Vivimos en una sociedad que nos ha acostumbrado al consumo rápido, que nos quiere hacer creer que lo que realmente importa es jugar al máximo número de videojuegos que nos sea posible. A que los completemos con prisas para pasar cuanto antes al próximo título de nuestra lista de pendientes con el fin de no quedarnos fuera de las conversaciones y debates que se generan en redes sociales y en nuestros círculos de amistades sobre cada nuevo producto que llega al mercado.
Queramos o no, vivimos condicionados por ese FOMO, algo que también se extiende a otros ámbitos como el cine o la literatura. Sin embargo, a veces y de manera muy excepcional, aparecen títulos que con su calidad y buen hacer nos sumergen en sus mundos y propuestas de tal manera que consiguen que bajemos el ritmo para centrarnos en lo que de verdad debería importarnos: en disfrutarlos y divertirnos con ellos sin prisas por llegar al final antes del siguiente gran evento del calendario de lanzamientos.
The Legend of Zelda: Breath of the Wild y The Legend of Zelda: Tears of the Kingdom lograron exactamente eso. Dos obras maestras revolucionarias que hicieron que nos olvidáramos de la existencia de cualquier otro videojuego durante las más de 100 horas que le dedicamos a cada uno forjando recuerdos inolvidables que nos marcarían para siempre. Y ahora, con la llegada de sus nuevas versiones para Nintendo Switch 2, la historia, la leyenda, se vuelve a repetir.
Redescubriendo Hyrule
Como siempre decimos en estos casos, si queréis profundizar en por qué consideramos tanto a Breath of the Wild como a Tears of the Kingdom dos de los mejores juegos de la historia, os recomendamos que les echéis un vistazo a los análisis que le dedicamos a cada uno, ya que en este texto vamos a centrarnos en las novedades y peculiaridades que traen consigo estas nuevas ediciones para Switch 2.
A modo de resumen rápido, debéis saber que estamos ante dos gigantescas aventuras de mundo abierto que nos dan una libertad absoluta para explorar, para resolver puzzles e incluso para progresar en sus tramas argumentales. Son títulos en los que nosotros marcamos el camino y en los que cualquier obstáculo puede superarse a base de ingenio y habilidad gracias a las enormes posibilidades jugables que nos ofrecen las mecánicas y herramientas de las que disponemos, las cuáles se ven potenciadas por un sistema de físicas prácticamente imbatible.
Son juegos muy absorbentes y con una visión muy especial de lo que debería ser una gran aventura de mundo abierto que nadie ha conseguido replicar. Aquí todo resulta sistémico y muy orgánico, favoreciendo que durante nuestros viajes sucedan todo tipo eventos y situaciones de manera natural con los que vamos escribiendo nuestra propia historia y viviendo momentos tan únicos como irrepetibles que son consecuencia tanto de la propia Hyrule como de nuestras acciones.
Todo esto sigue vigente y las sensaciones que transmiten ambos juegos cuando cogemos el mando y empezamos a andar hacia el horizonte en busca de nuevas aventuras son inigualables. En nuestro caso ha sido casi como regresar a casa, a un hogar en el que siempre somos bienvenidos y en el que nos podemos permitir el lujo de ser felices durante nuestra estancia mientras nos recuerdan todos y cada uno de los motivos por los que nunca quisimos irnos de allí.
Continuando con esta metáfora, podríamos decir que las versiones originales de Switch serían como una acogedora cabaña en el bosque, mientras que estas nuevas ediciones que nos llegan para Nintendo Switch 2 equivaldrían, en comparación, a una gran mansión que nos está haciendo redescubrir de la mejor forma posible dos joyas prácticamente inmejorables.
La primera novedad y la más evidente la tenemos en su apartado gráfico, el cuál se ha visto increíblemente beneficiado con algo tan simple como una subida de resolución y una mejora en la tasa de imágenes por segundo. De este modo, ahora lucen a 4K reescalados desde 1440p en sobremesa y a 1080p en portátil mientras mantienen una robusta tasa de 60 fps en ambos casos. Si tenemos en cuenta que en Switch funcionaban a 1080p reescalados desde 900p en sobremesa y a 720p dinámicos en portátil con una tasa de 30 fps que en ciertas ocasiones sufría por mantener, la mejora es muy, muy notable.
También hay algunas mejoras adicionales como texturas algo más pulidas, sombras más complejas, la desaparición de bordes de sierra o una distancia de dibujado que se ha aumentado notablemente, por no hablar de lo mucho que se benefician unos juegos tan coloridos con la implementación de HDR, lo que ayuda a realzar la increíble dirección de arte de la que hacen gala.
