Puede que Sonic no haya tenido la trayectoria más estable del mundo de los videojuegos, pero eso no ha impedido que siga siendo a día de hoy uno de los mayores iconos de la industria. Y eso, cuando hablamos de una saga que acaba de cumplir la friolera de 30 añazos, no es decir precisamente poco. Que el carismático erizo azul ha tenido varios juegos de cuestionable calidad es algo que sabe muy bien hasta la propia Sega, aunque entre bache y bache también se las ha apañado para ofrecernos algunas aventuras muy memorables y divertidas. De entre todas sus incursiones en la tercera dimensión, si tuviésemos que quedarnos con un solo juego no dudaríamos en escoger Sonic Colours, probablemente la entrega que mejor entendió la manera en la que la serie debía adaptarse a las 3D, lo que se tradujo en un título rapidísimo, con un buen diseño de niveles, repleto de momentos espectaculares, variado y en el que no siempre bastaba con dejar apretado el botón de boost para llegar al final, pues había bastante "plataformeo" y montones de secciones de desplazamiento lateral al más puro estilo clásico.
Sumadle la inclusión de una serie de habilidades especiales que nos abrían multitud de posibilidades a la hora de movernos por cada fase y atajar, un apartado gráfico que se situaba entre lo mejor de Wii, una banda sonora fantástica y que Sonic era el protagonista absoluto (nada de experimentos raros ni personajes que cambian mecánicas), y entenderéis fácilmente por qué nos gustó tanto y le tenemos tantísimo cariño a esta obra. Por suerte para todos, ahora Sega nos lo va a traer de vuelta en PS4, Xbox One, Nintendo Switch y PC con una cuidada remasterización que está siendo llevada a cabo por Blind Squirrel Entertainment, un estudio que quizá de primeras no os suene demasiado, pero que ya nos sorprendió hace poco con su trabajo en Mass Effect: Legendary Edition. En Vandal ya hemos tenido la oportunidad de probarlo y si algo podemos confirmaros desde ya es que sigue siendo tan divertido y refrescante como el primer día. Y ahora, además, en alta definición y con varias novedades.
Remozando una de las mejores aventuras de Sonic
Lo primero es lo primero: a efectos prácticos nos encontramos con el mismo juego que pudimos disfrutar en su día, por lo que se mantienen las mismas mecánicas, las mismas fases y la misma historia de Wii.
Así pues, viajaremos a un parque de atracciones que Robotnik ha creado en el espacio para acabar con los malvados planes de este entrañable villano, una misión que nos llevará a correr a toda velocidad por diversos niveles mientras "plataformeamos", derrotamos enemigos, recogemos anillos, evitamos multitud de peligrosas trampas y usamos los poderes que nos otorgan los Wisps para abrirnos camino, acceder a nuevas rutas y encontrar secretos.
No vamos a negar que teníamos cierto miedo a que el juego no hubiese aguantado el paso del tiempo igual de bien que en nuestra memoria, pero una vez cogimos el mando, empezaron a sonar las notas de Tropical Resort y nos pusimos a correr arrasando con todo nos sentimos como si hubiésemos vuelto a casa. Así que sí, sigue siendo un título divertidísimo y sorprendentemente bien diseñado que cuenta con unas fases que invitan a ser rejugadas una y otra vez para encontrar todo lo que ocultan y mejorar nuestros tiempos y puntuaciones hasta alcanzar el ansiado Rango S de cada nivel. Como podréis intuir si jugasteis al original en su día, se han mantenido algunas de las imprecisiones en sus controles que requieren algo de práctica para habituarse a ellas, aunque nada que evite que se trate de una aventura enormemente satisfactoria y gratificante una vez la dominamos y empezamos a encadenar todo nuestro repertorio de movimientos y poderes para desplazarnos por los escenarios sin perder impulso ni tener que frenarnos.
