Hace diez años, Vandal decidió dedicar una sección semanal en la que se repasaba la historia de juegos cancelados o juegos que cambiaron durante su desarrollo, ya sea de manera radical o dejando fuera contenido importante. Durante una década, esta sección se ha convertido en un extenso archivo de títulos que, en cierto modo, nunca jugamos, incluyendo varias exclusivas como la de Invaders, un juego completamente desconocido hasta que lo desvelamos, o ilustraciones nunca antes vistas de Heavenly Sword 2. Pero todo tiene un final, y con este artículo especial en el que discutimos las razones por las que se cancelan los juegos nos despedimos.
Cancelaciones normales
Las razones más lógicas para la cancelaciones de videojuegos suelen ser o el dinero o que un juego sale mal. Por ejemplo, Darkside, el juego cancelado de los creadores de God of War, parece haberse descartado porque no cumplía con las expectativas después de cuatro años en desarrollo y muchos, muchos millones de dólares. Que un juego no cumpla con las expectativas internamente es relativamente común y, de hecho, es algo que le pasó a Horizon: Zero Dawn, pero Guerrilla consiguió darle la vuelta a la tortilla y solucionar esos problemas, mientras que Sony Santa Monica, aparentemente, no fue capaz.
Sobre el dinero, hay multitud de variantes aquí. Generalmente, una editora puede cansarse de dar dinero si hay muchos retrasos y dejar de pagar si ve que el juego va a costar mucho más de lo planeado. Esto no es siempre culpa de la editora. Hay veces que los encargados de un estudio mienten sobre la capacidad o la experiencia que tienen o, sencillamente, no saben gestionar el proyecto. Las editoras también pueden decidir que, por cualquier razón, ya no quieren sacar un juego así. Puede ser porque el mercado está cambiando, porque han perdido la licencia del proyecto y sin ella no tiene viabilidad económica o, simplemente, porque han decidido abandonar repentinamente el negocio de los videojuegos.
Por último, hace unas cuantas generaciones no era raro que los juegos se cancelasen para adaptarlos a la siguiente consola. Cuando una consola veía a su sucesora acercarse, los equipos comenzaban a cambiar de plataforma, matando muchos proyectos en el proceso. Eso ya no parece ser un problema, teniendo en cuenta que ahora lo raro es ver juegos que no sean intergeneracionales.
Cancelaciones no tan normales
Además de estos motivos, más o menos lógicos, hay algunos casos que se merecen una mención especial. Os contamos algunos de los más curiosos.
Por robar código
El caso más notable de este tipo de cancelación es Silicon Knights. Tras llevar a Epic Games a juicio por no cumplir con lo prometido en el contrato de Unreal Engine, resultó que el estudio había robado código de Epic y lo había usado sin su permiso, lo que causó que todos los juegos hechos o en desarrollo con Unreal Engine 3 tenían que destruirse. Esto incluye varios títulos que hemos cubierto en esta sección. El golpe para Silicon Knights fue tal que el estudio cerró año y medio después.
Por una filtración
Nintendo no se anda con tonterías. Hace poco descubrimos que la Gran N había cancelado una serie de The Legend of Zelda y otra de Star Fox con Netflix las filtraciones sobre la primera. Lo mismo hizo con High Voltage, que tras firmar los dos primeros Conduit, comenzaron a trabajar en un juego de disparos de corte infantil con robots y con el agua como principal arma y medio de transporte, una idea que bien podría haber sido el origen de Splatoon. Cuando se filtró el proyecto y High Voltage se negó a descubrir al culpable, Nintendo cortó lazos con la empresa.
Por razones políticas
Aunque ahora ha vuelto con otra editora, originalmente Konami canceló Six Days in Fallujah por razones políticas. La razón es que, en su momento, el juego se anunció cuando la Guerra de Iraq, en la que se ambienta, seguía activa todavía, y las familias no veían bien hacer negocio con la muerte de sus seres queridos tan recientes. Aparte, la ocupación de Faluya es considerada un crimen de guerra, siendo una de las batallas urbanas más duras y sangrientas desde la guerra de Vietnam, en palabras de los propios soldados estadounidenses. Además de una ocupación ilegal, la Segunda batalla de Faluya se estima que acabó con alrededor de 1000 civiles muertos a manos del ejército norteamericano y sus aliados; muchos de ellos, gente que no tenía adónde ir y se negó a abandonar sus casas cuando los invasores propusieron la evacuación. Por si esto fuera poco, Estados Unidos no permitió a ningún hombre en edad de combatir que abandonara la ciudad, y muchas familias decidieron quedarse junto a ellos.
Por un desastre natural
Imagínate hacer un juego sobre un desastre natural en Japón y que haya, justo cuando lo vas a sacar, haya un desastre natural en Japón. Objetivamente, es un poco de mal gusto, y fue por esto por lo que Disaster Report 4 se canceló cuando un terremoto y un tsunami causaron estragos en el país. Al menos, acabó saliendo siete años después, dando el salto de PlayStation 3 a PlayStation 4 en el proceso.
Porque tu juego era demasiado raro
Según revelaron varios empleados de Free Radical en entrevistas tras el cierre del estudio, Time Splitters 5 se enfrentó a dos grandes desafíos para desarrollar la cuarta entrega. El primero, convencer a las editoras de que lo de Haze fue sólo un tropiezo. El segundo, que las editoras no sabían cómo venderlo. Al parecer, el juego era demasiado raro, y nadie quería seguir poniendo en un juego que no sabían cómo vender. Según decían, no tenía un «mensaje de marketing» lo suficientemente claro.
Porque rompe el código de honor de Nintendo
Next Level Games, los creadores de Super Mario Strikers y su secuela, le propusieron a Nintendo seguir expandiendo la variante deportiva de sus personajes con Super Mario Spikers, un juego que combinaba lucha libre, voleibol y programa de televisión. Según parece, Nintendo lo acabó rechazando porque ciertos aspectos chocaban con el código de honor de la compañía, aunque no sabemos exactamente cuáles.
Por problemas personales
Aunque parece que hay más que no sabemos, la cancelación de Fez II se debe a varios enfrentamientos y ataques a su creador, Phil Fish, en las redes sociales y programas sobre videojuegos. Parece ser que la gota que colmó el vaso fueros los comentarios, bastante desagradables, de Marcus Beer, presentador de GameTrailers. Fish tuiteó que cancelaba el juego, asegurando que «ya no podía tragar más» y que la cancelación no era cosa de algo puntual, sino el final de una «larga y sangrienta campaña (contra él)».
Por problemas entre compañías
A estas alturas, todos sabemos que Sony y Nintendo tenían una muy buena relación, hasta el punto de estar trabajando juntos en PlayStation hasta que la cosa se torció y tomaron rumbos diferentes en la industria. Una víctima atrapada en un conflicto ajeno fue Game Freak, creadores de Pokémon, que vieron cómo su juego, Jerry Boy 2, se cancelaba estando ya completamente terminado por las desavenencias de Sony y Nintendo, siendo un juego editado por la primera para una consola de la segunda.
Porque tu mujer te rompe el juego
Quizás, la historia más loca de todas. Hace algunas décadas, era relativamente factible que una única persona realizase las adaptaciones de un juego a otra plataforma. Colin Porch se había especializado en adaptaciones a Commodore 64, y recibió el encargo de hacer lo propio con Parasol Stars, un juego de Ocean, tras una demo inicial que convenció a la compañía. Lo que no se esperaba Colin es que, una pelea con su ahora exmujer, esta le destrozaría todos sus discos, acabando con el trabajo de meses y cancelando esta versión.