El juego comienza con Travis O'Grady, camionero de profesión y con un traumático pasado detrás, como protagonista del mismo. Travis circula una noche en su camión hasta el pueblo de Brahms atravesando una ruta alternativa que pasa cerca de la población vecina de Silent Hill cuando nota la presencia de una extraña forma en la carretera que le hace detenerse. Acto seguido, vislumbra también lo que parece ser la silueta de una niña, a lo lejos y en medio de la carretera. Preocupado por la seguridad de la misma en semejante lugar a las tantas de la noche, Travis empieza a perseguirla a lo largo del camino, momento en el que el jugador comienza a asumir el control del personaje. Un considerable paseo lleva a Travis a una casa en llamas donde hallará un cuerpo bastante incinerado en lo que parece ser un ritual, pero que milagrosamente aún muestra signos de vida. Tras salvarla, esta es llevada al hospital Alchemilla de Silent Hill, donde Travis descubrirá que no es precisamente un ser natural, como no lo es tampoco la ciudad donde se encuentra.
En términos de jugabilidad, el esquema general del juego es muy parecido al de las entregas de plataformas de sobremesa. Manejamos a Travis con el "stick" analógico de PSP, y la acción se contempla por una cámara trasera al personaje que generalmente se mantiene a cierta distancia y elevación sobre este, y que a veces cambiará a ángulos más cinematográficos según lo requiera el desarrollo contemplado en la pantalla, con la posibilidad además de devolverla a su posición estándar (es decir, detrás del personaje) con el botón L de la consola. Gracias al botón X, en condiciones normales interactuaremos con el entorno, y manteniendo presionado el botón R, combatiremos si la situación se presta a peligro. Y con el botón cuadrado se procede a correr a mayor velocidad. Todo jugador que tenga experiencia previa con la saga no tendrá problemas a la hora de ponerse a los mandos en la consola portátil de Sony, pues el juego ha recibido una perfecta implementación del control tradicional de la saga.
Muchos usuarios recordarán una serie de características notorias de anteriores Silent Hill que sin embargo se perdieron con Silent Hill 4, y que ahora retoma de nuevo Silent Hill Origins. Así pues, regresa la pantalla de inventario en el que accederemos de manera pausada a los objetos que se recolecten, así como también comprobar el estado de salud y visualizar el mapa de la zona si se posee (accesible también de manera directa con el botón triángulo), las notas y archivos que se hayan ido recogiendo, y finalmente, seleccionar las armas que Travis puede emplear.
Si se prefiere, el armamento también se puede elegir fuera del inventario y en tiempo real de idéntica manera al que se hacía en Silent Hill 4 con la cruceta digital, lo que supone una gran fusión del interfaz más clásico de las primeras entregas y el nuevo que presentó la última aparecida en el año 2004. Objetos imprescindibles para todo aquel que se adentraba en el pueblo de Silent Hill como eran la linterna y la radio, ausentes de igual modo en Silent Hill 4, también hacen su regreso para delicia de todos los amantes a las estancias poco iluminadas y las secuencias radiofónicas extrañas emitidas cuando se acerca peligro.
El título, por supuesto, también deja margen a varias novedades muy interesantes de cara a reforzar la experiencia de Silent Hill. La más importante, sin duda, está directamente relacionada con uno de los mayores atractivos de la ciudad maldita, que es su dualidad de dimensiones. Tanto la dimensión normal o neblinosa, como la oscura o retorcida, regresarán para mostrar dos caras diferentes de los entornos que recorre Travis, pero esta vez y a diferencia de lo que venía siendo habitual, el cambio entre una y otra será a voluntad del jugador y no algo determinado directamente por el argumento y desarrollo del juego. Para ello, nuestro protagonista empleará una serie de elementos en forma de espejos repartidos estratégicamente por los escenarios y que servirán como portales de interconexión entre ambos mundos, circunstancia que abre estancias y caminos a los que en la dimensión no era posible acceder, o de igual modo cerrando otros que sí que eran accesibles en la otra dimensión, aspecto clave en cuanto a fortalecer un elemento importante en el género como es la exploración.
Además, los combates están muy enfocados a la supervivencia y replanteamiento de los mismos, y no tanto a la acción fácil y gratuita de otros exponentes del género, gracias al añadido de una nueva circunstancia en cuanto al estado de las armas: su vida útil. Exceptuando el arma básica de Travis, que es el combate a puño limpio (lo que asimismo supone otra novedad), todas las demás que vaya encontrando nuestro personaje durante el desarrollo del juego estarán expuestas a romperse tarde o temprano y dependiendo tanto de la propia naturaleza del arma en sí como del uso de esta, lo que obligará al jugador a tener que racionar su uso. Así pues, si Travis utiliza un televisor para aporrear a un enemigo, es obvio que se lo romperá en la cabeza al instante, mientras que un palo necesitará de varios golpes bien dados a la bestia de turno antes de que este acabe hecho pedazos.
El apartado gráfico luce un trabajo considerable por parte de los chicos de Climax Studios. Aunque por motivos obvios y dadas las características técnicas del sistema PSP, no se alcanza el gran acabado gráfico que tenían entregas de sobremesa como Silent Hill 3, sí que se roza un gran nivel de acuerdo al estándar de la consola, con exteriores e interiores muy bien recreados, notables efectos de niebla en escenarios exteriores y de "ruido" en la pantalla (o distorsión de la misma), y sobre todo, unos efectos de iluminación sobresalientes cuando se investiga con la linterna en áreas oscuras. Todo ello ayuda a dar la impresión de que se está jugando a un Silent Hill hecho y derecho como los que se podrían jugar en sobremesa (salvando las distancias técnicas antes mencionadas) sin limitaciones importantes impuestas por el sistema portátil de cara a la jugabilidad.
Silent Hill Origins se presenta como un prometedor título de cara a los lanzamientos del último trimestre del año tanto para los seguidores de Silent Hill como para los jugadores de PSP en general, gracias a lo que parece ser un sólido desarrollo de programación por parte de los británicos de Climax, unido a la estrecha colaboración y supervisión de miembros del Team Silent que han hilado un atractivo argumento muy relacionado con los eventos del primer Silent Hill que se editó en 1999 (a los que precede), incluyendo personajes y localizaciones que resultarán muy familiares pero al mismo tiempo novedosos el cuanto al contexto de la historia de Silent Hill.
