Dembélé, futbolista del F.C. Barcelona, es un apasionado de los videojuegos... y parece que sin ningún tipo de control, lo cual le estaría costando el voto de confianza que el club ha depositado en él.
Según se ha hecho eco el diario As, el jugador quiso organizar una quedada en sus amigos en su casa para pasar la noche del miércoles jugando.
La sesión de juego les hizo quedarse despiertos hasta altas horas de la madrugada y, por si fuera poco, el jugador olvidó encender la alarma del móvil. Esto provocó que se quedara dormido y no acudiera al entrenamiento de las 11:00 horas.
Fue Carles Naval, delegado del club, quien tuvo que avisar al jugador media hora después al ver que no se presentaba.
Irresponsabilidad en su trabajo
Dembélé puso de excusa que se había despertado con problemas estomacales, y que por eso no había acudido a entrenar. El problema es que este tipo de comportamiento se ha convertido ya, al parecer, en una rutina para el jugador.
Y es que temen que la inclinación de Dembélé por los videojuegos sea la causante de esta actitud. El jugador, que no cuenta con nadie que guíe su rutina diaria, está rodeado de amigos que pasan las noches en su domicilio jugando a videojuegos "de manera compulsiva".
Presumiblemente, el F.C. Barcelona tendrá que poner, finalmente, algún tipo de medida al jugador, dado que su actitud ya está consiguiendo que tanto los técnicos como sus compañeros de plantilla le retiren su confianza.
Ousmane Dembélé llegó al Barça en el verano de 2017 y en su momento fue el fichaje más caro de la historia del club, con un desembolso de 150 millones de euros, una incorporación que se produjo tras la polémica marcha de Neymar.
En el pasado Mundial de Rusia también hubo polémica con la selección alemana, y acusaron a Fortnite de ser el culpable del mal rendimiento del equipo germano.
Esta polémica es recurrente en el mundo del fútbol, y los aficionados al Real Madrid recordarán lo ocurrido con el francés Nicolas Anelka en 1999, que tuvo una difícil adaptación a España, y al que se le acusaba de estar enganchado a la PlayStation.