Tras la pequeña decepción que supuso SOCOM Confrontation -actualmente en manos de Slant Six-, última entrega para domésticas de esta veterana saga que se convirtió en el estandarte del juego online en PlayStation 2, muchos jugadores se preguntaban en qué estaba ocupados los chicos de Zipper Interactive, los verdaderos artífices del fenómeno SOCOM. La respuesta se descubrió durante la feria del E3 de 2008: MAG, o Massive Action Game.
En algún momento insinuado como el heredero espiritual de SOCOM elevado a la enésima potencia, la principal promesa de MAG gira en torno a las grandes batallas online nunca vistas en un juego de acción en consola hasta el momento. Nada menos que 256 jugadores, divididos y organizados según diferentes escuadrones, compitiendo en una de las tres PMC -los grupos militares privados que tan de moda puso el argumento de Metal Gear Solid 4- del juego. Las tres facciones de MAG, Valor, S.V.E.R. y Raven, no sólo identifican a cada jugador por su vestimenta e "ideales", también en armamento y por lo tanto, jugabilidad.
El marco histórico está situado en un futuro cercano, 2025, en el que las corporaciones militares privadas son más importantes que los ejércitos nacionales, más cuando un acuerdo político global impide que los ejércitos bajo una bandera abandonen sus fronteras -un pequeño intento por crear la paz mundial-. El resultado es que las PMC luchan agresivamente por el mercado de la guerra, sin ningún tipo de afinidad, y en secreto inician una guerra entre ellas mismas, la denominada "shadow war", para barrer del mapa a cualquier competidor. Por supuesto, nosotros seremos un pequeño soldado en esta cruenta guerra online que se mantiene viva constantemente.
Una vez nos introducimos en el juego, nuestra primera tarea es crear el personaje inicial. Valor es una fuerza militar principalmente angloparlante, tanto de tropas especiales norteamericanas como británicas; Raven está formado por la Europa armada con tecnología más puntera, aunque con la infantería de menor experiencia en combate; y por último, S.V.E.R. pone el toque rebelde con la heterodoxa mezcla de militares y soldados del Este europeo y Asia central. Por supuesto, comenzamos en el primer nivel de experiencia y con cierto grado de libertad para personalizar el avatar virtual -cara, voz-, algo que en la beta está algo limitado pero promete ser más amplio, especialmente en ropa y accesorios.
Las armas principales y secundarias dejan escoger el tipo de soldado que deseamos ser. Lanzarse a la guerra con un fusil de asalto no es lo mismo que dedicarse a tareas de francotirador, así que podemos crear varios perfiles -lo que podríamos llamar clases- para pasar de una configuración completamente ofensiva a otra más estratégica. Pero no todas las armas están disponibles desde un principio, y cada una consume una cantidad de puntuación que hay que repartir entre el equipo. Si a esto le sumamos que ascender de nivel, como es de suponer, cumpliendo correctamente objetivos de las partidas, lleva consigo mejorar las habilidades, empezamos a descubrir el enorme potencial y profundidad que el juego ofrecerá a la larga, y la flexibilidad para crear un soldado único entre todo el batallón.
Los modos conocidos del juego son sabotaje -consiste en robar o proteger tres objetivos-, directrices -en todos los frentes-, entrenamiento, dominación -con ocho objetivos-, adquisición -robar o defender vehículos- y supresión -el inevitable deathmatch por equipos que no podía faltar-; hay que comentar que no todos los modos de juego son para 256 jugadores.
MAG tiene la difícil tarea de hacer entretenido un combate masivo que en malas manos podría derivar en un caos anárquico en el que cada jugador se dedicase a jugar por su cuenta buscando el mayor número de muertes, abandonando a los novatos a su suerte en los grandes mapas. De hecho, y sea cual sea el modo seleccionado, la primera partida desorienta y abruma con las posibilidades del escenario, recibiendo disparos o bombardeos de apoyo aéreo del enemigo sin apenas tener tiempo a saber qué hacer. Por suerte, tras unas partidas, y gracias también a un control bastante continuista con la mayoría de juegos en primera persona, nos vamos haciendo al ritmo de este título. Es entonces cuando entran en juego los escuadrones, objetivos diferenciados y líderes de misión.
Cuando entramos en combate, formamos parte de un pequeño escuadrón de ocho compañeros, un grupo bastante manejable y bien comunicado. De hecho, comprobamos que uno de los posibles fallos de los que podría adolecer MAG es subsanado gracias al gran tamaño de los mapas y los abundantes objetivos dispersos en él: siempre hay algo que hacer. En contra de lo que se podría temer, incluso los jugadores más novatos no quedan "tapados" ante jugadores más expertos, porque es muy difícil ver heroicidades. El escenario de la batalla suele ser amplio -debe serlo- e intrincado, con multitud de caminos alternativos y diferentes alturas. Mientras que en otros títulos multijugador es posible ir de una esquina a otra del escenario para tareas como defender bases, en MAG la escala es lo suficientemente grande y cuenta con numerosos objetivos como para hacer viable acudir al rescate de compañeros a gran distancia. Posiblemente, caigamos en combate antes de llegar, y habremos desprotegido nuestra zona.
