Donde hay un juego online, hay tramposos; lo vimos en un reciente estudio que señalaba los juegos con más tramposos, lista encabezada por Fortnite, y los países con más jugadores fulleros, donde España se quedaba algo por encima de la media. Los jugadores que utilizan software ilegal para conseguir ventajas injustas surgen alrededor de los títulos más exitosos, algo con lo que las compañías deben luchar si desean tener una comunidad sana y competitiva. Niantic, responsable de Pokémon GO y Harry Potter: Wizards Unite, ha publicado una entrada en su blog oficial en la que precisamente habla sobre cómo lidiar con los tramposos en sus juegos.
Según la información ofrecida por la compañía, Niantic ha "castigado" a más de cinco millones de tramposos desde principios de 2020. Esta cifra no sólo recoge todos los jugadores que han recibido un toque de atención en Pokémon GO y Harry Potter: Wizards Unite, sino también en Ingress, el experimento de geolocalización multijugador interactiva que propició la creación de los dos títulos mencionados anteriormente.
Alrededor de un millón de baneos permanentes en juegos de Niantic
Eso sí, Niantic aclara que no todos los jugadores castigados han recibido el mismo trato: más del 20% de tramposos fueron baneados permanentemente de estos juegos, lo que da a entender que el resto ha recibido avisos para que dejen de utilizar hacks ilegales.
En este sentido Niantic detalla también que más del 90% de jugadores que recibieron el primer aviso desistieron en el uso de trampas, lo que para la compañía supone todo un éxito en la proporcionalidad de su actuación.
La compañía asegura que mantiene su compromiso por hacer de Pokémon GO, Harry Potter: Wizards Unite e Ingress juegos libres de tramposos, y comenta que si no actualizan más a menudo este tipo de cifras es porque no quieren dar pistas a los creadores de trampas sobre el estado actual de cada uno de los juegos. También dicen estar trabajando constantemente en nuevas mejoras y herramientas antitrampas, y piden a los jugadores que siempre utilicen las versiones oficiales de sus juegos disponibles en las tiendas digitales certificadas de iOS y Android, pidiéndoles que eviten usar las que provengan de terceros.