En una época en la que los videojuegos son el objetivo de cualquier conflicto violento, el Príncipe Harry de Inglaterra ha reconocido que éstos le han sido útiles a la hora de sumergirse en distintos conflictos armados.
Explica que es un gran aficionado, y que "da palizas" a sus compañeros jugando a FIFA en las bases militares. Asegura también que los exámenes son una auténtica pesadilla para él, pero que los videojuegos han tenido un impacto positivo en su desarrollo como soldado.
Antes de sacar conclusiones precipitadas, el Príncipe Harry no apunta a que jugar a PlayStation o Xbox le hayan ayudado a utilizar armas en la guerra, sino a mejorar sus habilidades como piloto. "Me gusta pensar que me manejo bien con los pulgares", concluye el Príncipe en referencia a su pilotaje y su pasión por las consolas.