Ahora bien, que en lo jugable se mantenga igual de bien que en 2010 no significa que no se haya aprovechado la ocasión para introducir algunas novedades. Por ejemplo, los anillos con consejos de tutorial se pueden desactivar, los abismos en los que podemos morir se indican de una forma mucho más clara (e incluso diríamos que invasiva), se ha añadido un nuevo ítem para que Tails nos pueda rescatar en el caso de que caigamos por un precipicio, obtener 100 anillos nos proporciona invulnerabilidad temporal y un multiplicador de puntos, y se han incluido unas monedas especiales por todos los niveles que pueden ser canjeadas por objetos cosméticos en una nueva tienda, dándonos así un incentivo extra para que exploremos las pantallas a conciencia.
Pero, sin duda alguna, la novedad más importante la tenemos en la inclusión de un nuevo tipo de Wisp que nos permitirá flotar, impulsarnos hacia ciertos puntos y atravesar paredes y superficies sólidas. Gracias a él tenemos una nueva forma de desplazarnos por las fases, ya que podemos usarlo para atajar por nuevos sitios y llegar hasta nuevas zonas secretas, algo que resultará especialmente interesante a aquellos jugadores que gusten de competir para conseguir el mejor tiempo de cada nivel. Por último, también tenemos que comentar que se ha añadido un nuevo modo de juego en el que deberemos librar carreras contra Metal Sonic, aunque esto es algo que no hemos podido probar todavía.
Lo que sí que nos ha sorprendido muchísimo es lo bien que se ve a nivel gráfico, ya que podría pasar perfectamente por un juego actual, algo que se ha conseguido subiendo su resolución hasta los 4K en PC, PS4 Pro, Xbox One X, Xbox Series X/S y PS5, mejorando algunos efectos y retocando las texturas para que no desentonen al alcanzar la alta definición, lo que evidencia el trabajazo que ya se hizo con él hace once años en Wii. Aquí tampoco nos podemos olvidar de mencionar que ahora podemos jugar a 60 imágenes por segundo (menos en Switch, donde se mantiene a 30 fps), lo que le sienta de auténtico lujo al ser un título en el que la velocidad y los reflejos son tan importantes.
Quizá lo más discutible sea el hecho de que se ha cambiado el sistema de iluminación para que la forma en la que incide la luz sea más natural, algo que provoca que se vea un tanto distinto de su versión original. No os vamos a engañar: cuando estábamos jugando esto era lo último en lo que pensábamos, ya que el juego se ve de maravilla, con unos buenos modelados, escenarios repletos de elementos y detalles, unas animaciones muy buenas, una calidad de imagen impecable y un muy buen uso del color, y no fue hasta que comparamos los vídeos que habíamos capturado con los de nuestras partidas de Wii que fuimos conscientes de cómo ahora todo luce más brillante u oscuro dependiendo de la zona. Por lo general, creemos que Ultimate sale ganando y la suma de todas las mejoras gráficas acaban haciendo de esta una versión claramente superior. Finalmente, decir que la banda sonora cuenta ahora con nuevas remezclas que nos han encantado. Todas ellas son muy respetuosas con los temas originales, pero se les ha dado un toque muy fresco en la instrumentación que nos ha enamorado.
Una remasterización muy prometedora que apunta directamente a las estrellas
Sonic Colours es un juegazo que no nos cansaremos de reivindicar, más incluso con esta prometedora remasterización que podremos disfrutar a partir del 7 de septiembre. Por lo que hemos podido comprobar ya, se trata de una nueva versión que no solo mejora sus gráficos de una forma muy satisfactoria, sino que también añade nuevos modos, introduce novedades jugables, cuenta con más opciones de accesibilidad y trae consigo jugosos extras. Puede que todavía tengamos que esperar una buena temporada para poder disfrutar de un Sonic completamente nuevo, pero si algo no ha quedado claro tras esta primera toma de contacto es que el regreso de Colours apunta a hacernos mucho más ligera la espera.
Hemos escrito estas impresiones tras probar el juego en PC jugando en remoto en un evento organizado por Sega.