Tras el genial Dishonored 2, uno de los mejores juegos de 2016, ya queda muy poco para disfrutar del nuevo trabajo de Arkane Studios, Prey, que llegará el 5 de mayo a Xbox One, PS4 y PC. Una aventura de acción que tiene todas las señas de identidad de los anteriores trabajos de este estudio, pero que cuenta con su propia personalidad, más allá del evidente cambio de ambientación.
Prey no es un Dishonored con ambientación de ciencia ficción, aunque sí que pertenece a esa misma escuela de juegos que nacieron de System Shock, como Deus Ex, BioShock y tantos otros. Una atractiva mezcla de exploración, acción, puzles, rol y una narrativa muy elaborada, que se nos cuenta con diversos recursos, desde cinemáticas a multitud de documentos.
Hace unas semanas ya os contamos nuestras impresiones tras jugar el arranque de la aventura, y ahora hemos tenido la oportunidad de disfrutar de un momento más avanzado, en el que el juego nos ha demostrado todo su potencial. Con más recursos a nuestro alcance, como poderes especiales y todo tipo de armas y gadgets, y unos enemigos más numerosos y complicados que la primera vez que jugamos, ya nos ha quedado bastante clara la propuesta de esta aventura, que derrocha personalidad.
Como los dos Dishonored, Prey es ese tipo de juego que necesita ser jugado con calma, degustado, ya que ofrece un montón de posibilidades jugables, y esto hace que sea bastante complejo, claramente enfocado para los amantes de este tipo de aventuras, y también desafiante, algo que nos gustó mucho.
Hay que dejar claro que Prey no es un juego de tiros, aunque tampoco uno de sigilo, y para salir airosos de las situaciones que nos plantea tenemos que ser ingeniosos, y saber usar los escenarios y los extraños poderes y armas que conseguimos para poder seguir avanzando, y hacer frente con garantías a una peculiar raza de alienígenas.
Como comprobamos hay muy poca munición, y a diferencia de juegos como BioShock que si querías podías resolver todo a tiro limpio, o el propio Dishonored, que te permite hacer auténticas carnicerías con tu espada, en Prey el diseño te obliga a explotar todos los recursos que tienes a tu alcance, ya que por momentos hasta parece una aventura de supervivencia y terror más que un juego de acción al uso.
Hay muy pocas armas tradicionales, apenas tenemos una pistola y una escopeta, y el resto son una serie de herramientas y dispositivos bastante extraños, que nos obligan a ser creativos ya que tienen diferentes usos. Como el cañón Gloo del que ya os hemos hablado otras veces, que dispara una espuma que inmoviliza a los enemigos, y que también se puede utilizar con otros fines, como crear caminos o apagar el fuego, y que tenemos que aprender a combinar con otros poderes, ya que por sí solo no es letal.
Hasta las "granadas" son peculiares en este juego, como la carga recicladora, un dispositivo que atrae todos los objetos que se encuentren en un pequeño radio y los convierte en materiales, con los que luego podemos fabricar otros objetos, como munición. También tenemos el señuelo para tifón, que emite una luz que atrae a los enemigos, y que nos va a salvar el pellejo en más de una ocasión, ya sea en una vertiente defensiva u ofensiva.
También descubrimos que las torretas que hay en los escenarios pueden ser unos grandes aliados. Se pueden coger y mover de posición, algo que nos puede venir genial si nos hemos quedado sin balas, y a veces tendremos que repararlas para poder usarlas, para que lo tendremos que haber desbloqueado antes la correspondiente habilidad de reparación.
Todas las armas, herramientas, habilidades y poderes están relacionados entre sí, ya sea porque se pueden combinar, o porque se necesitan unos a otros, algo que hace a la jugabilidad muy rica y compleja. A diferencia de otras aventuras de acción en las que desbloquear unas habilidades u otras no tiene una gran incidencia en el desarrollo del juego, que no cambia sustancialmente, en Prey las decisiones que tomemos en el desarrollo del personaje serán decisivas, ya que marcarán a qué lugares podemos acceder de la estación espacial, aunque muchas veces tendremos varias maneras de llegar a un mismo lugar.
Como ya demostró Arkane hace unos meses con Dishonored 2, son unos maestros en el diseño de escenarios, creando niveles intrincados, con múltiples rutas y muy coherentes, y es un placer explorar la estación espacial donde se desarrolla Prey. Que a diferencia de Dishonored, que eran niveles aislados o separados, aquí todas las partes del juego están interconectadas, a lo metroidvania, por lo que será muy interesante volver sobre tus pasos, para explorar zonas que dejaste atrás porque no tenías la habilidad o herramienta necesaria para acceder.
