Greenpeace ha vuelto a publicar su guía sobre la evaluación ecológica de las compañías del sector de la electrónica, la Guide to Greener Electronics, y las fabricantes de consolas han entrado en su estudio.
Como es habitual, la peor parada ha sido Nintendo, ya que la compañía japonesa mantiene su política de no hacer públicas sus políticas medioambientales concretas, por lo que no han respondido al cuestionario que la asociación ecologista remite a las empresas. La ausencia de información le da una puntuación de 1,8 sobre 10. Hay una mejora en su calificación, puesto que Nintendo ha decidido facilitar parte de su información sobre gestión química.
Eso sí, Greenpeace destaca que Nintendo "tiene en el mercado consolas libres de PVC" en su circuitería interna, y que también han eliminado phthalates, y están controlando el uso del antimonio y el berilio. Igualmente, se señala que han hecho un esfuerzo por reducir el consumo energético de sus dispositivos, como en el caos del adaptador de corriente para Nintendo DSi. En el lado negativo, está toda la información no compartida, como los planes de eliminación total del PVC, o las emisiones de CO2.
Microsoft y Sony se mantienen en posiciones similares a las de años anteriores. Microsoft suma 3,3 puntos, y Sony 4,9, por lo que sigue siendo la mejor valorada de las tres fabricantes.
