Lo llevamos diciendo desde que lo vimos por primera vez en acción el pasado mes de junio en el E3 de Los Ángeles, y después en la gamescom de Alemania, South Park: La Vara de la Verdad tiene una pinta estupenda, y nuestras expectativas son muy altas. Pero ahora, que hemos podido jugar el inicio de la aventura, no solo podemos confirmar los buenos presagios, sino además afirmar que ha superado nuestras expectativas, y simplemente nos ha enamorado.
Sí, el que firma estas líneas es muy fan de la serie de televisión, y creemos que es requisito prácticamente imprescindible para disfrutar de este juego de rol desarrollado por Obsidian Entertainment, creadores de títulos como Star Wars: Caballeros de la Antigua República 2, Neverwinter Nights 2 y Fallout: New Vegas. Jugar a South Park: La Vara de la Verdad es como meterte de lleno en un capítulo de la serie, pero siendo tú el protagonista, e interactuando con el entorno, los personajes y moviéndote por la ciudad a tu antojo.
Se han hecho antes muchos videojuegos basados en series de animación, desde el propio South Park pasando por Los Simpson, Futurama, Padre de familia y un larguísimo etcétera, prácticamente no hay serie de dibujos que se haya librado de tener su propio videojuego. Pero nunca antes se había hecho uno tan bueno como este, que consiguiera tan bien la sensación de estar inmersos en lo que vemos habitualmente en televisión, y que además, tuviera tanta implicación por parte de sus creadores.
Trey Parker y Matt Stone no se han limitado a dar el visto bueno y aprobar el proyecto, sino que fueron quienes lo idearon, y con esta idea fueron en busca de un estudio de videojuegos que pudiera llevarlo a cabo. Desde la historia, el sistema de combate, todo partió de la cabeza de ambos, y ha sido Obsidian quienes lo han dado forma, en estrecha colaboración con South Park Digital Studios. Trey y Matt han escrito la historia, han puesto voz a los personajes y han estado constantemente al tanto de los progresos en el desarrollo, por eso se entiende que este videojuego sea tan fiel a la serie, y tan bueno.
Partiendo del hecho de que te debe de gustar South Park para disfrutarlo, también deberían gustarte, al menos un poco, los juegos de rol. Porque estamos sin duda ante un RPG, aunque un tanto liviano, no demasiado complejo ni farragoso, muy en la línea de la serie Mario & Luigi de las portátiles de Nintendo. Saga en la que South Park: La Vara de la Verdad se ha inspirado claramente, con un sistema de combate muy parecido, en el que no solo es importante tomar buenas decisiones, sino que además entra en juego la sincronización al realizar las acciones, ya sea para atacar o defendernos, pulsando el botón en el momento apropiado, lo que es muy entretenido, y más dinámico que en los clásicos RPG por turnos en los que nos limitamos a introducir los comandos y ver cómo se ejecutan las acciones automáticamente.
Al comenzar la aventura debemos crear un personaje, ya que somos un joven anónimo que se acaba de mudar junto a sus padres a South Park. Un punto de partida en el que ya empieza el "cachondeito", ya que hay un motivo importante por el que nos hemos tenido que mudar, y que ha causado que nuestro protagonista se haya quedado mudo, ya que no pronuncia palabra, un misterio y una verdad incómoda que de momento nuestros padres no se atreven a recordar. Elegir el tono de la piel, el tipo y color del pelo, añadir pecas, cicatrices, tatuajes, varios tipos de gafas, la ropa, ponernos un ojo morado, las opciones de personalización son muchísimas, y podremos hacernos sin demasiados problemas un álter ego u optar por hacer un personaje estrafalario y gracioso –o ambas cosas a la vez-.
Recién llegados a South Park, nuestros padres nos invitarán a que demos una vuelta y hagamos amigos, siendo el primer personaje con el que nos topamos el entrañable Butters, que ante nuestra parquedad en palabras, nos dice que no nos preocupemos, que ya habla él por los dos. Podemos correr, golpear objetos e interactuar con muchísimos elementos del entorno, como puertas, aparatos o cajones, encontrando todo tipo de objetos, desde algunos muy útiles en forma de equipamiento –distintos tipos de armas y armaduras-, como otros llamados "basura", y que podemos vender a cambio de dinero –cromos, cubiertos, juguetes, consoladores, un muñeco hinchable de Antonio Banderas y un largo etcétera, algunos con una descripción muy graciosa como vello púbico que encontrar en un baño y que "se parece al tipo de pelo que siempre hay en el cepillo de dientes de mi mamá"-.
Nuestra primera misión, acompañados de Butters, es acudir a la casa de Cartman, que nos espera en su patio trasero donde ha creado un reino con castillo incluido, con Kenny ejerciendo de bella princesa. Cartman protege la Vara de la verdad, un objeto tan poderoso que quien lo posea podrá dominar el universo, y que será motivo de conflicto entre distintas facciones dentro del pueblo. Aquí nos enseñan los conceptos básicos de la jugabilidad, del sistema de combate, y tenemos que elegir entre las cuatro clases de personaje: luchador, mago, ladrón o judío. Cada uno cuenta con sus propias habilidades y armas, el luchador usa hojas, el mago varitas, el ladrón dagas y el judío báculos, y solo podremos usar el equipamiento compatible con nuestra clase.
