Desde hace años, cuando se consiguió material original de la película de imagen real Super Mario Bros., los fans han intentado hacer un montaje extendido de la adaptación de 1993 protagonizada por Bob Hoskins, John Leguizamo y Dennis Hopper. Este trabajo no es responsabilidad de los productores originales ni de los directores de la cinta, Rocky Morton y Annabel Jankel, sino de la organización de aficionados Super Mario Bros. Movie Archive que ya estrenaron la película en PAX Australia. Ahora han decidido hacerla pública para todos los fans colgándola en The Internet Archive.
No se trata de una recopilación de escenas eliminadas sino de un nuevo montaje, Super Mario Bros: The Morton Jankel Cut, con 20 minutos más de escenas que en algunos casos dan un mejor contexto a las escenas y en otras es material más intrascendente. Es fácil reconocer las nuevas escenas porque en ellas aún aparece una marca de tiempo, pero los fans han trabajado para pulir el material, muy deteriorado en viejas cintas VHS, gracias a la colaboración del editor y artista Garrett Gilchrist. A continuación podéis ver una comparativa de la cinta original y el trabajo de restauración de color, niveles y nitidez.
La producción fue un fracaso comercial y de crítica, aunque con el tiempo ha conseguido que muchos seguidores vean la película con nostalgia. No era ese el caso de Bob Hoskins, quien confesó que el peor trabajo en el que había participado era Super Mario Bros., "una pesadilla".
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Illumination trabaja en una nueva adaptación de la licencia de Nintendo, esta vez en animación 3D. Parece que esta vez la compañía sí está satisfecha con el resultado y ha estrechado lazos con el estudio, por lo que no se descarta que en un futuro veamos más producciones de The Legend of Zelda, Metroid o Donkey Kong. Ya en 2020 Nintendo comentó que estudiaban varios proyectos de contenido visual con sus licencias, pero con una condición clara: todos esos productos tienen que tener una "relación profunda" con los videojuegos, sin aplicar cambios a los personajes que pudieran "limitar el futuro desarrollo de juegos" y respetar la individualidad de cada saga.
