Llegó el día. Con el E3 casi en marcha y nuestros tres enviados especiales de Vandal moviéndose por las instalaciones de la feria de videojuegos más importante del mundo, Ubisoft presenta en estos momentos lo que será uno de los juegos de plataformas de este año. Con Rayman: Origins muchos de los seguidores de esta saga, representante de los juegos de plataformas, volverá a vivir las aventuras de este peculiar personaje que ahora, después de mil flirteos con diferentes personajes y las tres dimensiones vuelve al plano que mejor le sienta.
Origins es un juego a la antigua usanza para el que según sus diseñadores se ha pensado en el pasado aunque en clave de futuro. Un juego que vuelve a las dos dimensiones pero se ha trabajado especialmente para que luzca perfecto en la nueva generación.
En nuestra visita a los estudios de Montpellier pudimos probarlo en su versión de Xbox 360 y podemos decir que quedamos ampliamente satisfechos con el resultado.
Colores vivos, diseños perfectos y el siempre presente humor de un protagonista, Rayman, que promete hacérnoslo pasar de fábula en un juego donde el cooperativo estará muy presente pudiendo generar cientos de puzles ya sea en solitario o con la ayuda de hasta cuatro compañeros. Si bien los juegos actuales requieren de un modo online para ser completos creemos que la maniobra con la que ha obrado Ubisoft es muy adecuada y ayudará a los jugadores más casual a integrarse fácilmente en el juego. Con tan solo un botón podemos entrar en la partida y así ayudar al resto del equipo a conseguir un objetivo.
Una mezcla con la que tan solo nos queda agitar el contenido y jugar una de las aventuras más nítidas y divertidas de este héroe sin brazos ni piernas. Una propuesta muy trabajada que según la guionista del proyecto han tardado un año a desarrollar totalmente y que, sin duda, dará mucho que hablar a la crítica además de cautivar a aquellos que han seguido la saga sin olvidar a los muchos que, seguramente, se apuntarán a la nueva fiesta de Rayman.
Jugando en "La Villa"
Este lugar es uno de aquellos en el que cualquier amante de los juegos se quedaría a vivir. Una casa que desde fuera no parece gran cosa pero una vez flanqueas su puerta se convierte en un espacio diáfano donde cientos de ordenadores se suceden con muchos – muchísimos mandos – encima de las mesas. Ajenos al revuelo de los periodistas de varias partes de Europa, los diferentes desarrolladores prueban y diseñan el juego que hemos venido a probar.
Una breve presentación es la carta que juegan para después dar vía libre para que probemos este espectacular juego de plataformas que se ha adaptado perfectamente a las consolas de nueva generación. Para la prueba, dos de los desarrolladores nos demuestran la versatilidad en jugabilidad además de hacer diferentes zooms sobre el protagonista y su entorno y demostrar que la calidad será la mejor. En este lugar, donde los sueños de Ubisoft se convierten en realidad, probamos Rayman: Origins, y ahora nos disponemos a contároslo.
Después de un año y unos meses de producción el juego está casi listo para salir al mercado. Lo que destacan varios de sus desarrolladores es la meticulosidad con la que se ha trabajado y los miles de bocetos que se han creado antes de que nuestro protagonista pudiera avanzar por cada uno de los niveles que le han preparado en esta ocasión. Escenarios de jungla, castillos, agua… todo es posible en un juego en el que nos tendremos que esforzar por no morir a manos de plantas carnívoras y zombis que nos harán la vida imposible.
Entornos de lujo
Lo primero en lo que el jugador se fijará al iniciar el juego es en los fondos en los que se mueve el juego. Pasaremos de escenarios de "atrezzo" a espacios, podríamos decir, narrativos, donde el fondo ayuda a recrear una historia y nos lleva paso a paso a su final. Al paso de Rayman cada fondo irá cambiando y moviéndose creando una sensación de mayor implicación del jugador donde todo cuenta.
Combinan perfectamente las tres dimensiones del espacio con un protagonista en dos dimensiones que los constantes zoom del equipo nos descubren como un dibujo estilo "cartoon" muy trabajado, con ninguna línea dejada a su libre albedrío, con todo más que controlado en un juego que podríamos considerar muy representativo del género al que pertenece, el de las plataformas.
El tiempo ha cambiado por completo este juego y ahora se convierte en un pequeño film, en una película donde el protagonista, Rayman, avanzará entre estudiados juegos de luces y sombras hacia el final de la pantalla haciendo que la experiencia de juego sea una joya, tanto para jugadores novatos como para aquellos que ya llevan en los videojuegos en general y con Rayman en particular.
En el tema de escenarios se ha trabajado para que la interacción con los elementos sea muy natural. Así, Rayman puede interactuar con flores exóticas que también son trampolines, diferentes plataformas volantes que al toque nos descubrirán puntos de vida o monedas y diferentes sistemas más o menos complejos que nos permitirán saltar hasta nuestro objetivo. Huyendo del tópico del juego fácil, tendremos que combinar esfuerzos con enemigos y compañeros para que nuestra aventura llegue a buen puerto.
Entre los fondos a los que pudimos jugar destacaban escenas en la jungla con árboles, arbustos y flores de toda índole con los que el paisaje era extraordinariamente bello. Por otra parte también disfrutamos de una pantalla en la que dentro de un castillo tótems y diferentes utensilios obraban para sacarnos rápidamente del mapa.