Terminales informáticos que tenemos que piratear, todo tipo de dispositivos que podemos reparar, lugares elevados que parecen inaccesibles pero a los que podremos llegar si tenemos el poder adecuado, elementos pesados que podremos levantar si hemos desbloqueado el suficiente nivel de fuerza, y un sinfín de sistemas perfectamente conectados entre sí, que nos permiten jugar de muchas maneras, y que nos obligan a observar los escenarios con mucha atención, como si fueran un enorme puzle.
Por ejemplo, con la curiosa habilidad de transformación, nos podemos convertir en pequeños objetos que veamos en los escenarios, como una taza o una silla, y es algo que se puede utilizar tanto para camuflarnos cuando un enemigo nos está persiguiendo, como para acceder a lugares muy estrechos o pequeños, que en forma humana no sería posible. Como veis todo en Prey tiene diferentes usos.
Los poderes a los que podemos acceder están divididos en dos. Por un lado, tenemos los humanos (mayor fuerza, salud, reparación de dispositivos, hackeo, mayor potencia de las armas, aumento de la capacidad del inventario, etcétera), que podemos desbloquear desde el principio del juego si tenemos los puntos de habilidad necesarios. Y por otro los alienígenas, los más extraños y peculiares, como transformarnos en objetos, un estallido cinético para golpear, manipular la gravedad para elevar objetos y enemigos, o poderes de telepatía, con los que podemos manipular a los enemigos y dispositivos a distancia.
Para poder acceder a los poderes alienígenas primero tendremos que escanear a los enemigos que los portan con un dispositivo especial (una o varias veces), y después tener los puntos necesarios para poder adquirir la habilidad. Lo más interesante de todo esto es que usar los poderes alienígenas tiene sus consecuencias, tanto argumentales como prácticas.
Por ejemplo, las torretas que hay en los escenarios, que en un principio no disparan a los humanos, si hemos adquirido muchos de estos poderes, nos empezarán a detectar como un alienígena y nos atacarán, volviéndose el juego mucho más difícil. Y también hay un tifón especial, una especie de Nemésis que nos perseguirá durante todo el juego, que cuantos más poderes alienígenas tengamos, más aparecerá, ya que detectará nuestra presencia más fácilmente.
Como decíamos al principio del texto, es un juego muy complejo y lleno de posibilidades, y que te invita a ser creativo, a que experimentes, y a jugar de la manera que prefieras. Por si todo esto no fuera suficiente, además la historia es muy interesante, y podremos tomar decisiones, en la manera en la que ayudamos o no a otros personajes, algo que tendrá sus consecuencias. En esta demostración había un hombre encerrado en una celda al que podíamos ayudar, lo que nos daba acceso a un valioso arsenal, aunque sabiendo que era un criminal. También podíamos sacrificarlo en un experimento y obtener unos valiosos ingredientes para fabricar objetos, aunque luego investigando más en profundidad, descubrimos que el tipo no era tan malo como creíamos…
A lo largo del juego habrá varias de estas decisiones, de una manera parecida a lo visto en Dishonored, que no cambiarán el desarrollo sustancialmente, pero que sí irán matizando la historia, y derivarán en varios finales diferentes. A todo esto hay que sumarle una ambientación de ciencia ficción realmente buena, por momentos terrorífica, y un diseño de sonido con mucha personalidad, con unos efectos contundentes y extraños y una banda sonora electrónica muy peculiar. Para redondear este apartado, llegar perfectamente doblado al castellano, algo que es una gran ayuda, ya que hay muchos audios que podemos escuchar mientras exploramos los escenarios.
Una aventura con mucha personalidad
Los amantes de este tipo de juegos están de enhorabuena, porque ya hemos jugado lo suficiente a Prey para saber que no va a decepcionar, y que si te gustan juegos como Deus Ex, BioShock o Dishonored, va a ser prácticamente un imprescindible. Con una jugabilidad desafiante, que te obliga a ser ingenioso y creativo, con una ambientación genial y una historia muy elaborada y llena de sorpresas, Prey tiene todos los ingredientes para ser una de las aventuras más interesantes de esta primera mitad del año. Se lanzará el 5 de mayo en PS4, Xbox One y PC.
Hemos escrito estas impresiones tras probar una demo de la versión de PC en las oficinas de Bethesda en Londres.