La semana pasada viajamos hasta la preciosa ciudad francesa de Burdeos para visitar las oficinas de Asobo Studio, los creadores de un nuevo juego para Kinect anunciado hace unas pocas semanas: Kinect Rush: A Disney Pixar Adventure. Un título que une utilizando el popular control por movimiento sin mando, hasta cinco de las mejores películas de Disney Pixar de los últimos años: Los Increíbles, Ratatouille, Up!, Cars y Toy Story.
Correr, saltar, echar carreras y volar en escenarios de dibujos animados.
A veces tendremos que enfrentarnos con algunos personajes, por ejemplo, manejando a una rata que tira tomates a un chef o lanzando proyectiles a un robot gigante, en un juego que nos ha sorprendido por su preciso y cuidado control, comparado con otros títulos de Kinect, y su gran apartado visual, que recrea los maravillosos universos creados por Pixar con una gran fidelidad, todo un placer para la vista.
Este estudio francés puede que no os suene mucho, pero han sido los responsables de los últimos videojuegos basados en películas de Pixar que han vendido más de seis millones de unidades en todo el mundo. Títulos como WALL•E en 2008, Up! en 2009, y Toy Story 3: The Video Game en 2010, su obra mejor valorada hasta el momento, con una cálida acogida de la crítica y el público. Ahora y tras dos años de desarrollo, Microsoft nos invitó a visitar sus oficinas y conocer de primera mano de sus creadores qué ofrecerá este atractivo juego para Kinect, que hará las delicias de los más pequeños de la casa, y de los que no lo son tanto.
Si ha habido un tipo de juego para Kinect que nos ha gustado este pasado año, además de los musicales con Dance Central 2 a la cabeza, han sido los infantiles, con títulos como la segunda parte de Kinectimals, Barrio Sésamo: Érase una vez un Monstruo y Disneyland Adventures. Un género en el que el arriesgado periférico de Microsoft está ofreciendo propuestas de mucha calidad, y que por lo poco que hemos podido ver y probar de Kinect Rush: A Disney Pixar Adventure, parece ser que este va a ser el mayor exponente. Un juego especialmente cuidado tanto en su apartado jugable como gráfico.
Lo primero que hacemos cuando comenzamos a jugar –si queremos-, es crear un personaje a nuestra imagen y semejanza mediante KinectScan. Elegimos si somos chico o chica, y nos situamos dentro de la silueta que aparece en pantalla. Kinect durante unos segundos nos escanea, y teniendo en cuenta nuestra forma y color del pelo, ciertos rasgos de la cara como la nariz, y el color de la ropa, crea un avatar dentro del juego con cierto parecido a nosotros. Luego nos pregunta algún detalle más, como si llevábamos gafas, si ha detectado pelo largo de qué forma es, o el color de los ojos, pero el resultado es bastante efectivo y gracioso. Vemos un joven con nuestros rasgos, que será el personaje que manejemos en un mundo central que conecta lo distintos niveles, pero luego dentro de cada universo Pixar no manejamos a los protagonistas de estas películas, como pueden ser Woody de Toy Story o Rayo McQueen de Cars, sino que controlamos otro personaje parecido a nosotros pero basado en esa película.
Por tanto después de escanear nuestro cuerpo y ver el resultado en forma de una persona joven, también nos vemos como un superhéroe de Los Increíbles, una rata de Ratatouille, un coche de Cars y un robot de Toy Story, quedándonos con las ganas de ver algo de la película Up!, que en esta demo todavía no aparecía. En esta demostración los niveles se seleccionaban de manera independiente y nos pudimos comprobar ese mundo central, al parecer un parque por el que pasearemos buscando secretos y descubriendo objetos mientras que otros niños son los que nos adentran en las historias de Pixar. Nos comienzan contando un relato original, no visto en las películas, y mágicamente en unos segundos nos veremos en pantalla siendo los protagonistas de cada una de esas aventuras. Al menos tres episodios por cada uno de los cinco mundos y por lo que pudimos ver serán fases largas incluso con secretos por descubrir, por lo que no hay que temer por la duración del juego. Según recorremos los niveles recogemos monedas, que servirán para desbloquear diversos extras como personajes, objetos y habilidades, que alargarán todavía más la duración del juego.
