El detalle de Metal Gear Solid V que demuestra que sus posibilidades eran infinitas

El objeto más inesperado podía ser de utilidad... siempre que las circunstancias fueran adecuadas, algunas incluso demasiado específicas
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Cuando Metal Gear Solid V: The Phantom Pain salió al mercado, no podíamos imaginar que había personajes clave con un futuro distinto al que luego vimos. Tampoco que el juego contaba con mecánicas imposibles de utilizar pese a que algunos consiguieron ver las recompensas por el desarme nuclear total. Pero lo que sí que pudimos comprobar es que contaba con montones de opciones de jugabilidad originales y completamente únicas, como una bastante especial relacionada con retretes y grabaciones.

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Para entender de qué va el asunto, hay que partir recordando que hay partes de la trama del juego que se contaban mediante cintas de cassette. Pero también podíamos conseguir otras a modo de coleccionable que incluían ciertas... vamos a decir "curiosidades" como la que podíamos usar para distraer a los enemigos.

La cinta de cassette de Metal Gear Solid V que podía salvarte si entrabas a un retrete

Las innumerables opciones del juego a la hora de enfrentarnos a los enemigos (aunque al final la vía más efectiva fuera recurrir a cierta señorita con un rifle de francotirador y su fuego de apoyo) permitían desde asaltos directos a maniobras más subrepticias. Colarse por conductos, las clásicas cajas, movimientos rápidos con los que neutralizar enemigos antes de que dieran la alarma, asaltos directos... Y por supuesto escondites a montones, como retretes portátiles.

@vandalonline El detalle MÁS 💩 de Metal Gear Solid V 😅 #metalgearsolidv #metalgear #gaming #curiosidadesdevideojuegos ♬ sonido original - Vandal (Oficial)

Pues bien, aquí estaba la clave del asunto: hay una cinta de cassette en la que están grabados los retortijones de un soldado al que la comida afgana no parece sentarle demasiado bien. Si un soldado enemigo te ve, pero no te reconoce; se acercará para comprobar tu identidad. Es en este momento en el que puedes buscar un retrete portátil, meterte y reproducir el cassette.

Si alguna vez os habéis encontrado en esa situación, sabréis que lo normal es que la incomodidad te haga alejarte de la "zona cero". Eso será precisamente lo que hagan tus perseguidores, que viendo el pastel metafórico con el que se han encontrado, darán por hecho que solamente eres un compañero con el cinto flojo y te dejarán a tus cosas. Nadie dirá que los enemigos no son educados, desde luego.

César Rebolledo
Redactor de guías

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