Desde el tropiezo de Evolve, Turtle Rock Studios lleva un tiempo bastante parada, trabajando únicamente en proyectos más pequeños para la realidad virtual. Con Back 4 Blood, el estudio americano parece volver a la saga que tanto éxito le dio, Left 4 Dead, pero todo apunta a que queda bastante para que podemos jugarlo. ¿Qué ha estado haciendo Turtle Rock desde 2015? ¿Sólo juegos para RV? La respuesta es Invaders.
¿Vuelta a los orígenes?
Durante 2015 y 2016, parte del estudio se dedicó a trabajar en los nuevos contenidos que Evolve recibiría durante el año y medio que duró como juego como servicio, mientras que el resto trabajaba en diferentes ideas que presentar a diferentes editoras. Uno de estos proyectos era Invaders, una superproducción que nunca llegó a ver la luz, y que, como muy tarde, ya estaba en marcha en octubre de 2015 con, imaginamos, las consolas actuales y PC en mente.
En mayo de este año, aparecían ofertas de trabajo para desarrollar un juego «revolucionario sin anunciar», aunque no se daban muchas más pistas sobre el mismo, más allá de que tendría combate y secuencias de vídeo. Estas ofertas de trabajo eran, muy posiblemente, para Invaders (también llamado Invader, en singular), y todo apunta a que con él querían recuperar un diseño más clásico, con varios jugadores luchando juntos contra enemigos controlados por la inteligencia artificial.
En esta ocasión no eran zombis, sino criaturas alienígenas que estaban sembrando el caos en el Reino Unido de un futuro cercano. Nuestros héroes, gente normal de todo tipo que iban desde arquitectas a vagabundos, saldrían a la calle a defender a su pueblo, y tendrían que combinar sus habilidades para conseguirlo. En este futuro cercano, la humanidad contaba con exotecnología, que permitía que cualquiera pudiese ser un experto en armas.
A juzgar por las descripciones de los personajes, podemos ver que habría varias clases (pesado, médico, trampero...), cada una con puntos fuertes y débiles. También podemos ver que Invaders contaría con puzles en el entorno, fabricación de armas con los objetos que encontrábamos por los escenarios y tanto batallas cuerpo a cuerpo como a distancia.
Los enemigos no serían menos. Entre los enemigos básicos contábamos con los típicos brutos que se lanzarían a por nosotros a puñetazo y embestida limpia; los más ágiles y molestos que se dedicarían a perseguirnos, o criaturas que podían dispararnos desde la lejanía. Por si esto fuera poco, nuestros queridos alienígenas eran ovíparos, y ciertos bichos, los «fertilizadores», podían fertilizar –obviamente– huevos repartidos por el escenario y crear más rivales si no los deteníamos a tiempo.
No faltarían los jefes, absolutamente gigantescos, y que requerirían de la mayor coordinación entre jugadores para poder acceder a sus puntos débiles. Mención especial para una especie de medusa que levitaba entre las nubes en el centro de Londres, que apenas se podía distinguir. Era una especie de «madre» que escupía huevos por la ciudad, y que poco a poco iba creciendo, mostrando tentáculos y, al final del juego, su gigantesca forma verdadera. Estaba diseñada para ser una entidad misteriosa, hasta que al llegar al último momento de la historia, descubríamos que era un ser muy inteligente, capaz de aprender de todo lo que habíamos hecho hasta entonces. Este era el «invasor», de ahí que el título estuviese en singular.
Ideas en la mesa
No sabemos cuánto avanzó el desarrollo, pero sí sabemos que tuvo que ver un progreso lo suficientemente razonable para reducir algunas de las ideas presentadas en estas ilustraciones por motivos técnicos. De igual manera, no todas las criaturas que vemos aquí llegaron a implementarse en el juego. Todo esto nos lleva a pensar que, cuando menos, tuvo que tener versiones jugables.
También sabemos que se estudiaron diferentes ideas para las criaturas, incluyendo algunas... un tanto extrañas. En nuestro top está una especie de velociraptor con un bebé Cthulhu cabalgando a sus espaldas, o toda una serie de monstruos hechos de basura. Aparte, parece que se estudió la obvia posibilidad de hacer que los alienígenas viniesen del espacio, y que una especie de cometa cargadito de huevos comenzase la invasión.
Normalmente, solemos decir que Invaders desapareció sin dejar rastro, pero en este caso ni llegó a anunciarse. Este no es el único proyecto importante en el que Turtle Rock Studios ha trabajado desde entonces y que ha permanecido en secreto, pero eso es una historia para otro día.
