Si Nintendo quería destacar algún juego por encima del resto en la Games Convention de Leipzig, ese era Wii Fit. Prueba de ello eran las siete consolas equipadas con el juego en la parte abierta al público, y prueba de la expectación creada por el título eran las enormes colas que había para probarlo a pesar de la cantidad de puestos disponibles.
En esta versión mostrada se podían probar hasta cinco juegos diferentes de los cuarenta que contendrá la versión final.
Los juegos ilustraban diferentes formas de utilizar la báscula, y son representativos de lo que se pretende alcanzar con Wii Fit: por una parte un juego para hacer ejercicio y mantenerse en forma; y por otra no olvidar que se trata de un videojuego, e incluir minijuegos retantes que queramos jugar una y otra vez para superar nuestra puntuación.
Antes de comenzar la partida debemos subir a la balanza cuando el juego nos lo pida para calibrarse en función de nuestro peso. La balanza tiene un diseño muy estándar y aséptico, suponemos para que no desentone en ningún salón donde se coloque, y la forma recuerda mucho a una báscula de baño. Sin embargo para no herir sensibilidades en ningún momento nos dicen nuestro peso, ya que este es irrelevante para jugar. La proporción y distribución del peso es lo que cuenta, y para su medición la plataforma se compone de cuatro sensores de presión que calculan en todo momento donde se encuentra nuestro centro de gravedad. Es todo lo que necesita Wii Fit para funcionar.
La primera de las pruebas es una especie de entrenador para poner nuestro cuerpo en forma. En pantalla aparece una mujer ejecutando una serie de ejercicios y nosotros debemos imitarla de la forma más fiel posible. Los ejercicios consisten en mantener el equilibrio en un solo pie en una postura estática, o bien inclinando el cuerpo hacia delante o hacia atrás. Aunque esta versión no lo incluía también habrá posturas en las que debamos apoyar las manos en la plataforma y hacer flexiones sobre la misma. En cada momento nos van diciendo si la postura que estamos adoptando es correcta o no, y de no serlo nos dice qué debemos corregir. Al estar pensado para su uso diario, este modo de juego pretende proporcionar una tabla de ejercicios con los que mantenerse en forma sin salir de casa. Además el sistema de corrección de posturas bien implementado podría por ejemplo ayudar a gente a problemas de espalda a corregir su postura mitigar en la medida de lo posible sus dolencias.
Para comprobar nuestros progresos el juego sigue nuestros avances día tras día y los plasma en un gráfico. Calcula nuestra edad (que como es habitual lo ideal son 20 años) y por último proyecta nuestra forma física en el volumen de nuestro Mii: cuanto más gordo está, peor nos encontraremos.
Otro juego para hacer deporte es el simulador de hula-hop. Aquí tenemos que menear la cintura como si tuviéramos un aro en ella lo más rápido posible. A medida que avanza la partida nos irán lanzando nuevos hula-hops a los lados que deberemos recoger inclinando el cuerpo hacia el lado de donde venga, sin dejar de movernos para no dejar caer los que ya tenemos en el cuerpo. Por cada vuelta que consigamos darle a cada aro sumaremos un punto, y la puntuación final dependerá sensiblemente de los aros que hayamos conseguido recoger durante la partida.
El fútbol también tiene su representación en Wii Fit, con un curioso juego en que debemos rematar de cabeza las pelotas que nos van tirando. Para movernos es tan fácil como inclinar el cuerpo hacia el lado de donde venga la pelota. Aquí también conseguiremos un punto por pelota rematada, aunque a la puntuación por cada remate consecutivo se le va sumando un punto más que en el anterior. No solo nos lanzarán pelotas de fútbol, si no también cabezas de osos panda y botas de fútbol que si nos dan además de restarnos puntos nos dejarán "atontados" por un momento, y que por tanto deberemos esquivar.
El otro juego de inspiración deportiva era el de saltos de ski. Como en los saltos reales, debemos mantener la postura mientras nos deslizamos por la pasarela con el cuerpo ligeramente inclinado para ganar velocidad. Llegado el momento tenemos que "saltar", gesto que imitamos poniéndonos de puntillas e inclinando el cuerpo hacia delante. Mientras permanecemos en el aire debemos mantener la postura sin movernos lo menos posible. Para ello aparecerá en una esquina un rectángulo representando la balanza y un punto que indica donde se encuentra nuestro centro de gravedad, y esto será lo que debamos utilizar de guía.
El último juego que pudimos probar partía de un concepto mucho más básico y abstracto que los anteriores, pero se trata de un clásico del mundo de los videojuegos: mover una bola de un punto a otro de un escenario moviendo este último, hasta hacer caer la bola por un agujero. Hasta ahora habíamos controlado juegos similares con una cruceta, un stick e incluso el propio mando de Wii pero por el momento no con los pies. El resultado es bastante bueno, ya que al contrario de lo que puede parecer en un primer momento, el control resulta bastante eficaz e intuitivo. A medida que pasan los niveles las plataformas que los conforman se hacen cada vez más estrafalarias y enrevesadas, y además cada vez habrá más bolas que tendremos que mover a la vez con cuidado de no dejar caer ninguna por el borde del escenario, con lo que llegar al último nivel promete necesitar muchos intentos.
La versión final incluirá más minijuegos y de toda índole, como uno en que tendremos que repartir el porcentaje de peso entre nuestros pies tal y como nos requieran en pantalla, o uno en que tendremos que subir y bajar de la báscula al compás que marque la música en un minijuego que recuerda a los simuladores de baile con alfombra como Dance Dance Revolution.
En resumen Wii Fit reúne todas las cualidades para convertirse en un éxito instantáneo: un juego simple, accesible, y con el ejercicio físico y la puesta en forma como reclamo. Nintendo deposita muchas esperanzas en este juego, que espera convertir en un éxito de ventas instantáneo cuando salga al mercado, a lo largo del próximo año.
