, las grandes operadoras vuelven a instar a estos grandes conglomerados y negocios multimillonarios a que paguen una parte del coste que conlleva mantener y mejorar la infraestructura de internet.
Esto nos lleva a otro escenario. Si bien en Europa se ha dicho a las operadoras que deben mejorar sus redes, conservarlas y mantenerlas bajo cualquier circunstancia, el nuevo discurso del comisario europeo para el Mercado Interior, Thierry Breton, adelanta cambios, sobre todo por la hegemonía de estos servicios en el tráfico global de internet. Y como se destila de sus palabras, pese a que Netflix ha desarrollado una política de descuento en las tarifas en múltiples países, ahora son las operadoras las que podrían comenzar a pagar una cantidad o peaje. De suceder así, no sería de extrañar que esto acabe redundando en el precio que los usuarios finales pagan por la suscripción.
"El streaming, los juegos y las redes sociales originados por unas pocas plataformas de contenido digital representan más del 70% de todo el tráfico que circula por las redes", aseguraba José María Álvarez-Pallete, responsable de Telefónica, en una carta dirigida recientemente a las instituciones europeas y firmada junto a los consejeros delegados de Vodafone, Orange y Deutsche Telekom. Parece que el problema se está agravando en los últimos tiempos, y que las grandes empresas proveedoras de contenidos están contra la espada y la pared, presionadas por organismos y suministradores de servicios. ¿Qué ocurrirá?