Microsoft se ha caracterizado en los últimos meses por apostar por una política de adquisición de estudios intensa, cuanto menos. Después de que despidieran el 2020 con la compra de Zenimax y Bethesda, surgió un artículo de Bloomberg donde se aludía a los intentos de la compañía de Redmond por adquirir otro gigante de la industria: Nintendo. ¿Cuándo? Hace 20 años. ¿El resultado? En la Gran N se terminaron riendo en la cara de Microsoft. En una reciente entrevista, Robbie Bach, expresidente de la división de entretenimiento y dispositivos de Microsoft y director de Xbox, ha querido ahondar en cómo fue esta peculiar reunión.
Microsoft y su intento de comprar Nintendo: detrás de las cámaras
Después de intentar comprar Electronic Arts - a lo que la compañía respondió con un "no, gracias" -, Microsoft se dispuso a probar suerte con Nintendo.
"Se rieron en nuestra cara", explicaba Kevin Bachus, exdirector de relaciones con third-parties, en el reportaje de Bloomberg. "Imagina una hora de alguien simplemente riéndose de ti. Eso fue más o menos lo que ocurrió en aquella reunión".
En una entrevista con motivo de los New York Game Awards (vía Twitch), donde estaban presentes Reggie Fils-Aimé (exdirector de Nintendo of America), Jack Tretton (Sony) y Robbie Bach (Microsoft), se ha querido ahondar un poco más en cómo vivió la compañía de Redmond este momento insólito. De esta manera, Bach ha comentado que Microsoft simplemente estaba "buscando socios" mientras "tanteaba el terreno" desde todos los ángulos. Nintendo estaba en el otro lado de la calle de sus oficinas, así que no perdían nada por ir a preguntar.
"En los primeros días del concepto de Xbox, Microsoft no quería hacer el trabajo duro, eso simplemente no era algo que supiéramos hacer, por lo que la idea era que estábamos buscando socios. Hablamos con todos los fabricantes de PC, hablamos con Sega... así que fuimos y hablamos con Nintendo; seguro que eran los niños grandes del barrio y, por cierto, estaban al otro lado de la calle de nuestras oficinas, así que no era como si tuviéramos que hacer un largo viaje para ir a verlos", empezaba explicando Bach.
"Así que mantuvimos una reunión con ellos, y la reacción que obtuvimos fue probablemente la que esperábamos", admite. "Ya sabes, Microsoft no tenía mucho que aportar, Nintendo tuvo éxito y siempre ha sido una empresa autónoma; hace su propio contenido... pero Bob y su equipo querían explorar todos los ángulos". Bach señalaba también que Microsoft quería evitar por todos los medios el tener que fabricar hardware: "Decidir que queríamos fabricar hardware fue un gran compromiso. Intentamos muchas formas diferentes de no hacerlo y, al final, tuvimos que hacerlo nosotros mismos".
La creación de Xbox: En busca de la competencia en el sector
Curiosamente, tal y como explica Bach, los encargados de alentar a Microsoft a fabricar su propia consola de videojuegos eran voces externas a la compañía. "Las personas número uno que nos decían que deberíamos hacer hardware eran en realidad editores externos. Gente como Electronic Arts y Activision y esos tipos, querían que alguien compitiera con Sony y Nintendo, por lo que tener una tercera persona en el mercado era bueno para ellos", apuntaba Bach.
"Entonces, ya sabes, A. teníamos socios potenciales que nos dijeron que no y B. teníamos editores externos que nos decían 'tienes que hacer esto tú mismo', así que eso es lo que hicimos", concluyó Bach. Actualmente, tanto Microsoft como Nintendo mantienen muy buenas relaciones; por su parte, la firma de Redmond cuenta bajo sus alas con 23 estudios tras la compra de Bethesda.