En el combate tenemos dos tipos de ataques, uno ligero, que podemos realizar varias veces en un turno, y otro más contundente, de un solo golpe. Una vez vayamos a realizar el ataque, hay que pulsar el botón en el momento oportuno, para realizar el mayor daño posible, o conseguir críticos. Y lo mismo ocurre cuando nos defendemos, si pulsamos el botón de defensa en el momento justo minimizamos el daño, y si lo hacemos en toda la cadena de ataques –por ejemplo tres golpes consecutivos-, podemos realizar un contraataque, que a su vez hay que ejecutar sincronizadamente.
Los enemigos durante el combate pueden cambiar su tipo defensa, por ejemplo con la llamada "guardia reflectora", que les vuelve inmunes a las flechas, o rivales que portan un escudo y armadura pesada, a lo que solo les podemos herir con ataques poderosos. Las habilidades gastan puntos PP, y las hay tanto de ataque como curación, y también entran en juego distintos estados alterados, como el sangrado o el envenenamiento, como podéis ver no falta ninguno de los elementos clásicos de un juego de rol. Hay un árbol de habilidades, que tenemos que ir desbloqueando, e incluso al alcanzar determinado nivel, nuestros compañeros de equipo –Stan, Cartman, Kyle, etcétera- pueden adoptar nuevas "formas", por ejemplo en el caso de Butters convertirse en el Profesor Caos.
Nos ha gustado, al menos en el comienzo de la aventura, que la dificultad es bastante elevada, e incluso en un combate cualquiera por la calle –los combates no son aleatorios, tenemos que entrar en contacto con los enemigos, y por tanto podemos esquivarlos-, si no andamos con cuidado podemos morir muy fácilmente, aunque la muerte no se penaliza demasiado, y hay bastantes puntos de control. Los alumnos de sexto grado, el bando de los elfos, o yonquis y mendigos, son algunos de los rivales a los que nos hemos enfrentado.
Hay misiones principales y secundarias, y otras relacionadas con el coleccionismo –hacernos por ejemplo con los 30 Chinpokomon escondidos en los escenarios-, y en el transcurso de la aventura vamos ampliando nuestra lista de amigos en el menú de personaje, que tiene una especie de red social muy similar a Facebook, con un muro en el que distintos habitantes de South Park van poniendo comentarios y sugerencias, a veces muy útiles, a veces muy graciosas. Aquí se nos dan muchas pistas para encontrar las misiones secundarias, bastante numerosas.
Explorar las calles, casas y negocios de South Park es un placer, están llenos de detalles y guiños hacia los fans de la serie, por ejemplo nos tiramos varios minutos mirando todos los trastos que tiene Cartman guardados en el armario, que nos recordaron a cantidad de capítulos, y en la habitación de su madre vimos un laboratorio de crack y los útiles con los que ejerce su trabajo. Entramos en Tom's Rhinoplasty, donde podemos hacernos diferentes operaciones estéticas, entre ellas la famosa rinoplastia que nos pone la cara de David Hasselhoff, y nos topamos con el esquivo a Al Gore, quien nos encomendó la misión secundaria de encontrar al Hombre-oso-cerdo. En resumen South Park: La Vara de la Verdad es un auténtico festín para los fans de la serie, y se nota desde el primer minuto que es un producto por y para fans, que ha tenido la máxima implicación de los padres de la serie.
En su salto al videojuego no ha perdido ni un ápice de su mala baba e irreverencia, con su humor por momentos zafio y burdo, por otros crítico e inteligente, y contándonos una historia totalmente original, está rebosante de referencias a la serie, por lo que además de contar con un buen sistema de combate, disfrutas con el simple hecho de explorar cada rincón de South Park, con escenarios con muchos secretos, coleccionables y guiños. Es obvio como podéis ver por las imágenes y vídeos, pero gráficamente es una pasada, y de hecho es imposible de diferenciar el juego de la calidad de la serie –que desde hace varias temporadas también se hace íntegramente por ordenador-. Y el doblaje en inglés tampoco podría ser mejor, con Trey Parker y Matt Stone doblando como es habitual a casi todos los personajes, un audio acompañado de una buena traducción de los textos al castellano.
Simplemente genial
Si te gusta la serie de animación y los juegos de rol, South Park: La Vara de la Verdad va a ser un título prácticamente imprescindible. Queda por ver si es lo suficientemente largo y profundo, y si su sistema de combate aguanta bien el paso de las horas, pero poder meterte de lleno en una de tus series favoritas, literalmente, no tiene precio. Se va a convertir sin demasiados problemas en el mejor videojuego realizado nunca basado en una serie de animación, y no podemos hacer más que contar los días para que se ponga a la venta. Estará disponible el 6 de marzo en Xbox 360, PlayStation 3 y PC.