Dragon's Dogma 2 está ya oficialmente a la venta. Ya os hemos dejado nuestra opinión sobre el juego, pero ahora toca dejar una serie de consejos para principiantes, de cara a que vuestro viaje por este mundo abierto sea más accesible.
Cabe destacar que seguramente no contemos nada nuevo a veteranos de la primera entrega. Estamos pensando más en el jugador que acabe de llegar a este particular universo y necesite algunos consejos fundamentales para no liarla demasiado. Vamos con ello.
Tu peón debe complementarte
Al poco de comenzar el juego, tendrás que crear tu peón. En esencia, será tu compañero fijo durante toda la aventura.
Por razones obvias, debes procurar que el peón complemente a tu personaje principal. Lo ideal, desde nuestro punto de vista, es que uno sea Mago (que es el healer y también puede hacer daño mágico) y el otro sea el que se lanza de frente contra los enemigos. No tiene mucho sentido crear dos personajes de la misma clase porque puedes tener problemas al no poder actuar de más de una manera. Por ejemplo, si te haces dos personajes de daño físico, tendrías problemas con los slimes que son vulnerables al mágico.
No olvides que puedes contratar a peones ajenos para formar un equipo de hasta 4, creando un equipo equilibrado y que pueda con todo.
Viajar de noche tiene sus ventajas
En cualquier taberna o banco puedes hacer pasar el tiempo, al igual que puedes escoger a qué hora te levantas al dormir en posadas o campamentos. Esto permite que te muevas de noche. Cuando se pone el sol, es verdad que los caminos son más peligrosos (especialmente porque salen esqueletos y tardas más en ver a los enemigos), pero tiene sus ventajas. Una de las principales es que será más fácil ver Escarabajos dorados, que al consumirlos aumentan tu nivel de carga máxima.
También puedes ver con mayor facilidad las luciérnagas que señalan la posición de mazmorras y el brillo de otros objetos... y puede que vivas ciertos eventos únicos que no suceden de día.
Puedes dar órdenes a tus peones... o lanzarlos
Tus peones siguen órdenes, que puedes darles con las opciones de la cruceta de la parte inferior izquierda de la pantalla (consulta los controles en tu plataforma). En función de si han viajado o luchado contra monstruos, o de sus habilidades concretas, podrán llevar a cabo unas u otras acciones. Por ejemplo, si ves un cofre al que no llegas con un salto normal, pero llevas un Mago en el equipo, si le das órdenes de "Adelante", flotará hasta alcanzar el cofre. También pueden descubrirte lugares que hayan encontrado viajando con otros Arisen, o enfrentarse de manera más eficaz contra monstruos grandes a los que hayan derrotado en el pasado.
Pero si lo que quieres es que tu peón llegue a un sitio alto y no puede, siempre puedes arrojarlo.
Puedes agarrar a tus peones y cargar con ellos como si fueran un fardo. Técnicamente, esto se hace con frecuencia para sacar a peones inconscientes de una zona de peligro y revivirlos sin que te ataquen los enemigos, pero en ocasiones podrás usarlo para arrojarlos sobre obstáculos y que lleguen a zonas algo menos accesibles.
Usa los campamentos siempre que te haga falta
Mientras viajas, encontrarás hogueras por el mundo. En estos lugares puedes usar un campamento para crear un punto de descanso donde recuperarás tu nivel de vida máxima y podrás cocinar carne para conseguir estados beneficiosos de manera temporal. Para usarlos hacen falta kits de campamento, que puedes usar sin miedo a consumirlos.
Cuando uses un campamento, no se "gasta"... o no siempre. El propio menú te indica si es posible que los monstruos lo destruyan al pasar el tiempo en él o no. También hay varios kits específicos para zonas concretas. Los kits se gastarán únicamente si los monstruos atacan y destruyen el campamento, por lo que no hace falta que cada uno de tus personajes lleve uno encima siempre.
Guarda tu equipo antes de cambiar de vocación
Esto es una obviedad, pero por si acaso, lo avisamos. Cada vocación usa un equipo diferente, y no se comparten la mayoría de piezas disponibles para cada clase. Quizás sientas la tentación de vender el equipo al cambiar de vocación, pero guárdalo en el menú de almacenaje de cualquier posada.
El motivo es evidente: si tú o tu peón recuperáis esa vocación, por el motivo que sea, tendréis un equipo que seguramente fuera el mejor disponible para esa vocación en el momento en que la hayáis usado.
Planea tu build desde el principio
Como en cualquier juego de este tipo, cuando subas de nivel, mejorarán tus stats. Sin embargo, debes tener muy en cuenta que los stats suben en función de tu vocación. Es por esto que, al principio, dado que lógicamente subirás más rápido de nivel, tienes que pensar en qué parámetros quieres potenciar y escoger vocaciones en consecuencia.
En términos generales, piensa que las clases mágicas suben menos vida, y que las clases de combate se centran en vida y defensa física o mágica. Por ejemplo, un personaje que empiece como Luchador subirá su nivel de vida más rápido que uno que comience como Mago, pero tendrá menos poder de ataque físico que uno que fuera Guerrero al subir de nivel, etc.
¿Vienes de los Souls? Tu clase es Luchador
Si no jugaste a Dragon's Dogma pero ya te has metido en algún momento en la saga Souls o juegos similares, nos vamos a permitir hacerte una recomendación de vocación para comenzar el juego: el Luchador.
Los motivos por los que te recomendamos esta clase son que es fácil de usar y, sobre todo, cuenta con parry, algo que la mayoría de clases no tendrán hasta subirlas bastante de nivel. Tener la posibilidad de anular por completo el daño de un ataque físico es algo muy útil si es tu primera incursión en este particular universo.
Los Piélagos pueden jugar a tu favor
En Cantabria tenemos Piélagos, que es una zona que compone varios pueblos que están muy bien. Pero en el mundo de Dragon's Dogma 2, cuando te adentras en aguas profundas, se te comen los Piélagos, unos tentáculos rojizos siniestros.
En el momento en que un personaje es alcanzado por los Piélagos, muere. Tu personaje protagonista simplemente volverá a la orilla, pero los peones volverán a la Falla y los monstruos morirán. Evidentemente, si bien tienes que evitar que tus peones se metan al agua, puedes eliminar a los monstruos más peligrosos si consigues que vayan al agua. Desde cíclopes a dragones, pasando por quimeras o minotauros, ninguno saldrá de ahí. Eso sí, conseguirás puntos de experiencia, pero no loot al eliminar a bichos de esta manera.
Puedes robar en los asentamientos, pero no rompas cajas
En cualquier asentamiento, pueblo o ciudad puedes, salvo excepciones; robar lo que quieras. Puedes abrir cofres, recoger objetos, entrar en casa (salvo excepciones, como decimos. Normalmente te lo advertirán si entras en donde no debes) sin que nadie te ataque. No obstante, debes evitar "atacar" a las cajas para romperlas y ver si hay objetos dentro. Los NPC cercanos se pondrán nerviosos y terminarán por atacarte.
Ante la duda de peligro, guarda
Siempre que no estés en situación de peligro activa (saltando, en combate, con enemigos persiguiéndote...) puedes abrir el menú de pausa y guardar la partida. Se trata de una buena idea si por ejemplo ves un enemigo grande en el camino y no tienes claro si podrás acabar con él. De esta manera, si consumes muchos recursos o lo que sea, podrás cargar la partida y evitar el enfrentamiento.
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