Sí, El juego del calamar es la serie de moda. La producción está arrasando en Netflix, ha copado titulares por doquier y no son pocos los espectadores que esperan una segunda temporada que continúe con su propuesta. Sin embargo, como sucede con casi todas las grandes producciones que triunfan en estos días, también arrastra su propia polémica. Como comentan desde la agencia Reuters, Netflix afronta una demanda judicial por el enorme uso de Internet que está provocando en Corea del Sur.
Internet, el ancho de banda y éxito de Netflix en el país
La demanda viene auspiciada por SK Broadband, una de las compañías proveedoras de internet más importante del país. Sus razones son claras y fácilmente demostrables, pues desde la empresa se afirma que El juego del calamar estaría provocando una cantidad de tráfico desmesurado en los servidores y la red, algo por lo que la empresa de streaming debería pagar una tasa para paliarlo.
Desde SK Broadband afirman que este crecimiento de los costes de mantenimiento y seguridad tendría que ser proporcionado por la propia empresa, ya que estaría saturando una red que durante años ha demostrado ser sólida. La compañía de internet coreana ha dado el dato de que el tráfico de internet provocado por Netflix se ha multiplicado por 24 desde el pasado mayo de 2018 a la actualidad, pasando de 50 Gbps a más 1200 en unos meses. El pico histórico correspondería con al estreno de El juego del calamar.
Netflix y SK Broadband llevan varios años así, envueltos en demandas, contrademandas e historias varias. El portal de entretenimiento ha confirmado que su trabajo es crear y proporcionar contenido a sus suscriptores, nada de defender o crear infraestructuras de internet. Sin embargo, el pasado junio ya recibió un varapalo en el país. Los jueces de Corea del Sur estipularon que era razonable que la plataforma de streaming proporcionara algún tipo de ayuda a los proveedores, que se ven desbordados por completo en este tipo de situaciones. Netflix recurrió la sentencia, que obligaría a pagar a la compañía de producción audiovisual más de 22,9 millones de dólares en lo referente al ejercicio de 2020. Como explican desde Reuters, durante el próximo diciembre arrancará un nuevo juicio en el que se intentará dilucidar qué ocurre con este tipo de situaciones.
De hecho, el país está desarrollando líneas y servicios propios para satisfacer la alta demanda de los suscriptores de Netflix, y los responsables de la división local se habrían mostrado dispuestos a valorar la petición de SK Broadband a fin de no perjudicar a los abonados. El problema vendría de las presiones de otros gigantes tecnológicos, como Amazon, YouTube, Apple o Facebook, que podrían pagar también este tipo de tasa. Para muchos, de continuar con este tipo de impuestos y tasas especiales, se estaría rompiendo el principio de neutralidad de la red.
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