Todo esto consigue que la experiencia sea prácticamente transformadora y que nos hayamos vuelto a quedar completamente embobados contemplando esos mismos escenarios que ya nos conocíamos de memoria como si fuese la primera vez que los veíamos, apreciando pequeños y leves detalles que en Switch habíamos pasado por alto por la falta de nitidez en la imagen. Incluso la mejora de rendimiento ayuda a esto, ya que no hay prácticamente borrosidad al mover la cámara. Y sí, explorar, escalar, resolver puzles, planear en paravela, combatir o simplemente andar es ahora un auténtico gustazo gracias a los 60 fps.
Estamos hablando de dos juegos que llevaron al límite a la Switch original y a los que no podíamos pedirle más en un hardware tan limitado (de hecho, que algo como Tears of the Kingdom y su sistema de físicas fuese posible en dicha consola nos sigue pareciendo poco menos que brujería), pero que ahora podemos disfrutar en toda su gloria gracias a la potencia de la nueva híbrida de Nintendo, algo que les sienta de fábula y que está logrando que queramos volver a rejugarlos de principio a fin.
Más allá de esto, también tenemos que destacar el hecho de que ahora los tiempos de carga son considerablemente más cortos, que nuestras partidas de Switch son compatibles y que contamos con un espacio de guardado adicional en cada juego (dos en el caso de Breath of the Wild, ya que se ha añadido uno para el modo normal y otro para el modo experto), por lo que tendremos la oportunidad de empezar una nueva partida si así lo deseamos a la vez que conservamos nuestros archivos originales.
Zelda Notes, una original forma de enriquecer dos juegos prácticamente perfectos
Curiosamente y a pesar de lo importantes y relevantes que son estas mejoras de las que os hemos hablado hasta ahora, para nosotros la gran novedad de estas ediciones para Nintendo Switch 2 no es tanto su renovado apartado gráfico como el añadido de una nueva aplicación para móviles llamado Zelda Notes.
A modo de resumen, se trata de un servicio especial que está incluido dentro de Nintendo Switch App, una aplicación que podéis descargar de forma gratuita tanto en dispositivos iOS como Android. Una vez vinculéis vuestra cuenta de Nintendo y activéis la función de Zelda Notes en el menú de opciones de cada juego, vuestra partida quedará sincronizada con la aplicación y podréis acceder a una serie de funciones exclusivas entre las que se incluyen algunas cosas realmente interesantes.
De todas ellas, la que más nos ha gustado y con mucha diferencia son los recuerdos orales, un gigantesco archivo de notas de voz que aportan muchísima información sobre el trasfondo argumental de ambos títulos, deleitándonos con jugosos detalles sobre sus personajes, lugares, culturas, mitos y leyendas que son todo un regalo para los fans de la saga y que enriquecen hasta niveles insospechados a Hyrule y sus gentes.
El caso de Breath of the Wild, hay unos 150 recuerdos orales de Zelda grabados 100 años antes del momento en el que se desarrolla nuestro viaje, mientras que en Tears of the Kingdom se suman recuerdos de otros dos personajes del pasado lejano de este mágico reino.
Como decimos, hay un poco de todo, desde pequeños detalles sobre el encargado de una de las postas hasta poder conocer más sobre la infancia de Zelda y su relación con su padre, pero todos ellos nos han hecho ver este mundo con otros ojos, por no hablar de lo gratificante que resulta dar con unas ruinas que se encuentran aparentemente en mitad de la nada y poder descubrir toda la historia que había tras ellas.
Lo mejor de todo es que estos archivos de voz tenemos que descubrirlos por nosotros mismos, ya que, de primeras, no están desbloqueados. Para ello, debemos abrir la pestaña de los recuerdos orales en la aplicación mientras jugamos para activar una especie de radar. Cuando estamos cerca de una de estas notas de audio, el móvil nos avisa con un sonido que se va haciendo más insistente a medida que nos acercamos a nuestro objetivo. Una vez llegamos al punto exacto, el recuerdo oral se reproduce para que podamos escucharlo mientras seguimos jugando.
Algo importante que conviene destacar es que todos los archivos están doblados al español con los mismos actores y actrices que prestan sus voces a los personajes de los juegos, algo que se agradece muchísimo y que ayuda a que la inmersión sea total para que en ningún momento tengamos que preocuparnos de mirar el móvil.
Tenemos que admitir que descubrir estos recuerdos orales nos ha parecido algo tremendamente divertido y gratificante que nos ha hecho sentir casi como arqueólogos desentrañando los secretos que envuelven a la historia de Hyrule. Además, estos archivos no se han colocado al azar y todos ellos están situados en lugares lógicos y coherentes que se corresponden con lo que nos cuentan, lo que os animará a daros una vuelta por todos esos lugares que ya conocéis o que os llaman la atención y de los que queréis saber más.
