Puede que no lo parezca, pero ya han pasado seis años desde el lanzamiento de Forza Motorsport 7, la entrega más reciente de esta aclamada saga de conducción. Por suerte, la espera llegará a su fin el 10 de octubre, cuando Forza Motorsport se estrene en Xbox Series X/S y PC y marque un nuevo punto de partida para la licencia. Si bien todavía queda un mes para ello, en Vandal ya hemos podido probarlo durante una hora, una primera toma de contacto muy prometedora que nos ha dejado muy satisfechos y con ganas de más.
Un coche a tu medida
Así pues, volvemos a encontrarnos ante un juego de carreras en el que deberemos superar una serie de competiciones que tienen lugar en una sucesión de circuitos cerrados. A diferencia de lo que ocurría en sus predecesores, aquí lo realmente importante no es coleccionar coches y conseguir vehículos cada vez mejores y más competitivos, sino encontrar unos pocos que nos gusten e invertir tiempo con ellos para mejorarlos y llevarlos al máximo de sus capacidades.
Esto se debe a la inclusión de un nuevo sistema de experiencia en tiempo real que nos permitirá subir de nivel a nuestros coches para así desbloquear nuevas piezas con las que mejorarlos. Cada cosa que hagamos durante una carrera, ya sea trazar bien una curva, realizar un adelantamiento, recortar nuestros tiempos o conducir limpiamente, nos recompensará con puntos de experiencia para el bólido que estemos usando, y las subidas de nivel se traducirán en la obtención de nuevas partes con las que podemos equipar al coche para mejorar su rendimiento. Evidentemente, cada pieza que equipemos tiene un coste y existe un límite máximo que no podemos rebasar entre todas ellas. Y sí, todas afectan de forma más que notable a la conducción, por lo que deberemos encontrar un equilibrio si queremos que su desempeño sobre el asfalto sea óptimo.
Hay montones de ranuras en las que podemos equipar diversas partes, incluyendo cosas como el aceite y refrigeración del motor, la cilindrada, los frenos, las barras estabilizadoras, la inyección y el filtro de aire, entre otras muchas, por lo que parece que el sistema de personalización será bastante profundo y nos dará mucha libertad para configurar nuestros vehículos a nuestro gusto.
Algo que nos ha gustado es la forma en la que se nos presenta todo esto, ya que no hace falta ser ningún experto en automoción para ajustar los coches y mejorar su rendimiento. No en vano, los menús de configuración son muy similares a los que podríamos esperar de un juego de rol, por lo que nos bastará con seleccionar ranuras y escoger piezas mientras unas gráficas nos muestran las ventajas o desventajas que obtenemos con cada una de ellas. En el caso de que incluso así os resulte abrumador todo esto, existe un botón de mejora rápida para que sea el propio juego el que decida de forma automática las partes que nos equiparemos.
El placer de conducir
Pero por mucho que Forza Motorsport incluya un profundo sistema de progresión y personalización, esto es ante todo un juego de conducción y cuando brilla de verdad es cuando estamos al volante de cualquiera de los 500 coches que se han incluido. Las diferencias respecto a la séptima entrega son muy palpables desde el primer instante gracias al rediseño que han sufrido las físicas y otros sistemas, como la forma en la que responden y reaccionan los neumáticos sobre el asfalto o el desgaste que sufre la carretera con el paso de las vueltas.
Es un juego que hace que el simple hecho de conducir resulte extremadamente divertido, satisfactorio y convincente, y la forma en la que se comportan los bólidos es exactamente la que esperaríamos de sus contrapartidas reales, permitiéndonos notar en todo momento la tracción, las suspensiones y el peso de los mismos, lo que cambia por completo la experiencia de juego dependiendo del coche que estemos pilotando y de las configuraciones que le hayamos hecho previamente.
Como suele ocurrir en estos casos, resulta difícil de transmitir con palabras lo que hemos sentido con el mando y el volante en las manos, pero os podemos asegurar que Turn 10 Studios lo ha clavado, algo que, por supuesto, también se extiende al comportamiento de los coches en los choques, las salidas de pista y los daños mecánicos.
