El interior de la Tierra se está enfriando mucho antes de lo previsto. Como resultado, el planeta está bajando su temperatura de forma alarmante, llevando a un futuro incierto. ¿Acabará nuestro hogar como Marte? Según las últimas teorías promulgadas desde ETH Zurich, sí. Pero, ¿cómo se toman muestras del interior de un planeta? ¿Qué le ocurrió a Marte para acabar como un planeta desértico?
El futuro de la Tierra y el pasado de Marte cara a cara
Comencemos por lo básico. Se cree que Marte perdió todos sus océanos y su ecosistema hace miles de millones de años, justo cuando el núcleo del planeta rojo comenzó a tener problemas y enfriarse. Como resultado de se cambio brusco, el campo magnético de Marte se perdió, su atmósfera se debilitó y se produjo un evento de extinción catastrófico. Los rovers de la NASA como el Perseverance o Insight han estado trabajando para esclarecer este hecho, intentando comprender qué le sucedió realmente al planeta. De hecho, según este último estudio, publicado en Phys.org, la Tierra podría tener un futuro similar dentro de miles de millones de años.
Según los últimos datos se cree que la Tierra se está enfriando 1,5 veces más rápido de lo que se creía inicialmente. Para arrojar este preocupante dato, los científicos recrearon las temperaturas, la presión y las condiciones que se encuentran en el límite entre el núcleo de la Tierra y el manto en un laboratorio. Con este escenario, se ha probado cómo la bridgmanita, el mineral más común que se encuentra allí, transfiere el calor, y según la investigación, la velocidad a la que nuestro planeta se está enfriando sería mucho mayor de lo que se creía.
Eso sí, de momento, nadie puede estimar cuánto tiempo pasará hasta que llegue a un punto sin retorno. No obstante, hace 4600 millones de años, la Tierra era un cuerpo celeste extremadamente caliente, con mares de magma y lava cubriendo toda la superficie. Nuestro planeta se fue enfriando poco a poco, y este proceso ha continuado durante millones de años, permitiendo la vida en la superficie y el equilibrio que permite que todo siga en orden.
Pero los procesos radiactivos del núcleo interno de la Tierra, aquellos que generan calor, terminarán en algún momento, con la lava solidificándose y dejando de fluir. Una vez esto suceda, el campo magnético de la Tierra se extinguirá, no habrá movimientos de placas tectócnicas y aquello que nos protege de los agentes externos como los vientos solares, irrumpirán en nuestro planeta. Toda vida sería erradicada, el agua se evaporaría y la atmósfera se esfumaría en cuestión de años. Al igual que Marte, nuestro hogar sería un yermo. No sería un proceso rápido, y nadie sabe cuándo ocurrirá con exactitud. Según los científicos autores del estudio, se espera que esto suceda dentro de decenas de miles de millones de años, mucho después de que el sol se queme y muera, entre 2000 y 9000 millones de años.
"La Tierra, al igual que los otros planetas rocosos, como Mercurio y Marte, se está enfriando y volviendo inactiva mucho más rápido de lo esperado", ha concluido el profesor ETH Motohiko Murakami. Suponiendo que los seres humanos sigan vivos en este distante futuro, paradójicamente, siempre nos quedará Marte.