Hace unos años, varios organismos del consumidor europeos decidieron emprender acciones legales contra las grandes tiendas digitales del sector del videojuego, alegando que no ofrecían garantías suficientes a los usuarios, vulnerando sus derechos como compradores al ser poco claras a la hora de ofrecer a los usuarios los mecanismos de cancelación de reservas. El Consejo de Consumidores de Noruega y la Autoridad Alemana de Protección puso sus miras en Nintendo, llevándola a los tribunales. Ahora, la justicia le ha dado la razón a la empresa de Mario.
Nintendo gana un caso que había contando con gran respaldo mediático
El informe destacaba que estas tiendas no obtenían el "expreso consentido del consumidor y la aceptación por su parte de que pierde el derecho de reintegro" del dinero en el proceso de compra, algo que, como ya os explicábamos, vulneraba la normativa europea. Sin embargo, el tribunal alemán en el que presentó el caso, ha determinado que el no permitir la cancelación de aquellos pedidos anticipados en la Nintendo eShop es algo completamente legal y conforme a la legislación del territorio.
Es decir, el hecho de reservar un juego en la eShop y la imposibilidad de su posterior cancelación, incluso si el videojuego no se llega a lanzar o comercializar, son elementos legales. Si bien la resolución puede ser apelada, y es probable que ambos organismos recurran, hablamos de un caso costoso y complejo en el cual, ambas organizaciones, llevaban trabajando más de año y medio con el respaldo de consumidores y medios de toda Europa.
"Existe una falta de claridad en estas tiendas digitales preocupante", explicaba hace unos meses Finn Lützow-Holm Myrstad, director de la división de servicios digitales de la organización noruega. En su momento fue uno de los impulsores de esta demanda, y si bien estaba decidido a conseguir que estas tiendas cambiasen sus procesos, reconociendo el derecho de protección a los consumidores europeos según la legislación vigente, esta resolución supone un duro revés a sus fines y el de los clientes involucrados.