La primera fase que vimos, y también después jugamos, fue la de Los Increíbles, Omnidroid Dash. Nos encontramos en una base secreta que está siendo atacada y se derrumba, por lo que debemos huir y escapar de ella. Moviendo los brazos haciendo el gesto de correr el personaje desplaza, y cuanto más rápido lo hagamos más veloz correrá. Inclinando ligeramente el tronco se mueve hacia los lados, y este sistema básico se aplica a todas las fases y universos. Hay exploración completamente 3D, no es un juego sobre raíles, y la solución que han tomado para movernos por entornos tridimensionales nos parece de lo más natural, intuitiva y funciona a la perfección, de lo mejor que hemos visto en Kinect en este aspecto, sin causar mayores problemas.
Debemos saltar sobre plataformas elevando los pies del suelo nosotros mismos, agarrarnos a barandillas saltando y estirando los brazos, hacer equilibrio sobre estrechas barras de hierro, o deslizarnos por una rampa dando impulso con los brazos hacia el suelo, todo esto mientras nos movemos a los lados esquivando trozos de piedra que caen sobre nuestro camino. Llegamos a una sala en la que una cristalera nos impide el paso, y tenemos que buscar en el entorno una enorme piedra, que cogemos realizando el gesto con los brazos, y después lanzándola rompemos este cristal que nos impedía avanzar. Tras esto se acababa la demo, que no era representativa del nivel entero, y solo era una sección.
Después vimos la demostración de Ratatouille, un nivel titulado Floodgates. Aquí tenemos que avanzar por el alcantarillado de París, y sin necesidad de ninguna prisa por avanzar, exploramos el entorno descubriendo algunos secretos. Podemos coger una pelota que si lanzamos hacia determinados sitios conseguimos monedas extras, y tanto en esta prueba como en el resto, se puede jugar de manera cooperativa, y bastará con que otra persona se ponga en frente de Kinect para comenzar a jugar. Si estamos solos, un personaje de la película nos acompaña en todo momento en nuestras andanzas.
En este nivel teníamos que saltar, nadar, bucear, escalar, planear volando con una capa, resolver algún puzle, no parece que los chicos de Asobo se hayan impuesto ninguna limitación, y podemos realizar todo tipo de acciones típicas de cualquier juego de plataformas y aventura. Además siempre son muy intuitivas, y una silueta nos las indica en pantalla por si no sabemos realizarlas. El control responde perfectamente, e incluso detecta el ímpetu con el que realizamos cada acción, por lo que un niño no tendrá problemas para avanzar, pero un adulto si realiza los movimientos con más fidelidad, superará los niveles más rápidamente, haciendo apto el juego para todos los públicos.
En Toy Story el nivel se titulaba Daycare Dash. La aventura comienza cuando a la salida de una guardería, de la mochila de un niño se cae Mr. Pricklepants, un erizo que aparecía por primera vez en Toy Story 3. Entre Woody y nosotros, que encarnamos a un robot, tendremos que correr detrás del niño y su madre y ayudar a Mr. Pricklepants a alcanzarlos, para que no nos dejen allí abandonados. El robot puede coger objetos, usar un rayo láser, y tras jugar varias veces este nivel, descubrimos diversos secretos interactuando con el entorno, por lo que la rejugabilidad está asegurada. Coges una pila, se la lanzas al erizo que la mete en un dispositivo, y escapas del jardín infantil para correr por la calle detrás del joven y su madre.
