Es normal que aquellos que no disfrutaron de Fallout 3 en 2008, no entiendan por qué cuando mostraron Fallout 4 en el pasado E3 muchos dimos palmas con las orejas. El vicio que algunos pillamos con ese juego no es ni medio normal, no se puede explicar con palabras, y es una de esas experiencias que te marcan, y que esperas volver a repetir algún día, quizás con esta nueva entrega. Fallout: New Vegas (2010) también fue un gran juego, para muchos peor, para otros mejor, pero al que sin duda Obsidian supo dar su toque personal.
Fallout 4 por lo que hemos visto parece obviar esta última entrega y algunas de sus innovaciones, y es sin duda una secuela directa de la tercera entrega, sorprendentemente continuista. Es un más y mejor de lo mismo de manual, suficiente para que sea uno de los juegos más esperados del año, ya que pese a lo mucho que se critica a Bethesda con sus RPG "llenos de bugs y de fallos", son capaces de ofrecer unas experiencias con un nivel de inmersión que pocos títulos alcanzan a lo largo de los años, juegos que se te quedan grabados a fuego en tu memoria de jugador.
Todo esto lo damos por sentado en el nuevo Fallout, pero teníamos muchas ganas en esta gamescom 2015 de verlo en acción en directo por primera vez, de conocer más detalles, de ver sus mayores novedades. Pero nos hemos quedado con las ganas, ya que en una breve y decepcionante presentación de apenas 20 minutos, no nos han mostrado nada realmente nuevo, y si algún despistado ha entrado en la sala sin saber qué es la saga Fallout, ha podido llegar a pensar que se trataba de un shooter más en primera persona.
Hemos visto muchos tiros y sí, nos han demostrado que Fallout 4 como juego de acción en primera persona dará mejor el pego que en las dos últimas entregas, aunque tampoco esperéis una maravilla. Pero eso no es lo que nos importa en un Fallout, y sobre su historia, personajes, facciones, enemigos, escenarios y un sinfín de detalles más, no han soltado más. Sí hemos visto la enorme variedad de armas con las que contará, y lo diferentes que se sienten, desde ametralladoras a escopetas, pasando por fusiles láser, minigun, lanzallamas, ballestas y todo lo que os podáis imaginar, incluso pequeñas cabezas nucleares, armas que además serán totalmente personalizables en el banco de trabajo, como vimos en la presentación del E3.
El daño totalmente localizado en el cuerpo de los enemigos es algo en lo que también se ha hecho mucho hincapié en esta presentación, mostrándonos lo importante que será apuntar a ciertas partes, y no solo cuando activemos el V.A.T.S., también disparando "a ojo". En un combate contra unos zombis bastante rápidos, vimos cómo era interesante dispararles a las piernas, arrancárselas, y que se quedarán en el suelo arrastrándose, dejando de ser un peligro.
Pero va a ser complicado disparar a las piernas o los brazos de un enemigo cuando es tan divertido y espectacular reventar cabezas en Fallout 4. Exagerado, hasta cómico, pero todo un placer, ya que vemos cómo multitud de trozos salen despedidos con todo lujo de detalles, en una de esas características de un juego de las que parece que vaya a ser difícil cansarse en algún momento.
Gráficamente nos gusta mucho, y no porque técnicamente sea un portento, siendo lo más meritorio la iluminación, sino porque tiene una dirección artística deliciosa, que apuesta por colores muy vivos y variados en esta ocasión, y que da lo mejor de sí tanto en los exteriores como en los interiores, repletos de detalles. Su mayor punto flojo son sin duda las animaciones, un tanto anticuadas.
No todo fueron tiros, también vimos el sistema de hackeo de terminales, idéntico al de los anteriores Fallout, y cómo funciona uno de los doce compañeros que podremos tener. En este caso el perro, Albóndiga, al que podremos dar órdenes para que explore ciertas zonas, descubriendo objetos o peligros, y que por su cuenta atacará a los enemigos cuando sea vea amenazado. Y al principio de la demostración pudimos ver un poco cómo funcionarán los árboles de habilidades, con 275 mejoras disponibles para desbloquear repartidas en siete especializaciones, y todas ellas representadas de maneras muy graciosas por el entrañable Vault Boy, en un menú que parece sacado de Fallout Shelter, el exitoso juegos de móviles.
La demostración se cerraba con la llegada de una nave de la Hermandad del Acero que venía a echarnos una mano, disparando desde el aire y con apoyo en tierra en forma de soldados, ya que podremos establecer alianzas con diferentes acciones, que nos echarán una mano en las situaciones más complicadas. De todos estos detalles es de lo que teníamos más ganas por conocer, pero quizás Bethesda quiere que lleguemos lo más vírgenes posibles al juego, o que simplemente saben que va a ser un exitazo, sin necesidad de destriparlo por completo antes del lanzamiento. Viendo que lo anunciaron con menos de seis meses de margen antes de que se ponga a la venta, ya han demostrado una fe ciega en lo que están creando, y en los fans de la saga, que se van a lanzar a las estanterías de las tiendas en cuanto se abra la veda.
Ya queda menos para el 10 de noviembre
Pocos juegos han sido tan esperados habiendo demostrado tan poco. Decimos esto porque han pasado siete años desde Fallout 3, y la verdad, nos parece más de lo mismo, para bien y para mal, con muy poca evolución para todo el tiempo transcurrido. Sí que es nueva la compleja construcción de campamentos, o la detalladísima y completa personalización de las armas, pero es curioso lo similar que se siente en todo lo demás. Esto puede estar sonando a queja, pero recordando la cantidad de horas que hemos disfrutado con la saga, y el buen hacer de Bethesda en sus obras más importantes, a nadie se le escapa que Fallout 4, sin necesidad de revolucionar la fórmula ni mostrarnos demasiado, apunta a ser uno de los juegos más importantes de los últimos años.