Recientemente os hablamos del senador republicano Josh Hawley y su cruzada contra la presencia de las cajas de botín en los juegos infantiles. Ahora, Hawley ha sumado el apoyo de dos senadores demócratas, Richard Blumenthal y Ed Markey, que dieron su aprobación a su proyecto de ley.
Republicanos y demócratas contra las loot boxes
En virtud de la Protecting Children from Abusive Games Act, que protege a los niños de los juegos adictivos, se prohibiría a los videojuegos infantiles implementar cualquier mecanismo de pago para ganar.
Según el propio Hawley, quedarían prohibidas las recompensas aleatorias mediante microtransacciones, manipular el sistema de progreso para animar a los jugadores a gastar dinero o dar ventajas competitivas por la compra de microtransacciones.
En declaraciones realizadas durante el día de ayer, el senadores Richard Blumenthal y el senador Ed Markey dieron su visto bueno a la propuesta legislativa de Hawley.
"El Congreso debe enviar una advertencia clara a los desarrolladores de aplicaciones y compañías de tecnología: los niños no son vacas comerciales para explotar con fines de lucro", dijo Blumenthal.
Markey agregó: "El ecosistema de entretenimiento digital de hoy en día es un guante online para los niños". A su vez, indicó: "Las características del juego, intrínsecamente manipulables, se aprovechan de los niños y convierten el tiempo de juego en tiempo de pago deberían estar fuera de límites".
La opinión de la ESA
The Entertainment Software Association (ESA) no ha quedado al margen de este debate y proporcionó una declaración con respecto al proyecto de ley de Hawley. Stanley Pierre-Louis, director ejecutivo de la asociación, expresó lo siguiente:
"Esta legislación tiene fallas y está plagada de inexactitudes. No refleja cómo funcionan los videojuegos ni cómo nuestra industria se esfuerza por ofrecer experiencias de entretenimiento innovadoras y convincentes a nuestras audiencias".
A continuación, agrega: "El impacto de este proyecto de ley sería de gran alcance y, en última instancia, sería perjudicial para la experiencia del jugador, sin mencionar a los más de 220,000 estadounidenses empleados por la industria de los videojuegos. Alentamos a los copatrocinadores del proyecto de ley a que trabajen con nosotros para crear conciencia sobre las herramientas y la información que mantienen el control de los juegos y que dejan el control del gasto en manos de los padres, en lugar de en manos del gobierno".