BioWare está trabajando en un parche para solventar unos problemas detectados en la versión para PlayStation 3 de Dragon Age: Origins.
Estos problemas están vinculados a la actualización del firmware 3.30, pues no se habían dado antes, y en esencia impide a los jugadores avanzar con normalidad pues se da un conflicto a la hora de sustituir la partida nueva guardada sobre la antigua.
Algunos usuarios aseguran corregir el problema manualmente eliminando los archivos de la partida antigua, pero BioWare no aconseja esta solución, aunque tampoco ha indicado que sea negativa.
Se espera que el parche esté listo pronto, aunque todavía están trabajando para identificar exactamente cómo se produce el conflicto que crear el error.