Brian Cox está viviendo una nueva etapa en su carrera. El actor, estrella de la exitosa Succession en HBO Max, ha publicado su biografía, Putting the Rabbit in the Hat, unas memorias en las que no deja títere con cabeza y en las que critica a actores como Edward Norton, Johnny Depp o incluso Quentin Tarantino. Según se relata y se cita Cinemanía, el veterano intérprete arremete en varias bandas. "Creo que algunas personas dejarán de hablarme, pero así son las cosas", afirma.
Cox desprecia a muchas de las estrellas actuales de Hollywood
Nacido en Dundee, Escocia, Brian Cox es un actor veterano. En estos momentos, cuenta con 75 años, y ha intervenido en innumerables películas y series de televisión, así como en grandes superproducciones. El intérprete ha ganado el Emmy y su carrera, a día de hoy, es prácticamente intachable. De éxito en Succession para HBO Max, el escocés ha publicado sus memorias y ha causado un revuelo más que evidente en Hollywood, demostrando que la fama que le precede -mal carácter, sinceridad excesiva- no son simples habladurías entre los set de rodajes y los profesionales de la industria. Cox, que no se casa con nadie, ha criticado a Johnny Depp, Michael Caine o incluso David Bowie, así como a directores como Quentin Tarantino.
Cox estuvo cerca de salir en Piratas del Caribe: La maldición de la Perla Negra como el gobernador Swann. Sin embargo, rechazó el papel, que recayó en manos de Jonathan Pryce. La cinta fue un pelotazo para Disney, y la carrera de Gore Verbinski despegó. El escocés no se arrepiente de haber rechazado el papel, ya que como él mismo confiesa en su libro, no soporta a Johnny Depp -que encarnó a Jack Sparrow en la saga-. "Es tan exagerado, está tan sobrevalorado. Quiero decir, Eduardo Manostijeras. Reconozcámoslo, si apareces con unas manos así y un maquillaje de cara pálida y llena de cicatrices, no tienes que hacer nada. Y no lo hizo. Y posteriormente, ha hecho aún menos", relata Brian Cox, que afirma no verle nada.
También tiene para Norton y Tarantino
Con Edward Norton es algo más gentil. Coincidió con él en La última noche, una de las joyas de Spike Lee, en la que Norton encarnaba a un delincuente que volvía a entrar en prisión y Cox a su maltrecho padre. "Es un buen chico, pero también un poco grano en el culo porque se cree que es guionista-director", explica Cox, y a tenor del jaleo que montó en el rodaje de El increíble Hulk, razón no le falta. Marvel Studios decidió no volver a contar con él jamás y su fama de difícil trato en los rodajes se ha tenido que ir extendiendo por los estudios, pues sus papeles se han ido reduciendo de forma drástica.
También tiene para Quentin Tarantino. El realizador, que cada vez que habla sube el pan, no ha llegado a trabajar con Cox, y es que el actor también tiene un opinión muy clara sobre sus películas y su manera de filmar o construir historias. "Creo que su trabajo es muy superficial. Mecánica argumental en lugar de profundidad. Estilo sin sustancia. Me fui de la sala en Pulp Fiction. Dicho esto, si me llamara para alguna película, la haría", concluye.
