Para muchos, videojuegos como The Elder Scrolls IV: Oblivion o The Elder Scrolls V: Skyrim, fueron los primeros juegos de rol de la saga. Sin embargo, si retrocedemos la vista atrás, concretamente a 1996, encontraremos al título más grande de la serie. Hablamos de The Elder Scrolls II: Daggerfall, un juego de rol que ostenta el récord de uno de los mapas más extensos y complejos de la historia de los videojuegos y uno de los escenarios más complejos de recrear con la tecnología actual. Hasta ahora.
Un desarrollador ha recreado el videojuego entero en Unity
The Elder Scrolls II: Daggerfall, hasta la fecha, únicamente se podía jugar en un PC moderno a través de programas que emulasen MS-DOS, el sistema operativo anterior a Windows. Si bien no es algo complicado, y de hecho la propia Bethesda ofrece la descarga gratuita de Dagerfall desde 2009, siempre se puede mejorar y hacer más cómoda la transición de cara a los nuevos jugadores.
Sus gráficos se han quedado un poco anticuados, y los píxeles hacen su agosto por todo el escenario de fantasía medieval del juego, pero no hay que olvidar la maravilla técnica que fue en su día.
Según datos oficiales, únicamente la región de Roca Alta en el mapa del título ya acerca en tamaño a Inglaterra, con 161.600 kilómetros cuadrados explorables, aunque la propia Bethesda lleva afirmando desde hace años que el área de juego real tiene el doble de superficie que el Reino Unido. En cualquier caso, y aunque hablábamos de escenarios que se repetían y generaban de forma aleatoria, adaptar todo ese mapa a un nuevo motor gráfico es una verdadera hazaña. Sin embargo, Gavin "Interkarma" Clayton comenzó a experimentar en 2014 en portear el título a Unity, cambiando el tipo de de renderizado 3D, diseñando herramientas y abriendo el proyecto a todos los usuarios, que podían convertir sus assets preferidos a Unity.
El proyecto evolucionó en octubre de 2015, cuando Clayton decidió lanzar la primera parte de su ambiciosa idea. Ahora, con la primera alfa, el juego es compatible con resoluciones muy altas, tiene mejores texturas, soporta pantallas panorámicas y cambia el sistema de control de ratón por un clásico WASD que nos permite ahora usar el periférico anexo para mover la cámara y explorar con más libertad. Hay un buen número de ajustes jugables y de interfaz, muchos muy lógicos a día de hoy, y que hacen del título una experiencia menos agreste. Pero su creador quiere seguir mejorándolo.
"De alguna manera, un juego en formato alfa quizás no parece un gran trato de cara al jugador", comentaba Clayton en el blog Daggerfall Unity. "Es verdad que estuvimos atascados mucho tiempo con un par de efectos, pero emocionalmente siento que alcanzar este punto realmente es un gran hito para el proyecto. Representa las etapas finales de desarrollo que están aquí por fin", añadía contento con su logro. Tenéis todos los detalles, aquí.
Podéis descargarlo, aquí.