Mucho tiempo después de esto – en el 2005 – la compañía Harmonix decidió lanzar un juego musical basado en un periférico de guitarra eléctrica. El parecido con Guitar Freaks era evidente, y está reconocido por los propios desarrolladores, pero lo que no era tan evidente era el monumental éxito subsiguiente. Distribuido en principio por RedOctane, pasó la franquicia a ser controlada por Activision y hasta la tercera entrega Harmonix se ha encargado de su desarrollo. Pero ¿Por qué Harmonix abandonó el paraguas de Activision y decidió lanzarse a la aventura con otra marca? Veámoslo ahora.
Los modos principales se estructuran tanto a través del juego conjunto de una banda como de un solista (sólo siendo guitarra principal, voz o batería). El modo banda permite la combinación de 2 a 4 jugadores intentando alcanzar el estrellato a través de bolos a lo largo de Estados Unidos y luego el mundo. Nada más empezar, los jugadores deberán elegir una ciudad como inicio y a medida que obtengan mayores puntuaciones verán abrirse nuevas oportunidades en sitios más concurridos y de mayor prestigio. Hay dos elementos para ver el éxito de una banda: el número de aficionados y las estrellas. Lo primero se obtiene a través de actuaciones de éxito, mientras lo segundo se establece a través del virtuosismo de cada jugador en su instrumento. Cada concierto resultará variado, puesto que tendrá objetos en principio diferentes como tocar un grupo de canciones extrañas bajo petición del público. Las decisiones que tomemos en nuestra carrera, sobre todo si son comerciales, pueden hacernos perder fans, algo bastante realista en más de un sentido.
El modo solista ofrece algo más estructurado, en el estilo de los Guitar Hero clásicos, y tendremos que medir nuestra pericia a la voz, las guitarras y la batería en retos más lineales. Es una verdadera pena la ausencia de un modo bajista solista, ya que de hecho los músicos que tocan el bajo suelen ser esenciales en el discurrir de la banda. Esperemos que en la próxima entrega se incorpore de algún modo.
Incluyen las guitarras de Rock Band además un trémolo para sostener las notas y varios efectos que dan consistencia y personalidad a las formas de tocar (incluido el Wah-Wah). La batería, que en su aspecto es una caja de ritmos (que tanto éxito tuvo a inicios de los 80), reproduce fielmente las partes rítmicas de la canción y – esto es la prueba de fuego – en las canciones que pudimos probar sigue fielmente al bajo. Quizá la única queja es que es un poco débil como periférico, y convendría que los jugadores no golpearan de manera demasiado fuerte las baquetas. El micrófono, por último, está basado en el visto en Karaoke Revolution – también realizado por Harmonix – y éste sigue siendo el mejor de todos los títulos de Karaoke para consola en representar la voz del jugador y medirla con un referente determinado.
Que estos periféricos utilicen su propio mástil en la pantalla del juego no quiere decir que sea un título para músicos solitarios, o que la implementación de cada parte vaya por separado. Todo lo contrario: los instrumentos se complementan el uno al otro y ofrecen secciones rítmicas adjuntas. Así, el bajo ayuda – como debe ser – la labor de la batería, mientras que la guitarra realiza su labor rítmica y solista (característica clásica del trío metal). Quizá para una futura edición, se deberían separar partes rítmicas de las partes de punteo o solo, aportando mayor complemento entre los jugadores.
Los combos de notas se establecen a través del multiplicador, establecido – aquí sí – de manera independiente para cada jugador. El bajo suele tener más multiplicador, aunque depende mucho de la canción que se toque. Con ello subirá el indicador Overdrive, utilizado para multiplicar la puntuación en secciones específicas. Si bien esto sería una adaptación de la barra de potencia de Guitar Hero, lo interesante es que el juego da mucha muchísima más puntuación a las notas enlazadas entre distintos instrumentos con bonos por tocar sincronizados. Además, al ser un esfuerzo en conjunto, si un jugador cae de la partida por su escasa habilidad otro podrá salvarlo gracias al uso de la barra Overdrive. En definitiva, Rock Band es un juego para disfrutarlo con varios amigos y a pesar de la inclusión de modos duelo o cooperativos, el título brilla realmente a cuatro jugadores.
Ahora bien, lo realmente interesante es que también se ha anunciado que se podrán bajar discos enteros a través de micro transacciones por Internet. Han prometido una actualización constante de canciones, y dentro de los discos, parece que pronto estarán disponibles tanto Who’s Next (1971) como Nevermind de Nirvana (1991). Metallica, además, acaba de anunciar que su próximo sencillo será presentado en exclusiva a través de Rock Band. Por otra parte, y aunque no podemos daros todavía datos específicos, está confirmado que en el lanzamiento español de Rock Band habrá canciones para nuestro mercado. No podemos deciros nombres ya que todo está todavía en el aire.