Bungie, creadores de la saga Halo, llevaban mucho tiempo en las sombras. No estaban, ni mucho menos, viviendo de las rentas de ésta, sino trabajando en un nuevo y ambicioso proyecto: Destiny. Como todas las nuevas propiedades, este trabajo no es cosa de un par de días, sino de muchos años creando un universo sobre el que trabajar no sólo en el presente, sino también en el futuro. En lugar apresurarnos a verlo por encima en el E3, nos hemos sentado tranquilamente con la versión alfa para descubrir qué tendrá que ofrecer uno de los estudios referentes en el género de los disparos en primera persona.
Ponte guapo
O no. Lo primero es crearnos a nuestro personaje. Tenemos tres clases diferentes, que definirán nuestro estilo de juego y nuestra habilidad especial, así como nuestro atuendo. Una vez elegida, comenzaremos a diseñar la apariencia física del personaje. Podemos elegir entre tres razas –humano, extraterrestre o robótico–, y modificar, partiendo de rasgos y detalles predefinidos, la que será nuestra criatura. No es tremendamente completo, pero sí lo suficiente para que nuestro personaje se distinga de la mayoría de los que nos encontremos.
Las clases son: Titán, Cazador y hechicero. El Titán está hecho para el combate, con mucha fuerza, y que también funciona con la estrategia. Sus habilidades son "Asaltante", que crea un remolino para disolver a los enemigos, y "Defensor", que crea un escudo. El Cazador está más pensado para el combate a distancia. Sus habilidades son "Pistolero", que nos permite invocar una potentísima pistola de tres disparos, "Acróbata del filo", para lanzar un potentísimo ataque. El Hechicero, por su parte, tiene un poder más mágico. Sus habilidades son "Caminante del vacío", con la que lanzamos un devastador rayo, y "Rimador solar", que aumenta la eficacia de nuestras habilidades.
Afronta tu destino
La alfa comienza sin ningún detalle argumental. En su lugar, comenzamos en La Torre, una de las zonas que servirán como base para los jugadores. Desde ella, y en tercera persona, organizaremos prácticamente todo lo que necesitemos. Es un punto de encuentro con otros jugadores, con personajes no controlables y que, sospechamos, jugará un importante papel en la historia. Lo primero que haremos será recoger nuestro equipo básico para poder saltar al terreno de combate, así como conocer a algunos personajes.
Una vez equipados, podemos lanzarnos a la aventura o reclutar un equipo antes de pasar a la acción. Es muy curioso cómo se interactúa con los personajes, ya que cuando les apuntamos con la mirilla, si pulsamos R3, podemos abrir un menú para interactuar con ellos. Esto no sólo en la torre, sino en cualquier parte del juego. Así, si vemos a alguien "perdido" podemos ver su ficha y/o solicitarle que se una a nuestro escuadrón. También podemos interactuar con ellos con comandos básicos, como saludar, agradecer o… bailar.
Ya el desarrollo de las misiones de desarrolla en primera persona, salvo cuando pasamos a controlar uno de los vehículos que, como decíamos, podemos invocar casi en cualquier momento. Los controles responden muy, muy bien. Se puede ajustar la sensibilidad del stick derecho, y, personalmente, a nosotros las 30 imágenes por segundo nos han parecido suficientes. La tasa es muy, muy estable, y la respuesta a nuestras órdenes con el mando es muy precisa.
Dejando lo técnico a una parte, durante cada misión podemos llevar, en un principio, dos armas diferentes. Lo más normal es que llevemos un arma más ligera y "multiuso", una secundaria, que puede haberla de diferentes tipos, y la tercera, un arma pesada. Dentro de la primera categoría, al menos en la versión alfa, podemos llevar varias diferentes –de base, nueve ranuras para el arma principal, tres para la secundaria, y dos para la pesada–, aunque sólo comenzaremos con munición en las principales. Es decir, podemos llevar varios tipos de armas de cada categoría, pero si la cambiamos en medio de la batalla, tendremos que buscar munición para ellas.
Encontraremos también propuestas para todos los gustos, desde pistolas a rifles, pasando por escopetas e incluso algunas más variopintas, que disparan rayos de fuego o electricidad. Al igual que con el resto de objetos, encontraremos algunas armas "raras" en nuestra aventura, las cuales tendremos que "descifrar" en La Torre para poder usarlas. Estas mecánicas añaden ese componente de progreso, que también se ve reflejado en la subida de nivel, que nos permite vestir y usar mejores objetos, además de conseguir nuevas habilidades.
