Hace varias semanas los usuarios de PS Vita, al menos un grupo amplio, pudieron probar la beta de LittleBigPlanet en la nueva portátil de Sony, de la cual ya os hablamos en nuestras últimas impresiones. En los últimos días hemos podido disfrutar de una versión más avanzada y cercana a la final –aunque limitada- que se parece mucho a lo que estará disponible en las tiendas el próximo mes. ¿Nuestras conclusiones? Las buenas sensaciones que ofrece el título se van confirmando y la calidad de la saga sigue manteniendo el listón muy alto.
En primer lugar, sorprende la gran cantidad de estudios colaborando en este LittleBigPlanet Vita, todos ellos reflejados en las pantallas iniciales. Media Molecule hace esta vez de coordinadora y supervisora, ya que los creadores originales de la saga están, todo indica a ello, preparando un proyecto en la nueva PlayStation. Double Eleven y Tarsier Studios se encargan de crear esta entrega, y como os contamos anteriormente, cuentan con experiencia sobrada en las vivencias de Sackboy tras participar en el contenido descargable de anteriores LittleBigPlanet. Además hemos visto menciones a muchos otros equipos, entre ellos Sumo Digital, dejando claro que se trata de una producción muy cuidada que Sony quiere que sea el próximo emblema de la consola. Por algo Sackboy es, no oficialmente, la mascota de PlayStation.
En anteriores juegos nuestro muñeco de trapo favorito se enfrentó al Coleccionista, un creador renegado, y al Negativitrón, un gran aspirador que amenazaba con destruir los planetas de LBP 2. Ahora LittleBigPlanet Vita nos presenta un nuevo mundo, Ferialia, repleto de luces de colores y diversión que parece un gran circo, repleto de espectáculos y visitantes con caras felices. Nada hacía presagiar que sucedería un inesperado incidente en un lugar tan idílico, pero ocurrió. Un titiritero, abucheado en uno de sus espectáculos, se transformará en un vengativo villano y desde entonces, quienes entran en la feria acaban convertidos en una especie de muñecos de madera, parecidos a los Sackbots, sin alma.
El Coronel Flounder, uno de los antiguos jefes de pista del circo, nos explicará estos detalles, pedirá nuestra ayuda y hará de guía por los diferentes niveles temáticos, siendo el primero de ellos un circo –una de sus fases estaba ya disponible en la beta-. En esta versión hemos podido jugarlo al completo, con sus secuencias cinemáticas y jefe final incluido. Durante su recorrido se nos explicará el funcionamiento básico del juego, útil porque es probable que muchos jugadores se acerquen por primera vez a LittleBigPlanet con este juego sin conocer la filosofía de la saga: los cambios de plano, los agarres, la función de las pegatinas, las burbujas de premios, los rebotadores, la forma de derrotar enemigos, las llaves de fases ocultas, las fases contrarreloj y demás; y por otra parte, desde el inicio se nos presenta la pequeña novedad de las funciones táctiles que a la postre se convierte en una gran revolución en la forma de jugar.
El uso de superficies táctiles es variado, casi tan ilimitado como la imaginación. Pueden servir para interactuar directamente con el escenario arrastrando bloques con el dedo para crear escalones, salvando obstáculos antes insuperables para Sackboy, o pulsando hacia el fondo paneles que impiden avanzar. Si cuentas con LittleBigPlanet 2 y PS Move quizás te hagas una idea de las posibilidades que se abren con esto, pero huelga decir que aquí están mucho más desarrolladas y no son una función extra opcional, el juego ha sido pensado para explotar las posibilidades de Vita y ampliar el horizonte de la saga. La originalidad de los ingenios, trampas e interruptores ofrecen puzles que dan un aire nuevo a las fases, con pianos musicales, piezas de muros que forman escaleras, compuertas táctiles o resortes que calculan nuestro impulso.
En la beta ya comprobamos que el juego hace uso de otras funciones, como el panel táctil posterior de Vita para mover, en este caso hacia el frente, algunos objetos. No es tan común como el uso de la pantalla táctil, pero decir que funciona mucho mejor y es menos frustrante que lo visto en Escape Plan. En cierta forma, LittleBigPlanet Vita reúne las mejores ideas de los juegos táctiles y las integra en una aventura de plataformas –cada vez menos centrada en la precisión de los saltos- con el carisma de la serie. Ahí están por ejemplo los niveles bloqueados, esos minijuegos orientados a la competición por puntos que necesitan una llave para ser accesibles, que ahora son más parecidos a juegos arcade de App Store -y no lo decimos de forma negativa pese a su fama entre los jugones-.
La primera fase secreta es el típico "machaca al topo", que presenta una superficie con agujeros por los que aparecen cabezas de Sackboy. Tu misión es pulsar cabecitas el mayor número de veces dentro de un tiempo establecido, y es la primera ocasión en la que LittleBigPlanet te indica que gires 90º la consola –se juega de manera vertical-. La segunda fase oculta del mundo del circo es algo más tradicional y consiste en poner a Sackboy en la posición exacta de huecos de paneles saltando o desplazándote hacia ellos, o de lo contrario te lanzarán fuera; en esencia, similar al programa de televisión norteamericano Hole in the Wall.
