Las cajas de loot deberían ser reguladas. Esa ha sido la conclusión a la que ha llegado un comité parlamentario del Gobierno de Australia, consultado con el foco puesto sobre todo en la defensa de las personas menores de edad con acceso a Internet, procurando salvaguardar su seguridad en las relaciones con productos online como, en este caso, los videojuegos multijugador.
Para este comité existe una cierta preocupación en la comunidad sobre cómo estos videojuegos exponen a los niños a lo que ellos llaman ‘simulated gambling’, es decir, un sistema de apuestas que sin ser directo, como pudiera ser en un sistema de juego real, simula una fórmula que puede provocar "problemas con el juego y daños futuros asociados a ello".
Como solución, el comité australiano propone que se desarrolle nuevo estándar para la verificación de la edad en Internet, algo que le solicita directamente a la Agencia de Transformación Digital del país, que se gestiona a través del Centro Australiano de la Ciberseguridad. Además, se en el informe que ha publicado el comité se sugiere también que los videojuegos que incluyan cualquier tipo de microtransacción, ya sean loot boxes o complementos estéticos, deberían contar con avisos que dejen claro la presencia de este tipo de mecánicas.
Con este nuevo informe el comité australiano reafirma la postura mantenida por el gobierno del país en años anteriores, al tiempo que las complementa con consejos sobre cómo mejorar y haciendo especial hincapié en la recomendación principal de regular las cajas de looteo.
Para ello este comité se ha apoyado en una llamada a la regulación realizada también recientemente por el gobierno de Reino Unido.
España también regulará las cajas de loot
Ya a finales del mes pasado el Gobierno de España prometió regulación en base a las cajas de botín. El Ministro de Consumo, Alberto Garzón, explicó que se pondría al frente de una iniciativa de legislación reguladora de las loot boxes para prevenir la ludopatía. Actualmente se considera que este tipo de mecánicas pueden dar pie a "comportamientos de consumo compulsivos" dado el alto nivel de azar con el que cuentan las propias cajas, cuyo contenido es sorpresa en la mayoría de los casos.
Esta ola contraria a las loot boxes viene de lejos, pero ahora parece que comienza a dar sus frutos. Francia y Bélgica también han comenzado a andar el camino de la regulación, y parece que poco a poco cada vez más países están adoptando políticas que sigan esa línea en favor de la protección de la infancia.