La primera batalla
Cuando estemos listos, pulsamos el panel táctil del DualShock 4 y abrimos un menú desde el cual se pueden consultar las misiones disponibles en cualquier momento, así como invocar nuestro vehículo o volver a la órbita, que es una especie de menú principal. Desde ahí podemos acceder a La Torre, al modo jugador contra jugador, o a las misiones. Esta versión temprana nos ofrece tres misiones, bastante similares entre sí, pero que revelan que habrá diferentes conceptos jugables tras cada una de ellas. A pesar de que todas se limitan a disparar, hay misiones para progresar en la historia, para explorar, para jugar opcionalmente con otros, para jugar obligatoriamente en equipo…
Si tenemos que criticar algo de lo que hemos jugado, es que todo nos ha parecido bastante similar. Obviamente, como alfa, está muy limitada en contenidos, pero a excepción de "explorar" un sitio –para lo que, previamente, había que matar a todos los enemigos–, todo se reduce a movernos por los escenarios matando y matando. Sí, ya sabemos que Destiny va de eso, pero es la sensación de que te puede ofrecer los disparos de maneras muy diferentes. Pero ya decimos que es un código alfa, para ir probando muchos aspectos, y confiamos en el buen hacer de Bungie. De todas las pruebas, la que más nos ha gustado ha sido una en la que hay que derrotar a dos jefes, ya que está muy bien guiada, y unos "eventos sociales", en los que tenemos que defender un objeto mientras hordas de enemigos cada vez más fuertes intentan detenernos, con tantos jugadores como coincidan –y acepten unire– en ese momento.
Obviamente, hay diferentes tipos de enemigos, y cada uno nos anima a usar diferentes acercamientos a cada uno. Tenemos enemigos básicos, jefes finales, una amplia gama entre ambos, y también con diferentes "razas". Por una parte, los enemigos básicos y los "drones" no son particularmente desafiantes, aunque no tardaremos en encontrarnos con los enemigos mejores armados, con escudos y/o habilidades propias –invisibilidad incluida–, que nos complicarán la vida forzándonos a mermar sus defensas y buscarle la espalda. Antes de los jefes, hay una especie de "minijefes", más resistentes y poderosos que la media, pero sin llegar a ser el desafío "definitivo".
Los jefes de esta versión son bastante fuertes, y muy, muy resistentes. En una misión recomendada para nivel 6, y con un equipo de niveles 7 y 8, nos hemos pasado mínimo 15 minutos para tumbar a cada jefe, todo ello, sin contar que hayamos tenido que reintentarlo. Los diseños de los jefes son bastante curiosos, como una especie de araña robótica gigante o un ojo igualmente enorme y mecánico que absorbe el poder de los enemigos.
Hablando de gráficos
Hablando de gráficos, no creemos que Destiny vaya a convertirse en ningún referente técnico, pero su diseño suple cualquier carencia que podamos encontrarle. No queremos decir que Destiny no se vea bien –de hecho, se ve muy bien–, pero su mérito en lo visual pasa por el gran diseño de escenarios, personajes y enemigos. Todo con un aire borderlandsesco, dicho sea de paso. Esto no quiere decir que haga gala de muy buenos efectos, una buena distancia de dibujado, y que los personajes tengan muy buen detalle, pero probablemente la barrera de lo intergeneracional lo lastra un poco. Eso sí, todo luce tremendamente nítido y sólido para ser una versión en desarrollo.
El modo competitivo
Además del modo cooperativo, el juego ofrecerá diferentes modos competitivos. Hemos podido probar uno de capturar la zona, en el que compiten dos grupos de seis en escenarios razonablemente pequeños. Este modo es ágil y rápido, con la acción muy concentrada. No es esos multijugadores masivos que tanto se piden hoy en día, pero a nosotros nos ha divertido sin llegar a sorprendernos. Hay mucho que ver en este aspecto, claro, e iremos contándoos según sepamos más.
Un próximo grande
Muy mal se tendrían que dar las cosas para que Destiny no se convierta en un próximo grande del catálogo de las consolas en las que aparecerá. Tiene pinta de convertirse en un juego que atrape a los que disfrutaron con Borderlands, y en un nuevo desafío para los que disfrutaron con Halo. Bungie sabe cómo hacer un shooter, y aunque todavía tenemos mucho que comprobar –apenas hemos jugado tres pruebas y un mapa multijugador–, os podemos asegurar que nos ha dejado con ganas de más. Esperamos probar pronto más contenidos y ver si todo está a la altura de este primer contacto.