Helldivers 2 se ha convertido en la mayor sorpresa de 2024 tras haber arrasado en PC y PS5. No en vano, estamos hablando de un juego que ha vendido más de 12 millones de copias desde que se lanzó en febrero, una cifra espectacular que confirma las ganas que los jugadores tienen de defender a Supertierra y repartir democracia por toda la galaxia.
Sin embargo, aunque muchos han descubierto la saga con esta entrega, el 2 de su nombre nos recuerda que antes hubo otro juego que, a pesar de funcionar bastante bien y tener muy buena acogida por parte de crítica y público, un buen porcentaje de los nuevos Helldivers que se acaban de alistar quizá no conozcan. Por ello, hoy vamos a rememorar lo bien que nos lo pasamos con él en su día.
Un twin stick shooter tan democrático como divertido
Helldivers se lanzó originalmente en 2015 para PS3, PS Vita y PS4, y unos meses después de su estreno, ese mismo año, también acabó llegando a PC. Como podréis deducir por las imágenes, el juego que lo empezó todo no era un título de acción en tercera persona con cámara libre como su secuela, sino que se trataba de un twin stick shooter de perspectiva aérea, por lo que a nivel jugable era muy diferente.
Sí, no era tan vistoso, pero las bases sobre las cuales se construiría la segunda parte ya se establecieron aquí. De este modo, contábamos con una campaña global en la que participábamos todos los jugadores para conquistar planetas con nuestros esfuerzos conjuntos y hacer retroceder a los alienígenas a los que debíamos enfrentarnos.
Por supuesto, también destacaba por su apuesta por el multijugador cooperativo y la existencia del fuego amigo ya fue una de sus señas de identidad, al igual que el uso de las estratagemas para conseguir armas y ventajas, colocar torretas o lanzar ataques orbitales.
Como podréis intuir, las misiones también se generaban de manera aleatoria, tenían multitud de pequeños objetivos que debíamos completar cooperando y según el planeta en el que nos encontrásemos nos toparíamos con unas cosas u otras, como pantanos que nos ralentizan y otros obstáculos.
Al tener un movimiento y un apuntado más limitado por la perspectiva, la acción de agacharse para tumbarse en el suelo era especialmente importante, ya que nos permitía evitar los disparos, por ejemplo, de nuestros compañeros que estuviesen de pie y de las torretas que colocásemos.
Como veis, todas las mecánicas y las bases que tanto nos gustan de Helldivers 2 ya estaban aquí y fue un juego con el que nos lo pasamos genial. Tanto es así que en el análisis que le dedicamos en Vandal concluimos que "si tenéis unos amigos interesados en rellenar de plomo a unos extraterrestres con muy malas pulgas junto a vosotros, no encontramos motivos para que no os hagáis con él y comencéis a liberar la galaxia de la tiranía que la amenaza".