La formación en desarrollo de videojuegos de U-tad incluye un grado en Diseño de Productos Interactivos y tres másteres (en Programación de Videojuegos, en Arte y diseño Visual de Videojuegos y en Game Design). A mitad de curso, los alumnos de estos últimos se dividen en grupos y trabajan en un proyecto como si se tratase de un estudio real de videojuegos.
Igual que ya hicimos el curso pasado, este año vamos a ir siguiendo estos trabajos paso a paso para observar cómo evolucionan.
Normalmente los videojuegos se anuncian cuando el desarrollo está avanzado, pero Windfolk, Khion 1 No Return y Deathroned se han presentado ante la prensa cuando son poco más que una declaración de intenciones.
Hay que poner en práctica lo aprendido, pero también trabajar en equipo y aprender a comunicarse
No es una tarea sencilla, afirmó Javier Jare Arévalo, director académico de los másteres antes de la presentación "porque nos aseguramos de que los proyectos finales sean muy notables. El trabajo de los alumnos es muy exigente a nivel de trabajar y de aprender de su disciplina, pero también en trabajar en equipo y aprender a comunicarse, en la dinámica de lo que sería un equipo profesional. Y todo mientras continúan hasta junio con sus estudios. Es una experiencia intensa y de mucha dedicación, pero los resultados avalan que este método funciona".
Ese aval lo aportan los resultados de los proyectos de años anteriores, varios de los cuales ya se han publicado como juegos comerciales (Rollig Bob), están a punto de hacerlo (Intruders: Hide and Seek) o están en desarrollo ya fuera de la Universidad (Greyfall, Disembodied). Este año los tres proyectos que han elegido los alumnos se basan en los disparos, aunque cada uno de ellos tiene unas bases de juego y unas mecánicas muy diferentes.
Windfolk, de Fractal Fall
El primero de los proyectos de este año utiliza como mecánica principal el vuelo, con la idea de que la alternancia entre la acción en el suelo y en el aire sea fluida. La acción transcurre en tercera persona y en un mundo abierto compuesto por islas flotantes variadas: unas llamarán a la exploración, mientras que otras serán arenas.
La protagonista, una cazarrecompensas al servicio de una de las dos facciones en lucha, vuela gracias a un jetpack y hay que gestionar la munición de las armas y el combustible de la mochila propulsora. Según avance el juego podremos personalizar las características del personaje.
Para la dirección artística uno de los bandos llevará uniformes asimétricos y tendrá líneas suavizadas y el otro lucirá trajes más rectos y simétricos. Fractal Fall tiene ya incluso algunos diseños de mochila.
Podremos combatir tanto desde el suelo como desde el aire en cualquier momento, y explorar las distintas islas o incluso asaltar naves enemigas. La descripción que el estudio ha realizado del juego reza: "Es como si Nathan Drake le robara el jetpack a Boba Fett".
Khion 1 No Return, de Tenjet Games
La protagonista de Khion 1 No Return despierta un día en la base en la que vive y descubre que está cubierta por el hielo y sus compañeros habituales han sido sustituidos por unos seres extraños a los que les atrae el calor. Se trata de un proyecto pensado para los amantes del género de terror, la supervivencia y la ciencia-ficción.
El frío se convierte así en el centro de la jugabilidad. Hay que ir también buscando el calor en hogueras y conductos de ventilación y alejarse de las zonas con frío más intenso, ya que si baja demasiado la temperatura corporal el personaje se moverá con más dificultad y hasta se alterará su capacidad de apuntar, algo especialmente grave ya que la munición será escasa y habrá que recurrir al sigilo en ocasiones. Entre las características previstas en el juego está un QTE para la recarga de las armas.
Visualmente, el juego remitirá a las bases militares de la II Guerra Mundial y principios de la Guerra Fría
Deathroned, de Nuclear Toaster Studio
Nuclear Toaster Studio define su juego como un "souls-like shooter en primera persona con toques rogue-like", lo que no transmite bien la emoción de las bases de Deathroned. La historia cuenta que la protagonista es una apasionada de la magia negra y el ocultismo que ha convertido su mansión en un portal con el que intenta llegar a seres diabólicos y acabar con ellos.
Antes de ese combate con un jefe, debe adentrarse en el laberinto en que se convierte la casa en cada partida buscando consumibles, armas y armaduras para que esa lucha final sea en las mejores condiciones posibles. El aspecto del juego recordará a la época victoriana, con un exceso de decoración esotérica y la madera como materal básico.
El jugador debe evaluar hasta qué punto quiere avanzar por las distintas habitaciones que le alejan del centro en el que está el jefe para encontrar recursos, porque además de enfrentarse a distintos enemigos llega un momento en que cambian las salas y deberá encontrar el camino de vuelta, teniendo en cuenta que, además, se va reduciendo una zona en la que es probable que nos encontremos con una estatua viviente, un enemigo inmortal que avanza cuando apartamos la mirada de él -a semejanza de los ángeles llorones de la serie de televisión Doctor Who- .
Lo más probable es que estas ideas iniciales cambien bastante en el transcurso del año hasta octubre, cuando se cierra el proceso de desarrollo dentro de los másteres de U-tad. En cada artículo iremos conociendo más en detalle estos proyectos y siguiendo cómo evoluciona cada uno de ellos, las dificultades que se encuentra cada grupo de alumnos y cómo las resuelven.
