Si es cierto lo que nos han prometido Electronic Arts y BioWare, con este último DLC titulado Ciudadela, nos vamos a despedir de la saga Mass Effect al menos en esta generación de consolas. Una de las sagas más importantes de los últimos años que hemos disfrutado a lo largo de tres entregas y multitud de DLC, más o menos acertados, con algunos muy interesantes.
Justo este próximo viernes se cumple un año desde que Mass Effect 3 saliera a la venta, y contenidos descargable para el multijugador aparte, que por suerte han sido gratuitos, se han lanzado tres grandes DLC para el modo historia. El primero fue From Ashes, que se regalaba con las reservas, y que consideramos prácticamente imprescindible, ya que su historia era muy interesante y nos proporcionaba un nuevo personaje, Javik.
Leviatán llegó al final del verano, aportando detalles interesantes a la historia, e introduciendo alguna novedad jugable, pilotando un mecha acuático. Y Omega, el último hasta ahora, se lanzó a finales de noviembre, en el que volvíamos a una antigua localización acompañados de la asari Aria T'Loak, un contenido que no aportaba demasiado ni en lo argumental ni en lo jugable.
Este último DLC, Ciudadela, es puro fan service, dando protagonismo a casi todos los personajes que nos han acompañado a lo largo de la saga, con conversaciones y momentos para todos, y sobre todo y lo que más nos ha sorprendido, mucho humor, algo que siempre ha estado presente en la saga aunque quizás nunca de manera tan descarada. La historia, sin desvelar demasiado, nos lleva a la Ciudadela antes de la batalla final, por una obligatoria puesta a punto de la Normandía.
El capitán Anderson nos regalará un amplio apartamento que ya no piensa utilizar, y este lugar será nuestro centro de operaciones, que incluso podremos decorar a nuestro gusto comprando muebles en las tiendas. Lo que prometían ser unos placidos días de descanso se convertirán en algo bien distinto durante una cena en un restaurante japonés, y descubriremos que alguien nos intenta asesinar, por lo que a partir de ese momento nuestro objetivo será averiguar quién y por qué, lo que implica una gran sorpresa.
Además de los momentos de acción que todos conocemos, muy abundantes, en este contenido se intentan incluir algunas situaciones jugables que se salen de la norma. Por ejemplo al principio solo contamos con una pistola con silenciador, y se supone que podemos actuar con sigilo e ir eliminando a los enemigos uno a uno sin que nos descubran, aunque esto está bastante mal implementado, y es muy complicado jugar de esta manera.
En una escena más adelante en un casino tenemos que piratear dispositivos y cámaras de seguridad, evitando que nos vean los guardias, y mezclándonos con la gente, ya sea hablando o participando en curiosos juegos de azar en los que podemos ganar dinero. A partir de este momento la acción se vuelve más clásica, y aunque nuestra formación principal siga siendo de tres personajes, el resto de aliados nos acompañan en paralelo por los niveles, ayudándonos, ayudándoles, y teniendo simpáticos diálogos.
Es cuando acabamos la misión principal, tras un interesante jefe final, cuando llega la parte más atípica de este DLC, ya que se nos abre una nueva zona de la Ciudadela, la avenida Sol plateado, dedica a lugares de ocio como el casino, unos recreativos o el simulador de combate. Este lugar es una especie de arena donde podemos disputar combates eligiendo las condiciones, como la dificultad, el escenario, el tipo de enemigos u otras peculiaridades, obteniendo premios que se pueden canjear por equipamiento.
En los recreativos tenemos una máquina con un primitivo juego de lucha, otra de disparos, y en el casino podemos volver a jugar y ganar dinero en los mismo minijuegos que en nuestra anterior visita. Ninguno de estos minijuegos son gran cosa pero no dejan de ser curiosos, dando la sensación de ser un contenido descargable bastante cuidado, posiblemente el que más de todos los aparecidos para Mass Effect 3. Lo mejor llega al final, cuando te permiten organizar una fiesta en tu apartamento, eligiendo a los invitados y otras condiciones, como un ambiente tranquilo u otro más festivo, con música animada, y con divertidos y sorprendentes resultados, viviendo hasta la resaca de la mañana siguiente.
Si algo nos ha gustado de este DLC es su humor, tanto que para un fan de la trilogía casi justifica su adquisición, con las salidas de tono de los personajes y del propio Shepard más divertidas que hemos visto nunca, con mofas sobre la manera de bailar de nuestro héroe o sobre los pesados ascensores de la primera entrega, que parece que Garrus echa de menos. La historia de este contenido descargable no es gran cosa, y los combates tampoco son nada que no hayamos visto y jugado ya muchas veces en Mass Effect 3, pero el tono desenfadado y cachondo que puebla todas las situaciones hace que sea muy agradable de jugar.
Los 4GB que ocupa –dividido en dos pedazos en Xbox Live- ya están disponibles para descargar en PlayStation 3 y PC por 14,99 euros y en Xbox 360 por 1.200 Microsoft Points. Un precio bastante elevado para las apenas 3 horas que puede llegar a durar, aunque muy recomendable para los fans de la saga que se quieran despedir por todo lo alto y por una buena temporada de estos personajes tan entrañables que nos han acompañado a lo largo de la generación.