"Si la humanidad considera la colonización sustancial y a largo plazo de Marte, los recursos necesarios para ello serán extensos", advierten investigadores de la Universidad de Cornell, que acaban de firmar un estudio con el que proponen la creación de una magnetósfera artificial que propiciaría el asentamiento de la humanidad en el planeta rojo. Es un plan muy loco pero, como se suele decir: poner en marcha grandes planes exige también de grandes locuras. ¿Cómo quieren hacerlo? Apoyándose en una de las lunas de Marte: Phobos.
Marte, el electromagnetismo y un plan loco para la conquista
Lo primero que debemos tener presente es que la presencia de los campos magnéticos es fundamental para instalarnos en Marte. ¿El motivo? Porque actúan como una especie de escudo planetario, una barrera que nos protegería de los vientos solares y de las partículas ionizantes. El campo magnético de la Tierra, sin ir más lejos, hace eso precisamente: nos defiende de que las partículas nocivas impacten en nuestra superficie, quedando desviadas de nuestro planeta azul.
En Marte necesitamos esta misma especie de protección para poder mantenernos a salvo. Y ahí reside precisamente el problema: el planeta rojo no cuenta con este escudo. En la Tierra se generó de manera natural gracias al efecto dinamo, que surge gracias al tipo de núcleo con el que cuenta nuestro mundo; pero el interior de Marte es más pequeño y frío. Dicho de otro modo: no tenemos un botón para "accionarlo" y que con estas circunstancias genere una dínamo magnética. Sin embargo, los expertos de la Universidad de Cornell sí han sugerido en su estudio una manera de que creemos de manera artificial esta barrera protectora en Marte.
Y aquí entramos en el meollo de la cuestión: si quisiéramos cocinar un campo electromagnético gigantesco para cubrir Marte, ¿qué ingredientes necesitamos? Bueno, pues el elemento principal es un flujo de partículas bien cargadas, ya sea en el interior del planeta o a su alrededor. Y como ya hemos visto que la posibilidad de que estas partículas surjan del interior de Marte está descartada, pues tenemos que crearlo nosotros mismos a su alrededor. Los investigadores han descubierto que podemos crear este anillo de partículas gracias, precisamente, a una de sus lunas: Phobos.
¿Y por qué Phonos? Para empezar es la más grande de las dos lunas marcianas, y su órbita la sitúa bastante próxima a Marte. De hecho, está situada tan cerca del planeta rojo que da una vuelta completa cada 8 horas. La propuesta de estos investigadores es ionizar las partículas de la superficie y luego acelerarlas para que compongan todo un anillo a lo largo de la órbita de Phobos. De esta forma, podríamos crear un campo electromagnético suficientemente resistente como para velar por la protección de Marte, una vez que los humanos iniciemos su conquista. En la teoría parece fácil, pero ¿en la práctica? ¿Cómo nos las arreglaríamos para hacer tal cosa? No lo sabemos, pero parece una de las grandes cuestiones que tendremos que resolver si queremos seguir adelante con nuestro traslado a Marte.
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