Han pasado varios años desde que se filtró en la red un vídeo borroso que podía ser un juego de Harry Potter de alto presupuesto, o cualquier otra cosa con magia y castillos. Más años aún han pasado desde que comenzaran el desarrollo de Hogwarts Legacy. La premisa es interesantísima para millones de personas de varias generaciones: vivir nuestra propia aventura como magos en el Colegio Hogwarts de Magia y Hechicería, un lugar que plagó nuestros sueños de la infancia. Quizá se subestimó la expectación por la idea. El tráiler del anuncio es el más visto de la historia del canal de YouTube de PlayStation con 31 millones de visualizaciones. Es el juego más buscado en internet de todos los que salen en 2023, por encima de Starfield, The Legend of Zelda: Tears of the Kingdom y Diablo IV.
En Vandal hemos podido jugar casi una hora a distintas partes del juego en una versión no final para PS5. Una sesión de prueba donde se reafirma lo que nos imaginábamos. Avalanche no pretende reconstruir la rueda en un género muy exitoso y de eficacia demostrada, ese que está a medio camino entre el RPG en mundo abierto y la aventura de acción con toques de rol. Probablemente no nos encontraremos aquí nada inesperado a nivel de diseño de juego, aunque hay algo que sí nos ha sorprendido, como descubriréis más adelante. Su valor no está en su innovación jugable, sino en esa capa de Harry Potter, del Mundo Mágico, que lo envuelve todo. Y lo que los creadores de Disney Infinity han conseguido en ese sentido es espectacular.
Un arranque prometedor
Nuestra aventura comenzó, como no podía ser de otra manera en un juego de rol que quiere que nos convirtamos en magos y brujas, diseñando a nuestro propio personaje. Es un editor muy completo, sin alcanzar un nivel de opciones que llegue a percibirse complejo: una variedad de rostros, color de piel, peinados, tintes, cicatrices, tonos de voz y otras tantas elecciones que no están ligadas a un género concreto. El editor es ágil y apenas tardamos un par de minutos en crear un mago con un parecido razonable antes de lanzarnos a la primera sección del juego.
Una parte de la que no os podemos hablar para evitar destripes argumentales, pero que logra un arranque de la aventura espectacular e ilusionante. Seguro que ya conocéis la idea general de la trama: la historia se ambienta en el Siglo XIX, una época agitada en el Mundo Mágico donde se narrará una trama que implica a unas fuerzas malignas, a los elfos y a la magia ancestral; en general, apreciamos un tono más tenebroso que misterioso, más similar a los libros posteriores a El cáliz de fuego o a las cintas de Animales fantásticos que a las primeras narraciones de Harry Potter.
Visitando Hogwarts
La segunda sección tenía el objetivo de sorprendernos con Hogwarts, y vaya si lo hizo. Un salto temporal de varias horas de tiempo de juego nos permitió recorrer con libertad el colegio y sus alrededores (en el juego podremos visitar otros lugares como Hogsmeade y el Bosque Prohibido). El detalle es alucinante. A lomos de nuestra escoba surcamos los cielos para llegar hasta los picos más altos del castillo, descendimos a toda velocidad por los arcos que forman los puentes que conectan los distintos espacios, y nos movimos por sus plazas y hasta por el campo de Quidditch (el deporte en sí no se podrá jugar) esquivando a los alumnos y profesores de la muchedumbre.
Los interiores son todavía más espectaculares. Han recreado el Colegio de Magia y Hechicería en su totalidad, tanto los lugares bien descritos en los libros como todos esos pasillos y accesos que han tenido que imaginar, y sin tiempos de carga. Nuestros recorridos por la zona del invernadero y la biblioteca nos permitió descubrir una atención al detalle enorme que permite que los espacios se perciban realistas y grandilocuentes. No podemos esconder cierta decepción al descubrir que los entornos son poco interactivos y que no podíamos charlar con los personajes que nos cruzamos, aunque sí tienen conversaciones entre ellos y hemos visto situaciones espontáneas bastante divertidas. Esta recreación de Hogwarts es un sueño hecho realidad para los seguidores de la saga.
