De vez en cuando surgen en PC títulos gratuitos que por unas razones u otras cosechan un gran éxito y se hacen con una gran comunidad. Este es el caso de TrackMania, un título de carreras con un toque tremendamente arcade que nos retaba a conseguir nuestros mejores tiempos para superar así a nuestros amigos. Ahora, algunos años después, aparece una versión para Wii que promete traernos las mismas sensaciones y ofrecernos el contenido suficiente como para tenernos enganchados una larga temporada.
La base de TrackMania es sencilla y algo diferente a lo que nos tienen acostumbrados los juegos de carreras. Cada circuito tiene un comienzo y un final, es decir, no daremos varias vueltas por ellos, y nuestro objetivo será hacer el mejor tiempo posible. Para ello contaremos sólo con nuestra habilidad a la hora de coger mejor que nadie las curvas o de no frenar hasta el último segundo, pues en cada prueba todos los coches serán exactamente iguales (variarán sólo en el color) por lo que no habrá vehículos mejores que otros y por tanto no tendremos ventaja con nuestro motor.
Otro detalle diferente es que aunque habrá competidores, estos tendrán forma de fantasmas (incluso cuando juguemos con un amigo a pantalla partida) por lo que no habrá colisiones con ellos. De nuevo esto hace que debamos centrarnos en correr lo mejor posible, independientemente de lo que haga el resto de competidores, ya que sus acciones no nos afectarán.
Tú contra el crono
A la hora de jugar tenemos varias zonas, cada una de ellas con un escenario gráfico y un vehículo concreto. La variedad de estas es suficiente, presentando el juego una buena cantidad de tipos de vehículos, como fórmulas 1 o todo terrenos, aunque es cierto que su número tampoco es exagerado y hubiera estado mejor que añadiesen más. En el modo para un jugador nos enfrentaremos contra rivales manejados por la consola (aunque no tendrán inteligencia artificial, ya que siempre irán por el mismo camino pues su objetivo es marcarnos el tiempo a superar) y al completar la carrera se nos dará una medalla en función del tiempo conseguido y un número determinado de monedas que podremos usar en la tienda del juego. De entrada la variedad de circuitos es buena, no estando desbloqueados todos desde el comienzo, aunque la joya del juego está en su editor.
Y es que al igual que la versión de PC, está entrega cuenta con un completo editor que nos permite hacer todo tipo de circuitos y compartirlos con nuestros amigos. Las posibilidades del editor son bastante grandes, y aunque se hubiera podido mejorar alguna cosilla (como la existencia de una rejilla para colocar los elementos o un interfaz algo más pulido) en general funciona bien y es lo suficientemente intuitivo como para ponernos hacer circuitos sin problemas.
El modo para un jugador se completa con otros dos modos realmente interesantes. El primero es el modo puzle en el que se nos presenta un circuito incompleto (generalmente con la salida, la meta y varios puntos de control) y se nos dan unas piezas para que podamos terminarlos. La gracia no está sólo en completar el circuito y poder correrlo, sino en optimizar las piezas lo mejor posible, pues la segunda parte de la prueba será correr por él y conseguir batir el tiempo que se nos proponga, algo que sólo será posible si hemos colocado las piezas correctamente (ya que puede haber varias soluciones).
El último modo para jugar en solitario es el modo plataforma, dónde se nos colocará en un circuito con el único objetivo de llegar al final en el menor tiempo posible, sin competidores de ningún tipo. La gracia es que los escenarios están diseñados con bastante mala baba, encontrándonos con agujeros repentinos o con rampas que nos harán caernos a no ser que las cojamos a toda velocidad. La gracia de este modo es conseguir superar todos los obstáculos del escenario, algunos de ellos bastante complicados, algo que a menudo lograremos mediante ensayo y error. Afortunadamente a lo largo del escenario encontraremos distintos checkpoints que nos permitirán reiniciar desde allí en lugar de hacerlo desde el comienzo del escenario (algo que también podremos hacer si lo preferimos) con lo que en ningún momento se hace pesado, todo lo contrario, cada vez que caemos nos picamos para tratar de superar ese obstáculo maldito.
Compite con otros por el mejor tiempo
Pero en un juego como este en el que el componente de "pique" es tan alto, no podíamos dejarnos de lado el modo multijugador, que podrá ser tanto online (modo que no pudimos probar al tratarse de la beta) o a pantalla partida. Jugando con otro amigo en la misma consola la idea es que tendremos un tiempo determinado en un circuito para tratar de hacer el mejor tiempo posible. Si vemos que estamos haciendo una mala vuelta, podemos reiniciar desde el último checkpoint o bien desde la meta, así hasta que se agota el tiempo de carrera, momento en que se comprueba quien ha conseguido el mejor crono. En este modo, al igual que en el resto, nuestros competidores serán fantasmas, por lo que no nos afectará a lo que hagamos (más allá de la presión de verles ir más rápido que nosotros).
Gráficamente el juego es correcto, aunque se queda algo corto para los tiempos que corren con unos escenarios algo simples en su mayoría (nos encontramos con algunos más detallados, aunque son los menos) y unos coches no tan elaborados como nos hubiese gustado. A su favor tenemos una combinación de brillos y reflejos sobre la carrocería muy vistosos y una tremenda velocidad totalmente constante en el modo para un jugador que hace que sea una delicia jugar. Todo esto es en el modo para un jugador, pues hemos de decir que cuando jugamos a pantalla partida la cosa se resiente bastante, teniendo el juego una tasa de imágenes por segundo mucho más baja y siendo esta bastante inestable. Esperamos que esto se deba al estado de la versión y que se solucione de cara a la salida del juego, pues creemos que el juego no tiene una carga gráfica tan elevada como para justificar en mal rendimiento a pantalla partida.
Las sensaciones de este TrackMania para Wii son muy buenas. Creemos que es un juego que divertirá a todo el mundo y que promete tenerte enganchado a la consola durante horas para bajar tu tiempo una décima y conseguir la medalla de oro. Es cierto que en la versión que vimos hay algún que otro problemilla como el ya mencionado pobre rendimiento a pantalla partida u otros como una música bastante machacona y repetitiva (hay muy poca variedad y su calidad no nos convence) o la imposibilidad de usar la palanca de control del nunchuck para movernos por los menús, pero es algo que confiamos en que se pula para su lanzamiento, ya que de ser así nos encontraremos ante un juego que nadie que quiera pasar un buen rato debería perderse.