Pocos juegos definen tan bien el concepto de sandbox, de juego de mundo abierto con libertad absoluta, como la saga Just Cause. Tras tres entregas que han ido superándose, nos llega una cuarta a la que se le ha puesto muy alto el listón, pero que parece que va a superarlo cómodamente, gracias a los tornados, tormentas y ventiscas, así como a mayor libertad para usar nuestros gadgets y mayor enfoque en la historia.
El hombre contra la naturaleza
Just Cause 4 es un juego de aventuras en mundo abierto en el que la locura predomina ante todo. Esta vez nos vamos a Solís, un país ficticio sudamericano en el que la organización criminal Los Mano Negra explota a los habitantes de esta región. Rico se ve envuelto en una trama no sólo por liberar Solís, sino también por descubrir partes de su pasado que ya creía olvidadas.
Lo más interesante de esto es que Avalanche nos ha prometido centrarse mucho más en la historia para intentar ofrecer una experiencia con mayor peso narrativo, en el que los personajes tengan más trasfondo y donde nos involucremos un poco más. Esto no quiere decir que vaya a perder su aspecto cómico y alocado, que os podemos adelantar ya que sigue totalmente presente, sino ofrecer un hilo narrativo que sea algo más que una excusa para unir misiones.
También van a intentar ofrecer una mayor variedad en los entornos. En este mapa de 1024 kilómetros cuadrados tenemos ahora varios biomas, zonas con su propio clima y naturaleza. Así, pasaremos de zonas heladas a zonas desérticas, con bosques y ciudades entre medio, y cada una con sus propios efectos climáticos. Además de la variedad visual que esto aporta, también tenemos una de las principales novedades jugables de este título: los fenómenos meteorológicos.
Así, nos vamos a encontrar con tornados, tormentas de arenas o ventiscas que cambian por completo la manera en la que jugamos. Éstos pueden ocurrir en cualquier momento, pero también los encontraremos en misiones determinadas para que podamos experimentarlos de una manera más controlada. Nosotros pudimos ver un tornado y una tormenta de arena, y la verdad es que el resultado es increíble
La tormenta de arena te ciega por completo, y verte involucrado en un tiroteo o una persecución sin poder ver en absoluto es muy interesante, porque empiezas a recurrir a tus gadgets para salir con éxito, y se te acaban ocurriendo maneras impensables de usar el entorno. El tornado, por su parte, arrastra todo consigo. Es espectacular ver cómo arranca árboles y casas, y cómo se lleva volando a los coches y a todo lo que encuentre a su paso, incluyendo a nosotros. Esto nos obliga a corregir la dirección del vehículo cuando conducimos cerca, o redirigir un misil para modificar su trayectoria.
Pero, por supuesto, también podemos usar los tornados a nuestro favor. Un desarrollador nos hizo una pequeña demostración de cómo aprovechar la fuerza del tornado para volar como un profesional, y estamos deseando ver lo que la comunidad va a hacer en cuanto el juego caiga en sus manos. Como sabéis, en Just Cause 4 todas las físicas son en tiempo real, así que podemos aprovechar el entorno de prácticamente cualquier manera que se nos ocurra.
Más libertad es posible
La otra gran novedad de Just Cause 4 –al menos de las que hemos podido probar– es la personalización del gancho. Ahora, a través de éste podemos utilizar la herramienta de agarre, la de propulsión y unos globos al más puro estilo Metal Gear Solid V, y lo que es más importante, personalizarla al máximo.
Ahora podemos elegir la fuerza de cada una de estas herramientas, el sistema de activación y varios otros modificadores. Podemos decidir si estas herramientas se activan de manera automática, si se activan y quedan activadas al pulsar rápidamente arriba, o si se activan sólo cuando mantenemos pulsado esta dirección, pudiendo encenderlas y apagarlas a nuestro antojo. Además, podemos elegir la fuerza con la que se activan (la altura en el caso de los globos) y el mencionado "modificador", a falta de una palabra mejor.
Para que os hagáis una idea, esta opción nos permite modificar el comportamiento del gadget de diferentes maneras. Podemos hacer que cuando el gancho junta dos cosas, éstas salgan disparadas, podemos hacer que el globo nos siga o vaya a donde nosotros apuntemos, o podemos controlar la dirección en la que van a impulsar los propulsores. A modo de ejemplo, los desarrolladores cogieron un tanque, le pusieron globos y propulsores, y lo convirtieron en un tanque volador que podíamos controlar libremente en el aire.
Por último, el desarrollo también parece ser bastante más libre. Según entendimos, hay una base central en el juego que podemos intentar asaltar cuando queramos, pero está extremadamente bien defendida y es recomendable realizar misiones para poder ir desactivando la protección que la rodea. Suponemos que Breath of the Wild miró, aunque fuese de reojo a Just Cause para crear ese mundo abierto basado en las físicas, y ahora parece que la saga de Avalance le devuelve la mirada.
A nosotros nos ha gustado mucho esta idea, y al final no hace más que darnos esa libertad que define la saga. Las misiones pueden resolverse de mil y una maneras, con cada vez más opciones, y es que prácticamente cualquier cosa que se te ocurra puede hacerse. El motor de físicas es espectacular, y tenemos que quitarnos el sombrero ante el estudio por atreverse a hacer cosas tan locas, que tienen que ser un auténtico caos a niveles de diseño y testeo.
Gráficamente, como os podéis imaginar, no es el juego más puntero, pero nos deja momentos espectaculares. Cuando los fenómenos meteorológicos entran en juego nos quedamos con la boca abierta, y está claro que Avalanche ha tenido que dedicar un montón de recursos a recrear las físicas. Nosotros lo jugamos en PC a 60 imágenes por segundo, pero tenemos curiosidad por ver qué tal rinde en consolas. Os aseguramos que hemos visto cosas que nos parecen casi imposibles de mover en PS4 y Xbox One, al menos en su versión básica, a 30 imágenes por segundo.
Rico vuelve con más destrucción
Just Cause 4 sigue el camino del más y mejor. Es un juego que sigue creciendo en posibilidades, y que consigue dejarnos con la boca abierta cuando pruebas la mayor locura que se te ocurre y ves que es posible hacerla. La inclusión de fenómenos meteorológicos consigue llevar ese caos, esa destrucción y esa espectacularidad un paso más allá, y el resultado es innegablemente divertido.
Jugar unas horas no es suficiente para saber si la historia, ahora más elaborada, y si los biomas, que prometen aportar mayor diversidad al mapa y a la jugabilidad, van a ser suficientes para mantenernos enganchados. Las misiones que probamos parecen bastante variadas, y la libertad para enfrentarnos a ellas y al desarrollo del juego en general nos ha parecido muy prometedora. No es un juego que vaya a enamorarte si odias la saga, pero parece que los fans de Just Cause van a disfrutar de lo lindo con esta cuarta parte, y los que no hayan probado ninguna entrega antes, pueden estrenarse perfectamente lo que que promete ser la más espectacular hasta el momento.
Hemos realizado estas impresiones tras asistir a un evento en Londres invitados por Bandai Namco.