No pudimos probar muchísimas cosas: ni asistir a clase, ni comprobar cómo funcionan las relaciones de amistad con otros alumnos, ni preparar pociones, ni adentrarnos en la Sala de los Menesteres, un espacio muy personalizable donde tendremos un lugar donde poder criar bestias como del que dispone Newt Scamander en Animales fantásticos. Pero sí que jugamos a algunos de los minijuegos. El primero, una competición de habilidad con la varita contra otro mago: ganaba el que más puntos conseguía al atraer una bola hacia zonas con distinta puntuación, gastando cuidado de no sacarlas del espacio de juego. El segundo, una batalla de magos en equipos de dos, que nos permitió dar un bocadito a un sistema de combate que saboreamos mejor en la tercera y última sección de la demostración.
Acción vistosa y con muchas posibilidades
La sesión de juego concluyó con otro salto temporal, esta vez a una misión principal que, en estructura, sigue los cánones del género: una sección lineal a través del bosque mientras vamos charlando con otra alumna de Hogwarts, con el objetivo de truncar los planes a los cazadores furtivos de criaturas mágicas. Esta vez teníamos muchas más herramientas a nuestra disposición, es decir, muchos más hechizos sacados directamente de los libros y de las películas. Así, podíamos decidir entrar a saco donde se encontraban los enemigos o desaparecer para avanzar en sigilo. El diseño de niveles también nos permitía algunas argucias, como hacer añicos un puente de madera para que caigan al vacío todos los enemigos en él —y después reconstruirlo para seguir nuestro camino—.
No esperábamos encontrarnos con un sistema de combate con tantas opciones. La acción de Hogwarts Legacy está tan cuidada como su ambientación: los enfrentamientos son espectaculares, dignos de un juego de disparos en tercera persona, con muchas posibilidades y cosas a tener en cuenta. La multitudinaria batalla con la que concluyó esta sección nos obligó a utilizar el escudo mágico, que funciona como un parry al activarlo en el momento justo, y también a beber varias pociones para recuperar salud. Había enemigos cuyo escudo solo podíamos debilitar con una clase de magia, y luego teníamos multitud de hechizos, además del ataque a distancia estándar, para juguetear y acabar con ellos: elevarlos en el aire, atraerlos, lanzar bolas de fuego, hacer que combatan entre sí y muchas otras cosas que parecen tan solo un aperitivo de lo que seremos capaces más adelante.
Como hemos mencionado varias veces, todo eso es espectacular en pantalla. En los combates sorprende la cantidad de efectos ante nuestros ojos, procedentes de las varitas de un amplio grupo de magos. Ya hemos soltado alabanzas sobre el detalle de los entornos, especialmente de los interiores. Y los diseños de vestuario y el realismo de las caras de los personajes principales y secundarios no se queda atrás. Los gráficos más que competentes se acompañan de un sonido con una banda sonora fantástica, con efectos bien trabajados y con un doblaje al español muy correcto. Sin embargo, en esto último hemos apreciado errores de sincronización labial, y la voz elegida para nuestro mago sonaba digitalizada, pero como dijimos, esta versión del juego no es final: es una build de hace meses.
Un hechizo directo al corazón de los fans de Harry Potter
Hogwarts Legacy promete ser una cuidada aventura de acción en mundo abierto con elementos RPG que seguirá los cánones a los que nos tiene acostumbrados el género. Si bien las pocas actividades que hemos podido probar en el Colegio de Magia y Hechicería no nos han convencido, hay muchas otras cosas que han provocado que la espera hasta el 10 de febrero sea mucho más ardua: la espectacularidad de algunas secuencias (cinematográficas y con el mando en las manos), un sistema de combate mucho más dinámico de lo que esperábamos, y por supuesto, la representación de Hogwarts y la promesa de ser los magos o brujas que queramos ser. Probablemente Hogwarts Legacy no gane ningún premio a Juego del Año, pero mucho se tienen que torcer las cosas para que no se gane el corazón de todos los aficionados de Harry Potter y el Mundo Mágico.
Hemos escrito estas impresiones tras probar una versión para PS5 no final en un evento invitados por Ziran.
