Estaba claro que Bandai Namco se animaría más pronto que tarde a desarrollar un videojuego basado en One Punch Man, una de la series de anime más exitosas y originales de los últimos años, donde nos presentan a Saitama, un peculiar superhéroe tan tremendamente poderoso que es capaz de derrotar a cualquier enemigo que se le ponga por delante de un solo golpe.
Si os preguntáis cómo es posible que un shonen con semejante premisa haya conseguido conquistar a millones de fans en todo el mundo, lo único que podemos hacer es recomendaros que le echéis un vistazo a su anime o, en su defecto, leáis el manga, y entenderéis rápidamente lo emocionante que llega a ser y lo bien planteada que está para mantener nuestro interés en cada una de sus sagas, a pesar de tener un protagonista tan absurdamente roto, lo que tiene un mérito enorme.
En la gamescom 2019 tuvimos la oportunidad de probar One Punch Man: A Hero Nobody Knows, el primer juego para consolas basado en las aventuras de Saitama y compañía, un nuevo título de lucha 3D desarrollado por Spike Chunsoft que trae consigo un interesantísimo giro de tuerca que nos ha sorprendido muy gratamente.
Un héroe siempre llega tarde
Como podréis suponer, esta serie tiene un gigantesco problema a la hora de ser adaptada a un videojuego: el propio Saitama.
No en vano, estamos hablando de un personaje virtualmente invencible y con un poder abrumador, por lo que hacerlo controlable supone cargarse por completo el equilibrio del título, algo que un juego de lucha no se puede permitir.
Así que aquí entran varias posibilidades, como inventarse una historia original que reduzca su poder de alguna manera o excluirlo directamente del plantel, aunque ambas opciones resultarían muy decepcionantes para cualquier aficionado a este manga, ya que si compras un juego de One Punch Man lo que quieres es poder experimentar de primera mano la gigantesca fuerza de su héroe principal.
Por suerte, sus desarrolladores han dado con una ingeniosa solución que les ha permitido captar a la perfección todo esto sin romper el equilibrio: impidiéndonos jugar con él al principio de cada batalla.
Antes de explicaros cómo funciona esta mecánica, tenemos que aclarar que el título apuesta por los combates por equipos de tres contra tres, aunque a diferencia de lo visto en Jump Force, aquí tendremos que bajar las barras de vida de todos los luchadores del grupo contrario para hacernos con la victoria.
Como decimos, Saitama no estará disponible al comienzo de las peleas, así que únicamente podremos seleccionarlo como el último miembro de nuestro equipo. Al igual que suele ocurrir en la serie, nuestro héroe suele llegar tarde a las batallas más importantes, obligando a sus aliados a luchar y aguantar contra los villanos hasta que decide hacer acto de presencia y entrar en acción, algo que se ha representado genialmente con esta mecánica.
Así pues, comenzaremos a combatir con tan solo dos personajes mientras vemos en un recuadro, a modo de retransmisión de televisión, cómo nuestro salvador se dirige hacia el campo de batalla, con una cuenta atrás en la que nos especifican los segundos que tardará en aparecer.
La mala noticia es que tarda dos minutos en llegar, tiempo en el que tendremos que sobrevivir con nuestros otros dos luchadores, ya que perderemos automáticamente si estos caen derrotados antes de que Saitama aparezca, lo que es mucho más fácil de decir que de hacer. Por suerte, podemos acortar segundos y hacer que se dé algo más de prisa si realizamos buenos combos y guardias perfectas (es decir, esquivar o defendernos en el mismo momento en el que vamos a recibir un golpe).
Si conseguimos sobrevivir el tiempo suficiente, el héroe más poderoso del mundo llegará a escena propinándole un puñetazo a nuestro contrincante que acabará con él de un solo golpe. Por supuesto, llegados a este punto podremos jugar con él y, a efectos prácticos, habremos ganado el combate, ya que es invulnerable a los golpes y puede acabar con cualquiera con tan solo un ataque, algo que a los mandos resulta tan impactante como en el anime.
