Acompañando al lanzamiento de las nuevas consolas de Microsoft y Sony, Xbox Series X/S y PlayStation 5, se estrenó la versión optimizada de Borderlands 3 para estas plataformas como una actualización gratuita para quienes tuvieran la versión de Xbox One o la de PS4 (también está disponible en PC y en Google Stadia). Ahora, los expertos en análisis técnicos de Digital Foundry han publicado una comparativa que pone frente a frente las tres versiones de nueva generación, y no hay una clara ganadora: PS5 tiene mejores detalles gráficos y menores tiempos de carga, mientras que la Xbox más potente es más estable. Curiosamente, Xbox Series S sorprende porque es la más estable de todas.
Resolución y gráficos
Como viene siendo habitual, Borderlands 3 utiliza resolución dinámica. El objetivo en ambas consolas es, en el modo calidad, alcanzar los 4K (3840 x 2160) a 60 fotogramas por segundo.
Sin embargo, en los momentos en los que la acción en pantalla es demasiado vertiginosa, se baja la resolución para intentar mantener el framerate, pero no baja nunca de los 2016p, por lo que el objetivo de que no bajen los fotogramas por segundo no siempre lo consigue. El objetivo de la versión de Xbox Series S son los 1440p dinámicos: disminuye hasta los 2112 x 1188.
Pasando a los retoques visuales, en PS5 las sombras dinámicas se ven mejor que en PS4 Pro y la distancia de dibujado de las sombras también es mayor. Las sombras en general han mejorado en todas las versiones y la detección de colisiones funciona de manera más correcta; todas estas mejoras también están en Xbox Series S. Eso sí, es de suponer que han mantenido el código utilizado en las versiones de PS4 Pro y Xbox One X, ya que las diferencias en la densidad de la vegetación que había en esas consolas (mejor en la de Sony) se siguen manteniendo aquí.
Fluidez, framerate y tiempos de carga
PS5 y Xbox Series X tienen dos modos. Comencemos por el modo calidad, que aspira a los 4K y 60 fps. Sin embargo, no siempre alcanza ese framerate, ya que disminuye hasta los 50 fps en ambas máquinas cuando hay transparencias detalladas e incluso al abrir cofres de loot. Es escenas cinematográficas están bloqueadas a 30 fotogramas por segundo. El framerate a 60 fps es más estable en Xbox Series S, que tiene una resolución objetivo de 1440p al contrario de los 4K de sus mayores.
Las dos máquinas más potentes tienen también un modo 120 fps que es algo irregular. Al principio funciona casi a la perfección, pero al llegar a Promethea ese framerate baja hasta los 80 fps. Como este modo usa sincronización vertical, se muestran tiranteces en la imagen cuando hay bajadas bruscas en la tasa de fotogramas por segundo. Sin embargo, aquí sale ganando Xbox Series X porque cuenta con una tecnología (en televisores y monitores compatibles) de la que carece PS5 de momento: la tasa de refresco variable (VRR). En pantallas compatibles con VRR, la oscilación entre los 90-120 fps es difícil de apreciar. Además, el framerate suele ser mejor en Series X: en una fase de conducción por carretera, la versión de XSX funcionaba 15 fps más fluida que la de PS5.
Para concluir, los tiempos de carga se reducen notablemente en los tres sistemas, aunque más en PlayStation 5: una misma escena que tarda 12 segundos en la consola de Sony tarda entre 14 y 15 segundos en las máquinas de Microsoft. En nuestras impresiones de esta versión comentábamos: "si todavía no le habéis dado una oportunidad y sois jugadores de consolas, aquí encontraréis las versiones perfectas para lanzaros a por él".