Lo que no nos ha gustado tanto es no poder hacer uso de esta función con el móvil en reposo, obligándonos siempre a tener la pantalla encendida mientras jugamos y con la aplicación en primer plano. Además, cuando la ponemos en segundo plano para, por ejemplo, responder a un mensaje de WhatsApp, suele quedarse sin sonido cuando volvemos a ella, un bug que nos obliga a reiniciarla por completo si queremos seguir escuchando el radar y las notas de voz, lo que resulta muy molesto y poco práctico.
Otra función que nos ha parecido un gran acierto la tenemos en Mi rumbo, la cuál es, a efectos prácticos, un GPS que nos marca en el mapa la localización de los santuarios, las torres, las postas, las aldeas e incluso los kolog, entre otras muchas cosas, pudiendo cribar aquellas cosas que ya hemos conseguido para que sepamos qué nos falta exactamente.
Por si no fuese suficiente, todo ello está perfectamente organizado con porcentajes que nos indican nuestro índice de compleción de cada cosa, lo que resulta tremendamente útil para ayudarnos a estar al día de nuestros progresos. Su funcionamiento es muy sencillo, ya que simplemente debemos seleccionar la categoría de lo que estamos buscando (por ejemplo, kolog o santuarios), observar el mapa que nos muestran y elegir el sitio al que queremos que la aplicación nos guíe para obtener aquello que nos falta. Una vez hecho esto, la aplicación nos guiará de viva voz hasta el sitio seleccionado como si de Google Maps se tratase.
Como decimos, si aspiráis a conseguir el 100 % de ambos juegos, esta función va a ser vuestra mejor arma, aunque nuestra recomendación es que no recurráis a ella hasta que le hayáis dedicado al menos un centenar de horas a cada título y lleguéis a ese punto en el que ya no sabéis por dónde seguir buscando, pues lo realmente divertido de estas aventuras es explorar y descubrir las cosas por nosotros mismos sin ningún tipo de ayuda externa.
Por lo demás, el resto de funciones de Zelda Notes son algo menos importantes, aunque algunas de ellas están curiosas, como Mi perfil, donde podemos echarle un vistazo a nuestras estadísticas y comprobar las medallas que hemos obtenido, una especie de sistema de logros muy básico.
Algo parecido lo tenemos en Estadísticas globales, una sección en la que nos muestran nuestras estadísticas comparándolas con las del resto de la comunidad. No pasa de ser una curiosidad, pero estamos seguros de que acabaréis echándole más de un vistazo. Eso sí, os avisamos que tanto Mi perfil como Estadísticas globales aunan el registro de todas nuestras partidas guardadas de cada juego en vez de diferenciar nuestros datos por archivos independientes.
También tenemos una tirada diaria que nos da una recompensa aleatoria cada día (por ejemplo, que se repare una de nuestras armas), una sección para registrar los amiibo que utilicemos en el juego y que sigue la cuenta del número de veces que usamos cada uno, una galería de imágenes donde poder editar las fotos que hagamos con la cámara durante la partida y una peculiar opción para compartir e intercambiar objetos con otros jugadores mediante códigos QR.
En el caso de Tears of the Kingdom hay una función exclusiva que nos permite compartir con el resto de la comunidad los planos de construcción automática de las creaciones que hayamos hecho, algo que encaja genial con la propuesta de este título y que nos permite recrear fácilmente todas esas locuras que hemos llegado a ver en redes sociales. De hecho, resulta incluso extraño que esto no estuviese integrado dentro del propio juego en su lanzamiento original.
Como veis, Zelda Notes es un añadido que nos ha gustado mucho, especialmente por lo interesantes que son los recuerdos orales y por lo útil que resulta la función de Mi rumbo cuando aspiramos al 100 %, convirtiéndose en un complemento que enriquece la experiencia de juego mucho más de lo que podría parecer por la promoción que ha recibido.
La mejor forma de disfrutar de dos obras maestras
Lo mejor que podemos decir de las Nintendo Switch 2 Edition de The Legend of Zelda: Breath of the Wild y Tears of the Kingdom es que nos han vuelto a enganchar de tal manera que han conseguido que queramos volver a dedicarle 100 horas más a cada una de estas obras maestras. Son, sin lugar a dudas, las versiones definitivas de dos títulos que han hecho historia en el medio y poderlos redescubrir en estas condiciones y con el añadido de Zelda Notes es todo un lujo que no podemos agradecer lo suficiente. Si todavía no los habéis jugado, ya no tenéis excusa para descubrir todo lo que Hyrule tiene que ofreceros, y si ya lo hicisteis en su momento, estamos seguros de que os bastará un instante con estas ediciones para volver a caer rendidos a sus pies.
Hemos escrito estas impresiones gracias a unos códigos de descarga para ambos juegos que Nintendo nos ha facilitado.