Konnichiwa a todos de nuevo. En esta nueva entrada voy a hablaros un poco de la dificultad de moverse en Tokio, o Japón en general, sin la ayuda de un japonés, una persona que hable japonés, un traductor instantáneo, un sherpa especializado o una espada laser (ésta hace milagros).
Para comenzar vamos a decir que, mientras que España está en la cola de la clasificación de la Unión Europea en cuanto a nivel de inglés se refiere, Japón directamente ha renegado del idioma de manera rotunda. En nuestro país si un extranjero nos pregunta sobre alguna dirección, una gran cantidad de personas (o al menos una gran cantidad entre los más jóvenes), podrá indicarle con un conocido inglés macarrónico unas directrices mínimas, y si no lo entiende, pues le gritamos más.
En el país nipón, cuna de la tecnología y el avance, nadie hablará inglés. Bueno, no seamos alarmistas, hay personas que hablan muy bien el inglés, pero por norma general e incluso en algunos lugares turísticos nadie habla la universal lengua de Shakespeare. Algunos japoneses que intentan comunicarse mediante este idioma lo hacen con un acento que me he permitido catalogar como "Wookie" (sin ánimo de ofender, que respeto mucho a los japoneses y a los Wookies) y que es extremadamente complicado de entender sin un curso de CCC.
Esto provoca que la concentración turística en Japón se sitúe en lugares muy determinados. Es cierto que todos los países o ciudades tienen sus zonas turísticas, pero puedes alejarte de ellas si lo deseas e intentar descubrir lugares secretos. Esto es algo que en Japón te puede poner en un brete.
En primer lugar, el mapa de metro de Tokio es aterrador. Os adjunto una imagen. En las grandes paradas como Shibuya, Shinjuku o Ikebukuro, podremos encontrar el mapa bien clarito en románico (como llaman a nuestro alfabeto), pero, ¿qué pasa cuando te vas a otro tipo de estaciones más desconocidas? Pues que todo está en Kanji (ideogramas japoneses). Para más inri, la máquina de tickets de tren o metro sólo marca cantidades de dinero. Por ejemplo, desde Shibuya a Shinjuku son 130 yenes, entonces solo tendrás que pulsar el botón de 130 e introduces las monedas. Pero claro, estamos en un punto en el que desconocemos de la ciudad, el mapa está todo en Kanji y no podemos saber dónde está la parada de destino, y por consiguiente no sabemos el precio que debemos pagar.
Nos acercaremos al personal de la estación y le diremos: Do you speak English?, y el hombre nos mirará y negará con la cabeza al mismo tiempo que susurra una disculpa. Finalmente, el turista se verá obligado a señalar las máquinas de ticket a la vez que grita: "¡Shinjuku, Shinjuku!". Tranquilos siempre está la opción de coger un mapa de bolsillo en románico
Si continuamos hablando del transporte público, en el mapa adjunto además hay una serie de líneas que aparecen en gris sin mencionar las paradas, éstas también son líneas de metro o tren. De hecho actualmente vivo en Shakujiikoen, y mi parada no aparece en el mapa. Si a eso le añadimos que para cambiar de línea deberemos bajar del tren, pasar los tornos, buscar la otra línea, volver a pagar y pasar de nuevo los tornos… en fin.
En una ocasión me encontré a un grupo de "guiris" (o gaijin, como somos llamados aquí), reunidos cual equipo de fútbol americano, mirando un mapa dentro de una estación. Yo me encontraba junto a ellos esperando a un amigo y pude oír su conversación que era algo como: "Mira, ves ese símbolo en ese cartel ahí, es por allí, mira está aquí también, en el mapa", "sí, pero también está aquí", "Si, bueno, pero por allí ya hemos descartado que no era".
Algunos de vosotros podéis pensar que exagero, y que si la cosa pinta tan mal, siempre puedes coger un taxi. Ahí os doy la razón, los taxis siempre son de ayuda, o quizás no mucha teniendo en cuenta su elevado precio y los muy posibles atascos. Del aeropuerto a Tokio, por ejemplo te puede costar alrededor de los 200 euros. Un desplazamiento de unos 20 kilómetros en la ciudad, alrededor de los 70 euros.
Debido a toda esta serie de factores, los turistas que vienen a Japón y que no conocen el idioma, se encuentran con verdaderas dificultades a la hora de desplazarse a ciertos lugares más recónditos. Y aunque en mi caso admiro y quiero al país nipón con todas mis fuerzas, sí que tengo que hacer notar la falta de ayuda escrita (en algunos casos) y el deficiente nivel de inglés de un país que es uno de los iconos de desarrollo del mundo entero.
Así que ya sabéis, si venís a Japón y queréis explorar los pequeños rincones olvidados, traeros la espada láser.