La película de Metal Gear Solid sigue en marcha. Dirigida por Jordan Vogt-Roberts (Kong: La Isla Calavera), quien lleva vinculado al proyecto desde 2014, ha descrito las medidas que tomó con los guionistas… y cómo consiguió convertirse en el director del proyecto.
"Estaba sentado en el despacho de un ejecutivo de Sony, y tenía un libro sobre Metal Gear Solid sobre la mesa, y yo dije ‘Oh, Dios mío, ¿tienes algo de Metal Gear preparado?’ y me dijeron ‘Sí, pero esto no es para ti’, más o menos fue así", explicaba Vogt-Roberts.
"Entonces me fui hacia mis agentes y estaba como ‘Eh, tíos, no entendéis lo importante que es esto para mí, y cuánto me gusta, y cuánto me encanta su tono, los personajes y su idiosincrasia’, comentaba.
"Les dije a mis agentes y managers que quería hacer esa película".
Tras una avalancha de reuniones y conversaciones, Vogt-Roberts se hizo finalmente con la dirección de la película. Una vez conseguido el primer paso, el ya director de la película tuvo que empezar a buscar guionistas. Pero, por supuesto, no iba a contratarles de cualquier forma.
En este sentido, Vogt-Roberts los invitaba a probar el juego original de la saga, publicado en 1987, para que tuvieran constancia del tono furtivo del título. Después, una vez se hacían con las mecánicas del primer juego, les dejaba probar Metal Gear Solid V: The Phantom Pain, la última entrega publicada en 2015, para que descubrieran cuál había sido el recorrido del juego.
Después de mostrarles ambos extremos, Vogt-Roberts tendría al guionista potencial. A su vez, también les enseñó Metal Gear Solid 2: Sons of Liberty. De esta forma, Vogt-Roberts se aseguraba que sus guionistas tuvieran una idea general de la saga y del tono que la caracteriza.
Tendremos que esperar a que la película se estrene para conocer si la técnica de Vogt-Roberts ha dado sus frutos en el guion.