En un extenso reportaje publicado por Kotaku en el que han podido entrevistar a varios miembros implicados en el desarrollo del juego de Star Wars del recientemente cerrado estudio Visceral Games, se sugiere que el título llevaba mucho tiempo teniendo problemas de desarrollo e incluso que algunos se arrastraban desde el principio.
El reportaje sugiere que el título era demasiado ambicioso y que eso causó problemas desde el principio en el estudio, lo que, unido a comparaciones con la saga Uncharted, afectó a la moral de muchos miembros de Visceral.
Además, EA estaba preocupada porque creía que sería difícil publicitar el juego.
El proyecto era conocido internamente como Ragtag y, como sabemos, iba a ser una aventura en tercera persona centrada en el personaje de Dodger, un rebelde con algunos rasgos que recordarían al joven Han Solo. El juego emplearía el punto de vista de varios miembros de la tripulación de Dodger, con el objetivo de diferenciarse de Uncharted, algo que aparentemente era una de las preocupaciones principales de Electronic Arts.
Los problemas de moral se arrastraban de antes
La moral de Visceral Games estaba baja antes de empezar con el juego por los problemas que supuso Battlefield Hardline, un duro proyecto que asumieron y para que el que consideraban que no tenían suficiente personal asignado. Además, EA impuso el uso del motor Frostbite en Ragtag pese a que no se había usado para aventuras en tercera persona, lo que añadía más dificulades.
No solo eso: al ser un juego de Star Wars era necesaria la aprobación de LucasFilm para cada decisión importante, lo que podía suponer meses de espera.
También se explica que hubo choque de ideas entre la directora y guionista, Amy Henning, y el equipo de diseño, lo que supuso un desgaste personal adicional para los trabajadores.
Un desarrollo lento y dudas sobre cómo venderlo
Esas circunstancias hicieron que el desarrollo fuera más lento de lo que se había estimado inicialmente y EA no estaba convencida de la narrativa del juego, que prometía ser inusual para sorprender a los usuarios.
EA quería elementos clásicos y fáciles de publicitar vinculados a Star Wars, como los jedi, la Fuerza, etc., pero estos y otros aspectos se habían descartado para optar por contextos más originales.
Ya en 2017, Visceral Games presentó una versión del título para mostrar el progreso a la central de Electronic Arts y esto no consiguió calmar las dudas de la compañía, que a los pocos días decidió cerrar el estudio. Aunque han indicado que el título no está cancelado, su destino no está nada claro en estos momentos: si finalmente sale adelante, parece claro que será algo muy diferente a lo que habían concebido en Visceral Games.