En el E3 hemos logrado jugar unos minutos a Burnout Revenge, cuarta parte de la saga de velocidad de Criterion Games, que será publicada por EA este otoño. Esta nueva entrega vuelve a salir para PlayStation 2 y Xbox, y vuelve a subir un poco más el listón en lo que a calidad gráfica se refiere. Ahora los escenarios son mucho más complejos y cuentan con mayor cantidad de detalles, y los modelados de los coches son mejores aún, mostrando efectos de destrucción todavía más avanzados.
En lo jugable, esta cuarta entrega es muy similar a la tercera, manteniendo la gran innovación de ésta, la posibilidad de hacer que los rivales se estrellen. Criterion riza un poco más el rizo en esta entrega, introduciendo el concepto de "Venganza" que da título al juego. Si hacemos que choque un rival que previamente nos haya hecho chocar, en un periodo razonable de tiempo, el juego nos bonificará con puntos.
Otra novedad es la de intentar que otros rivales se estrellen cuando nosotros lo hemos hecho; ya el año pasado teníamos el "Takedown con efecto", que podíamos hacer mientras nosotros chocábamos, moviéndo el coche en una dirección. Eso era particularmente difícil en algunas ocasiones, pero ahora se ha simplificado añadiendo la explosión, algo que estaba presente en el modo Crash pero que ahora también será el pan nuestro de cada día en las carreras estándar. Cuando choquemos, podremos hacer que nuestro coche explote, pudiendo destruir a nuestros rivales si tienen la mala suerte de pasar por ahí.
La otra novedad está en el comportamiento del tráfico. Éste sigue siendo muy numeroso, pero ahora no chocaremos con él casi nunca, sino que nuestro coche al parecer tendrá la capacidad de destruir al tráfico, más acusada cuando estamos usando el turbo. No podremos destruir a todos los vehículos con los que nos crucemos, cosa que pudimos comprobar al darnos de bruces con un camión.
Burnout Revenge ha sido elegido el mejor juego de conducción del E3 y nosotros coincidimos con esa opinión. Mantiene la sensación de velocidad y la constante acción de los anteriores, refinando algo más una fórmula que esperamos que pronto dé el salto a la próxima generación.