Gladiator, la querida película de Ridley Scott, es todo un clásico moderno del séptimo arte que vuelve a estar de moda gracias al inminente estreno de su prometedora y espectacular secuela, la cual comenzará su proyección en cines el próximo mes de noviembre para convertirse en uno de los acontecimientos cinematográficos del año. Esta misma semana hemos podido ver por fin su primer y épico tráiler y si, al igual que nosotros, de repente sentís la necesidad de disfrutar de un videojuego que te lleve a la Antigua Roma y te ofrezca algo similar a lo visto en estas películas, hoy tenemos dos recomendaciones para ti.
Ryse: Son of Rome (Xbox One y PC)
A estas alturas no os contamos nada nuevo si os decimos que Ryse: Son of Rome fue un juego muy divisivo. El título de Crytek fue uno de los grandes nombres que acompañaron a Xbox One durante su lanzamiento, deleitándonos en aquel entonces con un espectáculo gráfico sin precedentes en consolas con el que pudimos experimentar a lo grande el salto de generación que hubo desde Xbox 360. Una obra que fue perfecta para estrenar nuestra nueva y flamante consola y fascinar a nuestras visitas con su asombroso apartado técnico y su apabullante puesta en escena. Sin embargo, todo esto se vio lastrado por una jugabilidad extremadamente monótona, un sistema de combate sin ningún tipo de sustancia que parecía una sucesión camuflada de QTE y una duración que no conseguía llegar a las 5 horas sin alicientes para rejugar.
Definitivamente, no estamos hablando de ningún juegazo y a día de hoy los gráficos ya no sorprenden tanto (aunque siguen aguantando el tipo de forma fantástica, lo que demuestra el portento técnico que fue en su día), pero si te apetece disfrutar de una aventura de acción muy peliculera, lineal, sin complicaciones y con mucho espectáculo ambientada en este periodo histórico, te puede sorprender gratamente por el precio tan asequible que suele tener actualmente (10 euros cuando no está de oferta, 3 cuando sí).
De hecho, si hemos decidido recomendaros esta aventura ahora es por un simple motivo: su trama argumental, puesta en escena y ambientación toman tantísimos elementos prestados de Gladiator que llega a parecer, por momentos, una especie de adaptación no oficial de la película de Ridley Scott sin sus derechos. Tanto es así que no os van a faltar traiciones, batallas contra bárbaros, intensos combates de gladiadores en el Coliseo de Roma y muchas más cosas que os harán tener el film protagonizado por Russell Crowe constantemente en la cabeza, por lo que nos parece un buen aperitivo para hacer la espera más llevadera hasta Gladiator II, ya que no hay nada en videojuegos que se le parezca más.
Shadow of Rome (PS2)
Nuestra otra recomendación de hoy es todo un clasicazo de Capcom del que, por desgracia, se ha olvidado hasta la propia compañía, ya que nunca se ha animado a remasterizarlo o relanzarlo a posteriori, de modo que la única forma que tenemos a día de hoy de jugar a él es hacernos con una PS2 y una copa física del título. Sí, hablamos de Shadow of Rome.
En el caso de que no os suene, cabe destacar que se trata de una estupenda aventura de acción que sigue los pasos de Agripa, un centurión cuyo padre ha sido acusado de asesinar al mismísimo Julio César, y Octavio, el sobrino de César, quien sospecha que tras el asesinato de su tío se esconde un oscuro complot.
De este modo, la aventura va alternando entre ambos personajes para ofrecernos dos propuestas jugables muy distintas hiladas por una historia que engancha de verdad y que se sigue con sumo interés gracias a su guion y a las cuidadas secuencias de vídeo que la van desarrollando.
Por diversos motivos, Agripa acaba luchando como gladiador en el Coliseo de Roma y es aquí donde encontramos la mejor parte de todo el juego, ya que estas secciones nos ofrecen unos niveles variadísimos y repletos de acción en los que hay espacio para todo tipo de sorprendentes pruebas, desde intensas battle royale por ser el último gladiador en pie hasta letales carreras de carros, sin olvidarnos de enfrentamientos contra feroces bestias y muchas más sorpresas que merece la pena ir descubriendo por uno mismo.
Lo mejor es que todo esto llega acompañado por un sistema de combate magnífico que nos permite desatar todo tipo de combos, utilizar cualquier arma que encontremos en el escenario (las cuales, por cierto, se rompen) y realizar auténticas carnicerías, como decapitar o desmembrar a nuestros contrincantes. Hasta es posible arrojar nuestras armas al enemigo, lo que llega a ser muy satisfactorio cuando empalamos a alguien a distancia con un buen lanzamiento. Sumadle que hay montones de armas distintas con sus movimientos únicos y el hecho de que nuestros rivales también lucharán por hacerse con ellas para atacarnos, y empezaréis a entender por qué luchar y la acción en este juego está a un nivel tan alto.
Para rematar, al igual que tuvo que hacer Máximo en Gladiator, nos tocaba ganarnos el favor del público, ya que podíamos realizar incluso acciones destinadas a tal fin, como saludar al respetable. Si con nuestras hazañas y fanfarronadas poníamos a los espectadores de nuestra parte, estos nos ayudarían arrojándonos comida para recuperar nuestra salud y nuevas armas con las que liquidar a nuestros oponentes.
Si buscas un título de gladiadores que te haga sentir toda la emoción y acción de las secuencias de combate del film de Ridley Scott, este es probablemente el que mejor lo hace de todos los que lo han intentado, por lo que no te vas a equivocar si consigues hacerte con él, ya que sigue siendo muy divertido a pesar de los años que han pasado desde su lanzamiento.
La otra cara de la moneda la tenemos en los niveles de Octavio, los cuales nos ofrecen unas discretas secciones de sigilo que suponían un bajón considerable respecto a los momentos protagonizados por Agripa, ya que a nivel mecánico estaban muy encorsetadas y la IA enemiga era nefasta, aunque a nivel argumental eran tan interesantes que conseguían mantener vivas nuestras ganas de seguir jugando.
En total, estamos hablando de una aventura de casi 20 horas, una duración más que considerable para un juego de este estilo, y escondía tantos secretos que siempre invitaba a rejugadas y a ponernos a prueba con los niveles de dificultad más elevados. Por cierto, se trata de un título bastante desafiante incluso en su nivel de dificultad normal.
Desgraciadamente, a pesar de ser concebido como la primera entrega de una saga, fue un completo y absoluto fracaso comercial que hizo que Capcom decidiera enterrar la licencia. Eso sí, no todo fue malo, ya que de sus cenizas acabaría naciendo Dead Rising, el juego en el que se acabó convirtiendo Shadow of Rome 2 cuando estaba en sus primeras etapas de desarrollo.