Y finalmente podríamos hablar del agua como elemento decorativo, como algo que ayuda a embellecer un juego de gran calado en el que el líquido elemento sigue siendo eso, un lugar en el que el protagonista cae y muere… pero no, en Ubisoft han querido alejar este tópico de la realidad y han enseñado a nadar y moverse como pez en el agua a Rayman. Y no de cualquier forma, sus movimientos cambian dentro del agua y permiten convertir los diferentes lagos y piscinas del juego en un lugar en el que el protagonista tiene mucho que descubrir… y también que perder ya que las plantas carnívoras aparecen también en el fondo subacuático.
Finos toques de mando para una jugabilidad sublime
La respuesta del juego al mando de Xbox fue ideal desde el principio. Saltos, puños, dirección, ataques especiales e incluso los movimientos de Rayman debajo del agua. El juego se comporta bien y es rápido en aprendizaje, no necesitaremos mucho tiempo para captar la esencia del juego – que como hemos dicho conserva los toques propios del género – y empezar a movernos como pez en el agua a través de una serie de escenarios donde combinaremos ingenio con los propios enemigos.
Si en el apartado anterior destacábamos el hecho de nadar es porque ahí la jugabilidad también se resiente. El equipo ha conseguido que el líquido pase de ser un elemento en el que el protagonista del videojuego muere para convertirse en un elemento en sí, para desarrollar movimientos donde se nota la resistencia del agua con el objetivo de que notemos que estamos jugando en un lugar diferente del habitual.
Esta jugabilidad nos llevará a poder realizar cientos de combinaciones para llegar a niveles ocultos donde conseguir puntos y liberar a unas criaturas que iremos acumulando para superar la totalidad del juego. Si bien lo podemos hacer en solitario, Rayman presenta esta vez un modo cooperativo diferente donde contar con algún apoyo nunca estará de más.
Pulsar A y empezar a jugar
Si bien el juego individual nos gustó por ser tan vistoso y cuidado, el juego cooperativo es también digno de mención. La diversión de Rayman se multiplica en un juego donde podremos entrar en la pantalla junto a tres compañeros más con los que superar los puzles con más facilidad. Si bien los primeros compases son caóticos y colaboran a que en más de una ocasión terminemos cayendo por una cascada a causa de un golpe sin querer – o queriendo de un compañero – el juego en equipo permitirá que podamos llegar a entrar en niveles ocultos inaccesibles a la vista. Realizando trampolines con nuestros compañeros o alzando un castillo humano podremos acceder a pantallas en las que hace falta un poco de maña para crear el puente ideal ya sea en vertical o con uno de nuestros amigos cogido a una cuerda creando el primer eslabón para bajar por ella.
¿Qué es eso de pulsar A y entrar en juego? Os estaréis preguntando… pues no es nada más que el sistema que han ideado los de Ubisoft para que podamos acceder al juego cómodamente, sin activar perfiles ni complicarnos con salir del juego. Un solo toque al botón del mando que quiera entrar en juego y…voilà… ahí estamos, prestos para ayudar a Rayman – siempre presente con el mando 1 – para superar ese nivel en el que estamos atascados. Y tan fácil como aparecer, el jugador puede desaparecer… un guiño que según los creadores está pensado para jugar tanto en familia como en modo cooperativo a lo grande. Un juego divertido por una parte – sobre todo al principio – que nos permitirá aprender enseguida el objetivo del juego, y más difícil conforme pasamos las pantallas, cuando el nivel de exigencia sube y nos obliga a enfrentarnos a enemigos mucho más aguerridos.
Objetivos claros y niveles que se van complicando
Como ya hemos dicho, conforme vayamos avanzando – ya sea en individual o cooperativo –, el juego irá mostrándonos todas las facetas para las que ha estado programado. Primero la de divertir y después la de exigir más convivencia con el equipo para crear nuevas plataformas hacia el triunfo. Avanzando en el juego nos iremos encontrando puntos de vida y también unas luciérnagas que nos irán dando una especie de monedas que acumularemos.
En el modo cooperativo esto también es fuente de peleas para las que los puños y las malas artes servirán para conseguir estas anheladas monedas. Un punto más de diversión en este mundo ambientado perfectamente donde los enemigos, a veces, pecan de ingenuos y es muy fácil eliminarles del paso convirtiéndolos en globos que reventaremos con relativa facilidad.
De la misma manera en los niveles ocultos encontraremos diferentes propuestas para destruir estructuras y conseguir liberar a una serie de criaturas que nos darán bonus por ello. En estas deberemos lidiar con corrientes de agua que nos llevarán a liberar a las criaturas y nos devolverán a la realidad del mundo Rayman… un lugar en el que se ha trabajado bien para que el jugador tenga una experiencia de juego muy gratificante.
Videojuegos y arte… el camino hacia el reconocimiento
Cualquiera que vea el equipo de desarrollo de Rayman: Origins podría pensar que estamos hablando de una película. Creadores, iluminadores, diseñadores… todo es propio de la mejor película de animación. La presencia de una guionista en este equipo confirma que hoy en día los videojuegos están viviendo un cambio, un cambio constante que les acerca cada vez más a una denominación mucho más artística, no se trata solo de jugar y pasar un juego sino de disfrutar de un guión y de una ambientación a medida.
Si dijéramos esto de un juego como los últimos aparecidos, donde la trama es el ingrediente principal, vale, pero decirlo de un juego que no tiene diálogos… algo está cambiando, y en este sentido apuesta por el arte visual para que todo cuaje correctamente, contando una historia a través de la globalidad del juego. En fin, ahora la palabra la tenéis vosotros a la hora de juzgar un juego trabajado que intentará, por todos los medios, gustar y acaparar a todo tipo de público, preparaos que este Rayman viene con muchas ganas de arrasar.