Frontier Developments no es uno de esos estudios cuyo nombre resuena por la industria, pero una de sus creaciones, LostWinds, sí que consiguió hacerlo. Ya de por sí era difícil hacerse un nombre en WiiWare de Wii –lo que sería ahora la eShop–, pero Frontier Developments no sólo lo consiguió en la consola de Nintendo, sino también llevándolo a dispositivos móviles, donde su éxito alcanzó nuevos públicos. Este estudio había formado proyectos dispares, tales como Kinectimals, Dog’s Life o varias entregas de Thrillville, y con el lanzamiento de Xbox 360 y PlayStation 3 querían probar algo totalmente diferente: The Outsider.
Era 2005 cuando Frontier anunciaba este proyecto para las mencionadas consolas y PC. Todavía Xbox 360 se veía muy lejana en el horizonte, y The Outsider era uno de los primeros juegos que venían demostrando lo que podrían dar de sí las por entonces nuevas consolas, y captó el interés de muchos. A pesar de haber comenzado como un proyecto "aventurero", en términos de publicación, más adelante comenzó a trabajar con Codemasters, compañía con años de experiencia en el sector, y que se encargaría de editar el juego.
El juego era un proyecto muy, muy ambicioso. La idea era crear un thriller de acción policíaca, en el que controlábamos a un oficial de la CIA, que tras un "impactante inicio" se convertiría en el enemigo público número uno por algo que él no había hecho, y nos dejaba en una situación un tanto peliaguda. La base jugable se construiría sobre un mundo abierto, pero tendríamos ante nosotros multitud de decisiones que tomar, no sólo de manera explícita, sino incluso con pequeños detalles que acabarían modificando el devenir de la historia, "mucho más allá de elegir meramente entre el bien y el mal", afirmaban.
Con la promesa de una total libertad, podríamos enfocar nuestra aventura de varias maneras. Sería posible, por ejemplo, acatar una venganza ultraviolenta contra quienes nos pusieron en esta encrucijada, aprovechar la complicada situación en nuestro beneficio, o embarcarnos en una aventura por limpiar nuestro nombre. El equipo siempre hizo mucho énfasis en el sistema de acción-consecuencia, aunque nunca llegó a detallarlo, pero querían que todo lo que hiciésemos repercutiese de algún modo en el mundo virtual. Por ejemplo, si robábamos un coche, quizás esa persona no podía ir a trabajar y determinada tienda estaba cerrada. Quedaban muchos cabos por atar en este frente, pero os podéis ir haciendo una idea de la ambición.
El juego, dicho sea de paso, se basaría en Washington DC, y recorreríamos escenarios como el cuartel general de la CIA en Langley, la Andrews Air Force Base o el Newport News Naval Dockyard. La ciudad prometía ser riquísima, con muchísima densidad de público, aunque no sabemos la extensión que se llegaría a crear, si bien las mencionadas ubicaciones no están precisamente cerca. El juego prescindiría de todo tipo de cinemáticas, y la historia evolucionaría basándose en las mencionadas acciones y consecuencias de una manera que, según afirmaba el estudio en su momento, sería verdadera "nueva generación".
De nueva generación también sería su sistema de animación e inteligencia artificial, que sería "adaptativa" para las diferentes situaciones, y que harían mucho más desafiantes y variadas las secuencias, evitando que las reacciones de los personajes se repitiesen una y otra vez. Dicho sea de paso, tendríamos también un espectacular arsenal a nuestra disposición. Tecnología punta, armas de todas clases y un entrenamiento de élite multiplicaban las posibilidades de nuestro protagonista.
Como veis, el proyecto era ambicioso. Muy ambicioso. Pero tras su anuncio en 2005, y con un 2006 bastante agitado para The Outsider –que incluso llegó a mostrarse a puerta cerrada en el E3–, el juego desapareció de los medios. Como indicábamos anteriormente, Codemasters se involucró en el proyecto, pero a mitad del desarrollo se desinteresó por el mismo, despertando los rumores de cancelación. Primero previsto para 2007, luego 2008, luego 2009… The Outsider se alejaba en el calendario hasta que, cuando ya nadie lo daba por vivo, en 2010, Frontier reveló que seguía en desarrollo. No durante mucho tiempo, eso sí, ya que en 2011, el estudio explicó que detenía el proyecto, pero que no lo cancelaba, ya que todavía quedaban editoras interesadas en él.
Estamos ya a mediados de 2014, y Frontier –que ahora trabaja en Elite: Dangerous– no ha vuelto a hablar de él. La fe es lo último que se pierde, dicen, y es bien cierto que con la tecnología actual The Outsider tendría más sentido que nunca. ¿Volveremos a verlo resurgir? ¿Es el momento de aprovechar la moda del mundo abierto y la innovación narrativa, o está ya saturado el mercado? Nosotros, por el momento, sólo podemos contaros lo que pudo ser.
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