Una de las noticias inesperadas del pasado mes fue el anuncio de Sega con su intención de adquirir Rovio, la desarrolladora del popular Angry Birds. Esta semana las compañías han hablado sobre el acuerdo y lo que podría suponer de cara a un futuro una vez se cierre la compra, que evidentemente pasa por llevar Angry Birds a sistemas domésticos modernos y expandir las licencias de sega en móviles.
Aunque es cierto que Angry Birds tuvo varios lanzamientos en consolas y PC, sobre todo hace una década, Rovio dejó de centrarse en estos sistemas; no existe Angry Birds en Nintendo Switch, por ejemplo. Alexandre Pelletier-Normand, director ejecutivo de Rovio, confirma que la compra permitirá llevar la saga de nuevo a consolas actuales.
Por supuesto, Rovio también podrá hacer uso de las licencias de Sega, tanto para lanzar Angry Birds con temáticas de Sonic, Persona o Yakuza como juegos de móviles con las sagas más conocidas. Pelletier-Normand ha dicho estar "emocionado" con la idea, que será una "gran ventaja" en el competitivo mercado de juegos en móviles.
Sega aprovechará la experiencia de Rovio
Shuji Utsumi, presidente de juegos y transmedia en Sega, ha explicado que la adquisición ayudará a la compañía a "resolver" los obstáculos que han impedido a la compañía tener una mayor presencia en los móviles.
Sólo el 12 % de los ingresos de móviles provienen de fuera de Japón, mientras que en consolas es del 80 %. Utsumi y el director ejecutivo de Sega, Haruki Satomi, confían en que Rovio ayude a impulsar la presencia en todo el mundo. "Rovio tiene una fortaleza que no tenemos", dice Utsuma.
La compra asciende a unos 706 millones de euros y permitirá que Sega controle uno de los mayores éxitos en móviles de la última década. Además de juegos, se expandió en películas de animación y merchandising, pero en los últimos años habían experimentado una crisis financiera.