Rise of the Tomb Raider debutó para demostrarnos que Lara Croft sigue en una estupenda forma, y además, lo hizo con una aventura repleta de contenido y muy completa. Si os quedasteis con ganas de más, lo cual es comprensible, Crystal Dynamics nos ofrece un pase de temporada con tres grandes descargables: el modo Aguante, centrado en la supervivencia; Baba Yaga: el templo de la bruja, una nueva misión con su historia propia; y el que nos ocupa hoy El despertar de la fría oscuridad, que amplía las posibilidades del modo Expedición.
Para los que no estéis familiarizados con este modo, se trata de una colección de desafíos al que ahora se une El despertar de la fría oscuridad. En el modo Expedición, como ya sabéis, podemos alterar la experiencia utilizando las tarjetas disponibles, que nos permiten añadir modificaciones cosméticas (trajes, personajes cabezones) o modificaciones jugables (desafíos adicionales, deshabilitar la regeneración manual, alterar el funcionamiento de las armas, etcétera) con el objetivo de conseguir más puntos.
Supervivencia y zombis
En el contenido que hoy nos ocupa, nos enfrentamos a una nueva historia que, si bien no se explota demasiado, ofrece una premisa interesante: Lara ha descubierto una planta de investigación armamentística que fue abandonada durante la Guerra Fría, en la que se han estado realizando experimentos con seres humanos, que han acabado por convertirlos en una especie de zombis (además, de los rápidos).
Nuestro objetivo es intentar detener o revertir esta catástrofe en la medida de lo posible realizando un pequeño puzle que detallaremos más adelante, a la vez que luchamos por sobrevivir. Sobrevivir implica también buscar recursos y crear objetos que nos ayuden en nuestra aventura, ya que, por ejemplo, necesitaremos flechas de fuego para poder acceder a ciertas zonas.
Las mecánicas jugables se mantienen intactas, aunque esta vez se centran en la parte más sigilosa de ésta. De hecho, incluso nos recuerdan en cierto modo a The Last of Us. Los enemigos no tienen buena vista, pero sí un excelente oído, así que tendremos que movernos sigilosamente, evitar hacer demasiado ruido y aprovechar las diferentes alturas para tener mejores oportunidades de ataque o para pasar desapercibidos. Por ejemplo, al ser enemigos que se guían por el sonido, es conveniente realizar ataques letales desde las alturas, evitando así usar armas de fuego.
Nuestro equipo, que nos apoya desde un helicóptero, lanzará en determinadas zonas del escenario armas más potentes para ayudarnos en las más que previsibles batallas que encontraremos antes o después, y que nos animarán a explorar otras zonas con el riesgo que ello conlleva. Si jugamos en la dificultad más alta, la tensión es enorme y la experiencia se vuelve muy desafiante, por lo que muchas veces tendremos que elegir entre intentar conseguir el arma y no volver atrás. Lo mismo se aplica a los documentos repartidos por el escenario, que nos obligarán a explorar mientras esquivamos a las criaturas enemigas.
Una vez que estamos equipados, podemos proceder al pequeño puzle final. Básicamente, llegamos a una sala donde hay varias tuberías de colores (marcadas como agua, fuego, veneno y radioactividad), cada una con sus palancas para activarlas. Cuando accedemos a esta estancia, se nos planteará una cuestión, y en función de lo que veamos, así tendremos que proceder. Por ejemplo: "Si hay más de dos tuberías amarillas, activa la palanca del agua; si no, activa la del fuego". Obviamente, no siempre es tan sencillo, y si nos equivocamos, preparaos para la avalancha de enemigos que se nos vendrá encima.
Como viene siendo lo propio en el modo Expedición, la idea es rejugar El despertar de la fría oscuridad, probando los diferentes niveles de dificultad y utilizando diferentes tarjetas para alterar la experiencia. Ahora que mencionamos esto, destacar también que el descargable introduce 15 tarjetas de expedición nuevas, el atuendo Ushanka, que reduce el daño recibido por Lara en el cuerpo a cuerpo, y la escopeta Martillo del vacío, unas pequeñas adiciones no demasiado relevantes, pero que se agradecen.
En lo audiovisual no vamos a encontrar novedades –más allá de ser un escenario nuevo, claro–, aunque el entorno oscuro y nevado del bosque, en el que Lara sólo cuenta con su linterna, nos deja unas estampas un tanto originales y diferentes. La iluminación da lugar a momentos casi de survival horror actual, y dad por sentado que nos llevaremos hasta algún que otro susto. No es tan rompedor en lo visual como el anterior descargable, Baba Yaga: el templo de la bruja, pero tampoco se lo propone.
Una adición interesante
El despertar de la fría oscuridad es un contenido muy disfrutable, y sin duda, recomendable para los que estén disfrutando con el modo Expedición. Es adictivo y puede ser muy exigente, y es lo suficientemente diferente como para transmitir sensaciones que no estaban presentes en el juego original. Probablemente, si esperáis más aventura al estilo del modo campaña El despertar de la fría oscuridad os decepcione, pero si queréis probar algo nuevo, basado en la rejugabilidad y donde la supervivencia es la clave, creemos que este descargable (que cierra el pase de temporada) bien merece la pena.
Hemos jugado a este contenido en su versión de Xbox One gracias a un código de descarga que nos ha proporcionado Microsoft