Una de las características de las divisiones de cada bando son los líderes y sus habilidades especiales. El líder de un escuadrón por ejemplo hace que los compañeros que están cerca puedan subir algunos parámetros o añadir mejoras, como utilizar fuego rápido; el líder de sección consigue que sus compañeros aumenten su resistencia a los explosivos; y el líder de mando regenera vida en su proximidad, entre otras ventajas. Estos jugadores, decididos antes de la partida, que pueden dar órdenes y cambiar objetivos sobre la marcha, tienen una importancia clave y de ahí la parte estratégica de un buen equipo, pues bien coordinados en cada punto clave fortalecen al resto de jugadores. Por el contrario, que cada uno actúe sin criterio, es un derroche de ventajas importante. Durante las partidas que hemos podido jugar no siempre se ha entendido, pero esperamos que con la versión final los jugadores comprendan que esa responsabilidad es un factor muy decisivo para las victorias.
Aunque los objetivos secundarios nos enfrentan a pocos enemigos al principio -quizás a otro escuadrón-, el tamaño del conflicto va aumentando hasta que en cierto momento el combate se recrudezca y muestre la dimensión real del combate. Si somos heridos, que lo seremos, MAG desvela otra de sus características, pues no utiliza el sistema de cura habitual hoy día en muchos juegos de acción, en los que descansando unos instantes podemos recuperar toda la vitalidad y volver como nuevo. De hecho, no todas las configuraciones de personaje cuentan con la opción de curar, en concreto las tropas de asalto concentran todo su potencial en armamento pesado y herramientas de reparación de instalaciones, pero necesitarán ayuda externa para recuperarse. Cuando pasemos a mejor vida, toca el turno de seleccionar alguno de los puntos de reinicio del mapa, generalmente bases, pero también puede ser descensos en paracaídas.
Conscientes de que estamos ante una beta que sufrirá cambios y mejoras con el paso del tiempo, encontramos algunas virtudes, y algunos aspectos mejorables en esta versión de MAG. Empezando por lo negativo, MAG se encuentra claramente en un escalón o más por debajo del nivel técnico conseguido hasta ahora en los títulos exclusivos creados por los estudios internos de Sony para PlayStation 3. Esperamos que Zipper, desarrolladora que si bien no ha destacado especialmente en el pasado por el acabado gráfico de sus juegos, consiga una estabilidad en la tasa de cuadros por segundo, que en esta beta, se encuentra comprometida según que situaciones. No olvidamos el gran esfuerzo de este juego online: 256 jugadores en un mapa que duplica o triplica la extensión habitual en el género, en constante guerra -explosiones, cazas sobrevolando el entorno-, pero la dirección artística del juego, bastante "impersonal" -genérica quizás- le resta atractivo visual. Reconocemos sin embargo que la aspiración de sus creadores no ha sido nunca deslumbrar al jugador con realismo gráfico ni belleza, elementos que pasarán a segundo plano una vez estamos inmersos en el fragor del combate.
Sí nos ha gustado ver el enfoque que Zipper está dando a MAG, aunque no sea del agrado de todo tipo de jugadores: este es un título exclusivamente multijugador para ser jugado durante mucho tiempo. Hoy día es difícil encontrar un juego de acción sin sus opciones en red, y la mayoría cumplen su función, con modos accesibles para partidas rápidas sin complicaciones. MAG toma otro camino, y se intuye como un juego largo, complejo, que necesita una buena coordinación entre los jugadores y que penalizará en exceso a los bandos creados por azar frente a los clanes. No sabemos qué resultado final tendrá esto en el éxito o no de MAG, pero sí que inclinarse en este sentido suele crear grandes adeptos que jueguen al título durante años acumulando experiencia y conocimiento, y también, suponer una gran barrera para aquellos que buscan partidas rápidas y diversión al instante con compañeros aleatorios.
La ambientación de MAG se basa en el sonido y acciones del campo de juego, todo en tiempo real. Los desarrolladores aseguran que los sonidos que oímos, como una explosión en la lejanía, aviones o disparos, no forman parte de una pista de sonido predefinida o de ambientación, todo es generado por los jugadores. Además, MAG supondrá uno de los puntos de inflexión para la comunidad online de PlayStation 3, pues al igual que Warhawk o SOCOM, van casi a exigir el uso de micrófono para multiplicar el factor táctico y la diversión. También cuenta con un buen doblaje al castellano.
Una guerra masiva
Aún con puntos a mejorar, MAG ser perfila como uno de los juegos a seguir para la comunidad online de PlayStation 3 por su planteamiento y gran toque estratégico, en el que va jugar un papel clave el éxito o fracaso de los clanes estables. No parece pensado para iniciarse en el género ni para partidas rápidas, pero los jugones de títulos como SOCOM van a encontrar en MAG el juego que buscan, todo a una escala más épica y profunda. Esperamos que Zipper escuche a la comunidad de jugadores de la versión beta, porque nadie duda que llevar a buen puerto la idea detrás de MAG es complicado, pero puede dar lugar a uno de los juegos con más vida en los próximos años.
MAG está previsto para principios de 2010, y es una de las grandes apuestas de Sony por liderar los juegos exclusivamente multijugador en la consola tras el éxito de Warhawk en 2007.