Otra función de la portátil que se utiliza son las cámaras. En cualquier momento puedes sacar tu colección de pegatinas para decorar los escenarios del juego, como siempre, y ahora además tienes la oportunidad de fotografiarte y ser inmortalizado en una de las superficies del decorado. Pero donde tendrá realmente se explota la existencia de estas cámaras es en el editor, ya que supone una fuente inagotable de texturas que harán tus obras aún más exclusivas.
Tras el primer mundo del circo –con un jefe final bien diseñado, con rutinas de ataque claras-, llegamos a otro nuevo inspirado en salones arcade. En lugar del desarrollo habitual de la serie –unos emblemas que representan fases conectadas por líneas que debes terminar de manera ordenada-, aquí tenemos cinco grandes minijuegos de los que hemos jugado a uno llamado TapLing. Decimos grandes porque son casi juegos descargables propios, completamente diferentes a la aventura principal colados aquí con la disculpa de ser juegos arcade que estaría jugando Sackboy. ¿Recuerdas el juego de billar de LittleBigPlanet 2? Aquí no se trata de una simple fase demostrativa de la potencia del editor, TapLing tiene sus propias subfases, secretos que encontrar y guarda los avances de tu partida.
Con un estilo gráfico más parecido a Limbo –con algo de color- que a LittleBigPlanet por el uso de siluetas, este nivel funciona exclusivamente de manera táctil, indicando a nuestro personaje –una esfera- dónde debe saltar o rebotar para avanzar en escenarios laberínticos repletos de pinchos, sierras y superficies adherentes. El objetivo principal es llegar al final del recorrido sin morir, pero opcionalmente también tenemos que rescatar a tres seres brillantes enjaulados por fase, algo que complica un poco la situación porque en ocasiones están en lugares difíciles de alcanzar o escondidos. Nos ha parecido muy curioso, no tiene relación jugable alguna con LittleBigPlanet y da una idea de lo que los usuarios podrán crear con el editor, tiempo y mucho talento. Eso sí, el nivel de dificultad se nos antoja alto para encontrarse en el segundo mundo, o al menos su curva de adaptación para los usuarios no acostumbrados a juegos táctiles es un poco elevada.
Aunque esta versión no parece contar con multijugador –del cual ya vimos su funcionamiento en la beta- puesto que no nos hemos cruzado con otros usuarios y no se nos ha dado la posibilidad de jugar en compañía al iniciar fases, este avance de LittleBigPlanet Vita incluye, como la beta, el famoso editor y el completo apartado de menús de comunidad. Sobre el editor, nada nuevo salvo que ahora la interfaz es más cómoda al elegir herramientas de manera táctil, dibujar siluetas o arrastrar objetos, y los nuevos sensores específicos de Vita –de movimiento, superficies táctiles…-. El área de comunidad es el lugar donde buscar y encontrar los niveles creados por otros usuarios, ya está en marcha y podemos ver fácilmente los más destacados por el equipo desarrollador, de manera que no tienes que perderte entre los millones de creaciones dando palos de ciego o fiándote de las puntuaciones y comentarios de otros jugadores –muchos de amigos del creador-. La descarga de los niveles es rápida y tienes la opción de guardarlos en tu tarjeta de memoria para jugarlos cuando quieras, estupendo para cuando te encuentras fuera de cobertura.
Aunque el contenido de la versión que hemos jugado está limitado principalmente al primer mundo del juego, ya cuenta con traducción y el doblaje al castellano. La voz de introducción y tutoriales es la misma de LittleBigPlanet 2 –gran noticia para el club de no-fans de Cristian Gálvez, que estuvo en el primero- con el buen resultado al que nos tienen acostumbradas las producciones de Sony. El motor gráfico es bastante sólido, sin atisbos de tearing o ralentizaciones visibles, al menos en solitario y hasta donde hemos llegado. Las texturas son equiparables a las de PlayStation 3, hay unos efectos algo menos detallados como el agua pero el resultado es francamente bueno en general. Artísticamente también decir que nos ha encantado el nivel del circo, mucho más bonito que, por comparar, la última fase apocalíptica de LBP 2.
Sackboy por la puerta grande en la consola pequeña
Los seguidores de LittleBigPlanet lo saben: no se es una saga de plataformas al uso. Y el juego en PS Vita parece alejarse aún un poco más del género mezclando todo tipo de mecánicas variadas. Eso no significa que tú, como creador, no puedas desarrollar el nivel de saltos clásicos que desees. La historia principal, sin embargo, apunta a algo más ambicioso entre los nuevos puzles, minijuegos y pruebas de habilidad. La intención de Sackboy no es la de rivalizar con Rayman Origins, el plataformas puro más sobresaliente de la portátil a día de hoy. LittleBigPlanet tiene una personalidad propia y las líneas se van definiendo cada vez más con las secuelas.
Estad atentos al 19 de septiembre porque LittleBigPlanet regresa y no quiere defraudar a nadie.