Huelga decir que, aunque esto pueda parecer un tanto injusto, en realidad está bastante mejor equilibrado de lo que parece, ya que jugaremos durante bastante tiempo con muchísima desventaja y todo está muy bien ajustado para que en el momento en el que llegue Saitama estén todos los luchadores ya en las últimas.
Como veis, se trata de una mecánica muy original dentro de un juego de lucha, y lo que es mejor, muy fiel al espíritu de la serie, algo que como aficionados al manga nos ha encantado y nos ha sacado incluso una sonrisa al descubrir su funcionamiento.
Eso sí, tenemos que admitir que nos hemos quedado con algunas dudas, ya que en las dos partidas que nos hemos podido echar no hemos tenido la oportunidad de comprobar qué ocurriría si ambos jugadores consiguen librar una batalla de Saitama contra Saitama.
Combates espectaculares, pero muy planos
Por desgracia, la jugabilidad como tal no es nada del otro mundo y se limita a replicar la misma fórmula que tantísimas veces hemos visto en otros juegos de lucha 3D basados en anime: movimiento libre por escenarios 3D, combos muy simples basados en las combinaciones de dos botones, unas pocas técnicas especiales para cada personaje que requieren que usemos nuestra barra de energía, un modo "despertar" con el que convertir a nuestro héroe en una máquina de picar carne durante unos segundos, esquivas, bloqueos y poco más.
Es un juego que transmite una sensación de déjà vu constante y si habéis jugado cosas como My Hero One's Justice o One Piece: Burning Blood sabréis exactamente qué es lo que os vais a encontrar cuando lo juguéis.
Al menos, se ha hecho un buen trabajo a la hora de recrear y representar a cada personaje, y todos ellos se sienten muy fieles a sus contrapartidas de la serie, tanto en la forma en la que se mueven como en sus ataques. Sí, todos se controlan igual, pero tendremos que acostumbrarnos a sus peculiaridades.
Sin embargo, no es la simpleza y la poca profundidad de los enfrentamientos lo que más nos ha preocupado, sino el propio ritmo de las batallas. Los personajes tienen una recuperación lentísima tras hacer cualquier cosa y el manejo de los mismos se siente algo torpe, consiguiendo que los enfrentamientos no sean todo lo fluidos y orgánicos que deberían.
Quizá un puntito más de velocidad y una respuesta algo mejor en los controles ayuden a solucionar esto, y viendo que el juego no se estrenará hasta el año que viene, todavía hay tiempo para que se pulan y mejoren este tipo de detalles.
En lo visual, tenemos unos modelados cel shading muy resultones y fieles, una recreación fantástica de los movimientos característicos de todos los luchadores (mucho ojo a las técnicas definitivas, reproducidas plano por plano y con los mismos ángulos de cámara) y unos escenarios simplemente correctos a los que les fallan la calidad de las texturas y los efectos de destrucción (sí, vuelve el "suelo mágico" que se regenera al instante cada vez que lo agrietamos).
El debut en consolas de Saitama
One Punch Man: A Hero Nobody Knows no va a sorprender a nadie con su propuesta jugable, ofreciéndonos unas batallas muy simplonas y centradas en el puro fanservice de poder controlar a nuestros héroes favoritos mientras desatamos sus técnicas más características, pero la forma en la que se ha incluido a Saitama y todas las mecánicas que lo rodean nos han parecido brillantes y muy ingeniosas, lo que le da un inesperado extra de interés frente a otros títulos similares.
Sea de un modo u otro, todavía nos quedan muchas cosas por descubrir, como sus modos de juego y su plantilla final de personajes, así que tendremos que esperar hasta el año que viene para descubrir la verdadera potencia del puñetazo que está preparando Spike Chunsoft con esta exitosa serie.
Hemos realizado estas impresiones tras probar una demo en el stand de Bandai Namco en gamescom 2019.