Como era de esperar y es ya habitual, se han añadido infinidad de opciones de accesibilidad y de asistencia en la conducción para que podamos ajustar la experiencia de juego a nuestras necesidades, pudiendo disfrutar de una mayor o menor exigencia en el pilotaje según nuestros gustos y preferencias. Algunas nos han parecido incluso un poco invasivas, como la que nos permite hacer que el propio juego frene automáticamente al entrar en una curva y ajuste la velocidad para que la podamos trazar bien sin soltar el pie del acelerador, pero no deja de ser una opción más que podemos desactivar en cualquier momento. Y sí, también regresa la posibilidad de rebobinar para corregir errores en el caso de que queramos hacerlo.
En la versión a la que nos han dado acceso, hemos podido jugar el tutorial y la primera copa del nuevo Modo Carrera para un jugador, la cual consiste en tres carreras con sus correspondientes sesiones de práctica. Un detalle que nos ha llamado la atención es que en esta modalidad no existe una sesión clasificatoria, algo que, por cierto, sí estará en el modo multijugador. En cambio, aquí se ha añadido una función llamada "Desafía a la parrilla" que nos permite seleccionar la posición en la que queremos comenzar el evento. Cuanto más atrás lo hagamos, más puntos extra recibiremos si conseguimos acabar en el podio, una curiosa mecánica de riesgo y recompensa con la que podremos ponernos a prueba si así lo deseamos.
Los circuitos en los que hemos podido jugar han sido Maple Valley, Hakone, Grand Oak, Mugello y Kyalami, unos trazados muy asequibles, pero bien diseñados, divertidos y que han dado pie a situaciones muy emocionantes, algo en lo que también tiene mucho que decir la IA de nuestros contrincantes, quienes no dudarán en cerrarnos el paso para dificultarnos los adelantamientos, nos presionarán para ponernos nerviosos y hasta cometerán errores, por lo que la sensación de competir contra ellos dista de ser la de una mera carrera de obstáculos.
Un espectáculo visual
Por supuesto, a nivel gráfico tampoco se queda atrás y el título nos deleita la vista con unos modelados impecables y detalladísimos, una iluminación espectacular, una distancia de dibujado altísima, texturas de gran calidad y efectos muy conseguidos, como la bruma que hay cuando corremos a primera hora de la mañana o la forma tan realista en la que los vehículos sufren desperfectos con los choques. Y todo ello con una calidad imagen nitidísima y a 60 imágenes por segundo en su modo rendimiento para Xbox Series X, la plataforma en la que hemos jugado. Finalmente, el sonido nos deja unos efectos tan contundentes, potentes y conseguidos como cabría esperar, permitiéndonos disfrutar del rugir de los motores y del ruido de los neumáticos sobre el asfalto a plena potencia.
Un nuevo y prometedor punto de partida
Como habéis podido comprobar, nuestras primeras impresiones con Forza Motorsport han sido muy positivas. Se trata de un juego que se ve y juega genial, y el sistema de personalización y mejoras de nuestros coches parece que tiene mucha miga, unos pilares lo suficientemente robustos como para mantener todo el título por sí solos a poco que consigan aguantar el tipo a largo plazo y en todos sus contenidos. Eso sí, todavía nos quedan muchas cosas por ver y descubrir, pues apenas hemos probado un pequeño esbozo de lo que será su modo principal para un jugador, por no hablar de que el multijugador no lo hemos podido catar todavía, así que tendremos que esperar a echarle el guante a su versión final para poder valorarlo adecuadamente. Sea de una forma u otra, nuestras primeras carreras nos han confirmado que hay motivos de sobra para ilusionarse con lo nuevo de Turn 10 Studios, así que si te gusta el género, harías bien en apuntar el 10 de octubre en tu calendario. Probablemente sea una cita que no te quieras perder.
Hemos escrito estas impresiones tras haber jugado a una versión de prueba para Xbox Series X que nos ha facilitado Microsoft.