Con unos gráficos preciosos, corremos, saltamos sobre plataformas, nos agarramos y deslizamos por unas cuerdas, algo que vimos claro en este nivel es que para superarlo había varios caminos distintos. Cuando nos deslizamos por las cuerdas es muy curioso cómo podemos cambiarnos a otra estirando uno de los brazos hacia los lados, y no dejan de sorprendernos la gran cantidad de acciones que es capaz de detectar Kinect, y lo bien que se han introducido en la jugabilidad. Viendo como una persona del estudio realizaba todo a la primera, todavía dudábamos del control, pero cuando luego nos pusimos a jugar nosotros, y de primeras y sin apenas problemas realizábamos todas las acciones, nos dimos cuenta de lo bien hecho que está el juego.
Por último disfrutamos de la fase de Cars, Bomb Squad. Esta se desarrolla en las calles de Tokio, y comienza cuando vemos como el coche italiano tiene una bomba adosada en su alerón, y debemos correr tras él para desactivarla. Esta es una fase de conducción, y tenemos que colocar los brazos como si cogiéramos un volante, aunque con algunas peculiaridades. Para acelerar tenemos que tener los brazos estirados, y si los impulsamos hacia delante realizamos un turbo cuando está disponible, o bien disparamos unos proyectiles para romper algunos elementos del escenarios, ya que hay varias rutas por las que avanzar.
El control es genial, incluso nos permitimos el lujo de hacer las curvas derrapando, y hasta podemos saltar y si dejamos los brazos estiramos hacia los lados, desplegamos unas alas y planeamos en el aire durante unos segundos. Nos quedamos con ganas de ver alguna fase de Up!, pero los pequeños segmentos de los niveles que vimos nos gustaron mucho. Como podéis ver en el vídeo que hemos puesto al comienzo de este artículo, habrá incluso luchas contra jefes finales lanzando objetos, y muchos momentos son más típicos de una plataformas convencional que del típico juego sobre raíles para Kinect.
En cada universo de Pixar aparecerán los personajes más famosos de esas películas, y ya nos han dicho que se contarán, la mayoría, con las voces originales que les doblaron en las películas, aunque desconocemos si llegará doblado a nuestro país. Queremos destacar una vez más el genial acabado gráfico. Ya no solo como juego infantil o para Kinect, con uno de los mejores apartados visuales que hemos visto nunca en un juego de este estilo, sino ya como título en general dentro del catálogo de Xbox 360, se ve sorprendentemente bien. Por momentos parece que estás viendo las mismas películas de Pixar, y eso es todo un logro.
Como ocurre con cualquier producto basado en una obra de Pixar, hay una supervisión de la prestigiosa compañía norteamericana. Aquí se ha producido una relación muy estrecha, y como nos han contado miembros de Asobo, animadores de Pixar han estado en las oficinas de la compañía francesa, y ellos a su vez se han desplazado a California para conocer cómo trabajan esa fábrica de los sueños llamada Pixar. Esto se traduce en que la fidelidad con el universo de las películas es total, y la calidad de las animaciones y el resultado visual, de un juego que se ve realmente bonito, lo demuestran.
Un juego que se va a convertir en referente dentro del catálogo de Kinect
Tenemos que dejar claro que nos hemos llevado una grata sorpresa, tanto por su excelente control, con cantidad de acciones para realizar y todas captadas sin problemas, como por su precioso apartado gráfico, Kinect Rush: A Disney Pixar Adventure se va a convertir en uno de los mejores juegos para este periférico. Los dos años de desarrollo y el mimo con el que están trabajando en Asobo se nota y mucho, y nos parece uno de los productos más cuidados que hemos visto nunca para Kinect. Con lo poco que hemos visto y jugado, nos ha bastado para ver el buen hacer que hay detrás de este proyecto, al que se le suma el indudable carisma de cinco geniales películas de animación, por lo que los más pequeños de la casa se lo van a pasar en grande. Previsto para el mes de marzo, será el momento de disfrutar de uno de los títulos más prometedores de Kinect para este 2012.